Skull And Crossbones III: The Key To The Cage [ROL]

Oscar Del Valle:

en el burdel.

Desde las ventanas del edificio, a la larga y corta distancia, se podían observar las estructuras cayendo como si fueran de juguete, en el camino, las balas de los cañones pesados ingleses, impactaban con gran estruendo formando cráteres en piedra y en la tierra. No hacia falta ser un gran matematico para saber que disponian de escasos segundos antes de que la suerte les negara la sonrisa.

Nubes de polvo caían del pobre y castigado edificio cuando una gran bola de hierro ingreso sin piedad desde el techo, disparando escombros y astillas a los pocos incautos que aun seguían ahí.

Respire aliviado al ver que la capitana y las mujeres ya se encontraban a salvo, solo me restaban unos metros mas cuando la viga principal se rindio.

Debia actuar rapido pero la carga extra de will me lo imposibilitaba, los escombros me golpeaban sin piedad, "no llegare, es mi final" pensé resignado, "aunque aun lo puedo salvar al chico" y antes de que todo se obscureciera con mi ultimo esfuerzo tome de la ropa al pirata y lo arroje por el hueco de la puerta.

Mi brazo alcanzo a arañar la seguridad cuando todo se vino sobre mi, solo pude resistir unos segundos el peso sobre mi espalda, pero fue tiempo suficiente para alcanzar a ver a mi capitana sonriendo pues al fin había podido pagar mi deuda.

De pronto todo se oscureció, pude sentir como mi cuerpo cedía ante el peso y como mis huesos se hacían polvo al impactar contra el suelo "amor no me odies por caer en un burdel te juro que no es lo que crees" pensé al recordar la imagen de mi difunta esposa antes de perder la conciencia. 

Kath:

Escuché a dulce gritar mi nombre, pero no presté atención. Acariciaba el pelo de la muñeca mirando al frente, mientras algo oscuro se removía en mi interior, quemandome la garganta. A pesar de querer huir, recordé que mis tripulantes estaban heridos y me quedé quieta. No volví sobre mis pasos, pero esperé sin paciencia a que se acercasen. Will estaba ayudando a Maia como podía, completamente pálido. Quería ayudarles pero... no llegué a moverme. El hombre que casi muere bajo la pared del burdel se había acercado a mi, no sabía cuanto, tampoco me importaba. Parecía preocupado por el estado de Will.
-No lo se -Le dije de forma sincera, aunque mi voz sonaba similar al agua congelandose -, al menos esta vivo -Dije mirando la muñeca de Lily y quitandole un poco de tierra de la cara. Escuché lo que le sugería a Dulce, pero no tenía animos para pelear. Habíamos ganado, pero habría preferido morir.
-Yo... no se si quiero seguir navegando -Le dije a mi amiga, mirandola a los ojos. Había hablado bastante bajo y pocos o nadie me habrían oido. Noté que mis ojos se llenaban de lágrimas así que me giré rápidamente para seguir andando -N-no tenemos todo el día -Esperaba que ninguno notase mi pequeño momento de flaqueza. Quería navegar, pero no sola y asi es como me sentía en ese momento. Will me llamó, pero no me giré, limpiandome rápidamente las lágrimas cuando escuché a alguien cerca.

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A medida que se acercan a la playa, se extiende ante ustedes una imagen similar a la que recuerdan haber abandonado, las siluetas del Gaudium y el Sirenis meciendose suavemente anclados cerca de la costa, vigiladas por los cañones desnudos del imponente navio ingles, que se dibuja como un severo guardian en el horizonte...sin embargo les parece distinguir leves diferencias...
Quizas sea la excesiva calma que reina en el panorama, demasiado ajena al frágil acuerdo convenido con los ingleses...quizas sean los antagonicos aromas que se entrelazan con la brisa marina...por un lado un delicioso estofado recien cocido que los transporta a epocas mas felices...por otro lado suaves tonos del picante olor a polvora y el metálico de la sangre, manteniendo viva la memoria de la batalla que hacia tan sólo horas habia culminado...O quizas fuera aquella voz familiar cantando una vieja cancion pirata, que habia callado antes de su partida y que creian no volver a oir jamas.
Davy se encontraba sentado en la arena frente a una gran olla de estofado hirviendo, sosteniendo en la mano derecha la cabeza cortada de Mark Stone, el oficial a cargo del navio ingles, la cual, animada por los movimientos de su brazo, parecia acompañarle en los coros de la canción que estaba entonando.
Al ver llegar a Kath, seguida por el resto, se puso de pie subitamente escondiendo la cabeza del oficial detras de su espalda
-Yo no...esto es...no hice nada...solo...hice el almuerzo..Si! eso! hice el almuerzo.-
Tartamuedo finalizando con su mejor y mas inocente sonrisa, sumergiendo en el caldo con disimulo el brazo humano que asomaba por el borde de la olla desmintiendo su inocencia.

Kath:

A pesar de que mi caminar era rápido y directo hacia la playa, Emeline impidió que siguiera avanzando. Su mirada se posó en la muñeca de Lily, la cual apreté algo más fuerte. Me mantuve en silencio y pareció comprender algo sin que yo le explicase nada. Sus palabras solo hicieron que el nudo de mi garganta se acrecentase.
-Emeline, por más fuerte que sea no tiene nada que hacer contra las balas de un cañón -Le dije, consciente de que eso no me ayudaba en lo más minimo, que quería echarme un mano, animandome y yo solo la alejaba -¿Cómo podría sobrevivir ella sola? -Pregunté, más para mi misma que hablando realmente a ella -Me alegro por vosotros... pero no quiero que esteis cerca de Maia -Añadí, comenzando a andar hacia la playa.
Me sorprendió mucho ver que ninguno de los dos barcos había sufrido daños en el bombardeo. Al menos, no eran visibles. Un aroma a comida llenaba el ambiente y la hoguera hacía borbotear el agua de alguna especie de cocido. Delante de la olla, Davy cantaba una canción que hacía tiempo que no escuchaba. Seguí acercandome, pues sinceramente me costó levantar la mirada de la arena, cuyo sonido me había distraido un momento, ayudandome a no pensar en nada.
Estaba tan cerca que pude ver como, entre tartamudeos, escondía poco sutilmente el brazo del oficial al que había matado, cuya cabeza sujetaba tras él. no tenía ganas de discutir, los ingleses se lo habían merecido, todo era culpa suya. Aceleré los pocos pasos que me separaban de Davy y lo abracé a pesar de que no le fuese muy grato el contacto humano.
-Menos mal que estás bien -Murmuré, esuchcando poco a poco como el resto también se daba cuenta de su presencia. Me aparté en cuanto el siguiente se acercó. Sentía una inmensa alegría por verlo de nuevo, vivo, sin dos espadas atravesandolo, pero, por otro lado, no podía terminar de feliz.

Will:

Apenas podía mantenerme andando más de dos pasos antes de tener que parar a agarrar mejor a Maia, respirar o esperar a que un punzante dolor dejase de molestar. A lo lejos pude ver como Kath se paraba a hablar con una de las mujeres que había con nosotros, a la que no lograba ponerle nombre. Casi todos estaban ya en la playa cuando Maia y yo llegamos allí. Olía genial, pero al ver la carne que tenía el estofado, sin duda, se me pasaron las ganas de comerlo. Davy, sorprendentemente sano despues de lo ocurrido, sonreía tan inocentemente como si eso que tenía en las manos fuera una pelota y no una cabeza humana.

 

Spoiler:

La cantarian voz de Dulce resono en mis oidos, sonrei ante su broma sin fuerzas para protestar o reirme y deje que entre mis dos compañeras me llevaran hacia unas escaleras que conducian hacia abajo. 
De repente despues de una sacudida tremenda y unos empujones provenientes de todos lados uno d emis apoyos desaparecio y cuando quise darme cuenta estaba en los brazos de Will. En circustancias normales no lo dejaria acercarse a mas de un metro pero en ese momento tampoco podria moverme de ninguna manera.
No tardamos en ponernos en marcha y a cada paso que dabamos me iba encontrando mejor, el dolor , la confusion iba desapareciendo para dejar solamente el cansancio. Un agotamiento extremo que contribuyo a que al final del camino a  pesar d ela arna que asomaba por la playa me negara a levantar lo spies para caminar.
Tras la cuarta o quinta patada a la arena me deshice de las manos de Will, por las caras que habi apuesto por el camino y la que tenia ahora seria mejor que cada uno arrastrara su cuerpo como pudiera. Me separe suavemente de él.
- Ya puedo Will... gracias, no hubiera llegado sin ti hasta aqui.- el aroma que arrastro la brisa marina hacia nosotros en ese momento me hizo girar la cabeza, se trataba del malherido Davy haciendonos la cena, pensaba estar alucinando pero esa teoria quedo atras cuando a causa de querer ir hacia alli a toda prisa mis piernas no respondieron y me encontre con el suelo. Maldeci por lo bajo pero estaba tan comoda en el suelo, deje saludar a mi compañero para mas tarde y me tumbe completamente en la arena mirando al cielo, ajena a todo y todos, menos de de Will  que debia de estar tan destrozado como yo pues no tardo en levantar una nube de polvo a mi lado. 

Oscar Del Valle:

camino a la playa

 -No debemos perder más t~- una piedra de considerable tamaño impacto sobre mi humanidad antes de que Dulce pudiera acabar la frase, cortando el ambiente de golpe. Atónito me pase la mano por donde la roca golpeo aunque no me había hecho siquiera un rasguño.


Scher me miraba con ojos llenos de lagrimas y se acerco hecha una furia golpeando y gritando
- ¡Maldito Bastardo! ¡Mira que hacerte el héroe de esa manera estúpida! ¿Es que acaso te crees inmortal? ¡En qué demonios estabas pensando? – senti unas suaves pataditas en las canillas mientras seguia gritando.



 – Qué diablos… pareciera que te hubieses vuelto de piedra. Deberías estar agradecido… -o sin esperar mas ni emitir otra palabra la rodee con mis brazos y con sumo cuidado de no aplastarla la presione contra mi en un torpe abrazo.No sabia otra forma de expresar lo que sentia en ese momento.


-Ya... ya... volvamos al barco-  fue dulce quien nos hizo volver a la situación , debíamos volver rápido aun no sabíamos que encontraríamos ahí.


La marcha fue corta y presurosa , en el ambiente se percibía un sospechoso silencio atípico para cualquier expectativa que teníamos sobre lo que estaría aguardándonos en la costa . al acercarnos muy suavemente se empezó a escuchar un alegre canturreo . 


Al cruzar la ultima fila de arboles pude ver el calmo ambiente , a pesar de que esperaba fuego continuo o peor , nuestra barco hecho trizas nada parecía haber ocurrido y los 3 barcos flotaban calmos en la mar , del barco ingles no se observaba ni el menor de los movimientos y el único ruido ademas de las olas del mar eran los cantos felices de un solo hombre al frente de un gran caldero en llamas .


 -Davy-  la capitana lo reconoció al instante , una gran sonrisa se abrió paso en mi rostro. La capitana lo abrazo tiernamente y le susurro unas palabras .


Al ver la cabeza que sostenía en su mano me invadió el pánico - Ya lo habíamos acordado tu te encargas de la música y la fiesta y la capitana de la cocina y los... ingredientes - mi risa era un tanto nerviosa viniendo de su parte era muy probable saber que era lo que se cocía en esa olla.


Trate de no mirar dentro y proseguí -Aquí traigo a la capitana sana y salva como prometí , me alegra tenerte devuelta -

Lily:

Tom tardó un par de segundos en reaccionar y, aunque salí corriendo a toda la velocidad que podía, me alcanzó. Le había costado un poco, incluso me había perdido en aquel lugar, pero estaba segura de que era el camino bueno, por que la protagonista de una historia no se puede perder. Ahora agarrada por Tom, seguimos deambulando por los corredores de la fortaleza, encontrando pasillos desiertos, compeltamente vacios, parecían los restos de un naufragio. No vi nada de valor que quisiera coger, solo mantuve mi bolsa de dinero en su sitio y, cada pocos pasos, comprobaba que seguía ahí. Esa bolsa era mi billete para un barco nuevo en el que poder formar mi tripulación o tal vez para arreglar el de mamá si me castigaba. Un ruido hizo que comenzaramos a caminar con más sigilo, alguien estaba en el pasillo que teníamos delante. Tom debió reconcerlo y me soltó para ir a por él. Un estruendo me asustó, pues había sido realmente cerca, asi que me acerqué corriendo hasta Tom, que había agarrado a la persona por el cuello hasta que lo dejó incosnciente.
-¿Está muerto? -Le pregunté apoyando la cabeza en el pecho. no debía ser así, ya que pude oir su corazón latir. También seguía respirando -¡Hala! Puedes dormir a las personas -Dije emocionada. No entendía por qué lo había hecho pero Amir tenía muchas más heridas de las que yo recordaba.
-¿Me enseñarás? -Le pedí, planeando que asi cuando mamá o papá me quisieran castigar podría dormirlos y asi no acabar ayudando en la cocina. Me senté junto el cuerpo de Amir, estaba un poco cansada y ahora papá no iba a subirme sobre sus hombros. Tiré de la pernera del pantalón de mi contramaestre.
-Tom, tengo hambre -No me gustaba tener hambre y estar cansada, era aburrido -¿Podemos volver al barco? -Le pedí -Mamá nos dará algo para comer y podremos escuchar las historias de tía Maia -Le aseguré, levantandome, recordando que yo era la capitana y no tenía que pedir explicaciones -¡Por aqui! -Dije echando a andar sin esperarlo o recordar que debía cargar al pirata dormido. por supuesto, el camino que tomé no era el correcto y acabé llegando a una habitación muy grande, pero que no era la salida. Dije la palabrota favorita de la tía y me tapé la boca corriendo, a ella no le gustaba que la repitiese.
-Digo... ¡recargo la fruta! Por aqui no era -Cogí un papel que tenía cosas escritas, sin sentido, y lo usé como si fuera un mapa -Vamos por ahí -Dije animada, sabiendo que esta vez acertaría. Tras repetir el mismo patrón cuatro veces, equivocandome todas ellas, unas pequeñas lágrimas caían por mis mejillas. ¿Nos habíamos perdido? ¿Dónde estaba la salida? ¿Podríamos escapar alguna vez de allí o eramos prisioneros? Fingí que no pasaba nada, caminando delante, menos habladora, pero igualmente decidida, hasta que la siguiente decisión también fue errónea y comencé a llorar llamando a mi mamá.
De repente, unos brazos me levantaron del suelo. Amir se había despertado. Me limpió las lágrimas con suavidad, parecía estar aún algo atontado por la siesta, pero seguía sonriendo. No dijo nada, pero me abrazó y me dijo que los capitanes no lloran, asi que poco a poco fui tranquilizandome, limpiando la cara con su camiseta, donde me había escondido mientras lo abrazaba.
Cuando se me pasó el llanto del todo, me volvió a dejar en el suelo. Me recoloqué la ropa, mirando al suelo un poco avergonzada y todavía con los ojos llorosos.
Decidmos dar la vuelta ya que el camino era sin salida, aunque esta vez le di la mano a Amir para que no se perdiera ni saliese corriendo otra vez. Tom se quedó algo rezagado comprobando una puerta y enseguida escuchamos como nos llamaba. ¡¡Había encontrado la salida!! Tiré de Amir hasta llegar a esta, era cierto, se veía el mastil mayor del Syrenis desde aquella puerta. Solté la mano de mi tripulante.
-Podemos esperar en el barco -Les dije con una enorme sonrisa antes de salir corriendo. Por supuesto, me tropecé, cayendome al suelo, pero los raspones no iban a pararme, me miré las rodillas heridas y me quite un poco la porquería para seguir mi camino a toda la velocidad que pude. Las ramitas eran molestas, pero quería llegar a la playa lo más rápido posible, seguro que alguien se habría quedado vigilando los barcos.

Kath:

El sol se comienza a poner de nuevo. Las espadas han dejado de luchar y los disparos todavía producen eco a pesar de haber cesado con la huida de los ingleses. Pero para mi no hay sentimiento de victoria. La fortaleza ha caido y con ella, todas mis esperanzas de encontrarla viva.
Mi hija, mi preciosa sirena, la luz de mi vida, la razón de que aún me mantenga en pie, no ha vuelto de la fortaleza y, tras las explosiones, no queda rastro de la edificación. Se ha desvanecido como una lágrima en el mar o un suspiro en la solitaria noche. En silencio, me acerco a recoger a Dulce, la muñeca de mi niña, lo único que me queda de ella en esos momentos. Esta sucia, llena de sangre, rota, sola... un reflejo de mi alma, de mi cuerpo y de mi mente. Intento llorar, intento sacar el veneno que me devora, pero nada sale de mi interior. No puedo alzar la voz y pedirles que la busquen, pues el miedo que tengo a encontrar su cuerpo inerte me paraliza. Tampoco voy a subir al barco, un sitio lleno de recuerdos, lleno de marcas, dibujos y objetos que, día a día, me harían ver que no está conmigo.
Las heridas que la batalla me ha causado palpitan. No soy capaz de mostrar dolor, incluso presionándolas para sentir mi cuerpo, no encuentro más que un muro a mi alrededor, una cárcel invisible, un golpe que me ha dejado fuera de combate. Cierro los ojos y tomo aire. No se si hay silencio o no escucho al resto, pero mi voz se alza sobre las demás. Cantar nunca ha sido uno de mis entretenimientos favoritos estando con gente. Los enemigos lo consideran una especie de debilidad, los aliados una tontería si no trata sobre ron o mujeres y mis amigos pocas veces han sido capaces de oírme, pero esta vez, se escucha por toda la isla. Una melodía sin letra comprensible, una melodía sobre la pérdida, sobre la muerte y la desesperación que esta conlleva. No puedo hablar, pero puedo expresarme así, abrazando la muñeca, cerrándome al mundo y tan solo cantando.

Unos pasos se acercan corriendo en nuestra dirección, desde el bosque. Algunos se ponen en guardia, pero apenas soy capaz de mirar, tan solo dejando la melodía sin terminar. ¿Porqué no me muevo? Esta viniendo hacía nosotros. Se la respuesta. Aún así, alzo la vista, forzándome a actuar como la capitana que soy. De entre la vegetación que asola la isla, un pelo negro, desordenado, lleno de porquería y realmente familiar se deja ver. Will, que también la ha visto, me mira, pero ni me doy cuenta, en cuanto esta lo suficientemente cerca, la abrazo con fuerza, con miedo, temblando.
-Mamá, me estás ahogando. Hola, tía Mai -Exclama la pequeña ignorando por completo todo lo que estoy sintiendo, intentando soltarse para ir a mostrarle algo a su querida tía. Pero no puede moverse de mi lado, la tristeza se convierte en ira.
-¡¿Dónde estabas?! ¡¿Sabes el susto que nos has dado?! -Lily me mira asustada, nunca le he gritado asi, aunque alguna vez si subí la voz, nunca era para echarle la bronca, nunca hacía nada lo suficientemente malo para enfadarme tanto y esta vez sin duda no era culpa suya, pero mi corazón no soportaba estar en silencio, no soportaba la idea de que durante un momento la había perdido. Quiero gritar algo más, maldecir o insultar, pero sus ojos, ahora enormes del susto, se empiezan a llenar de lágrimas, lo que apaga completamente todo el enfado.
-H-he traído a un am-amigo -Dice con la voz entrecortada, obligándose a ser fuerte y no llorar, aunque pequeñas gotitas comienzan a caer. Por donde ella ha llegado, otra persona con la respiración acelerada cruza las hojas. Alguien que ha salvado a mi hija, que la ha traído de vuelta, alguien que se merece mi gratitud infinita. Alguien que, realmente, no esperaba encontrar.
-¿A..m..ir...? -Escucho murmullos detrás de mi, incluso Lily esta diciendo algo, pero no puedo apartar la mirada mientras un tropel de pensamientos cruzan mi mente, algunos de ellos tan absurdos como para preguntarme qué pensará de mi al verme vestida como a una cortesana, con la falda rasgada por encima de las rodillas, heridas por el cuerpo, sangre, barro y sudor, llena de marcas y cicatrices viejas y el pelo horrible, otros más importantes, como si es una ilusión causada por el cansancio o tan solo son dos espíritus jugandome una mala pasada.
"Pero todos pueden verlos" Me digo, intentando calmarme. En el instante en que suelto un poco, Lily sale corriendo, dejándome sin el apoyo que me daba. Me he quedado sin habla, hace años que no considero la posibilidad de encontrarme con él y ahora... esta delante de mi. Con suavidad, me estiro un poco buscando tocarle la cara, lejos de las heridas que tiene que tiene. Un mal pensamiento me hace creer firmemente que mi mano se cerrará en el aire, pero no es así.
-Estas aquí... -Murmuro, notando como una gran carga desaparece de mis hombros, desestabilizandome y haciendo que me caiga al suelo arrodillada, haciéndome daño pero llorando como una tonta por otra cosa. He cumplido mi promesa, le he encontrado, esta a salvo, esta vivo. Noto que su cuerpo se tensa al verme caer y que esta ligeramente incomodo al oírme llorar, pero no soy capaz de parar. Esta conmigo.
-¿Mamá? ¿Te duele algo? -Lily ha vuelto a mi lado, esta preocupada, se le nota en la cara. Me cuesta mucho recobrar la compostura, pero Maia ya debe estar dando órdenes a los tripulantes para que se pongan en marcha, alejándolos de nosotros para que pueda recomponerme tranquila. Will sigue mirando desde lejos, pero no se acerca y se pone a dar órdenes. Me siento mal por él, pero siempre he ido con la verdad por delante, no tengo nada por lo que sentirme culpable. "¿Nada?" Me pregunto dubitativa, pero no le doy vueltas y decido que es momento de ponerme en pie. Amir me ofrece su mano para ayudarme, preguntándome con una voz algo apagada si estoy bien. Asiento, pero después niego.
-No lo se -Admito, muy bajo, pero no suelto su mano, me aferro a él con miedo de que sea tan solo un sueño, aun dudando de que sea cierto lo que esta ocurriendo -Lily... vete con Will -Mi pequeña me mira confundida, pero tras decidir que estoy bien, se aleja corriendo, aunque me produce cierta incomodidad oir como grita "papá Will".
Ninguno de los dos se anima a hablar, noto que evita mi mirada y realmente no se como actuar. ¿Como decirle que le echaba de menos, que había estado buscándolo desesperadamente hasta que me hice a la idea de que estaba muerto, que su desaparición me dejo completamente destrozada y había tenido que volverme mas fría de lo que era tiempo atrás? ¿Como le iba a decir que del ultimo día que nos vimos, de ese único día, había nacido Lily?
-Felicidades... -No se cuanto rato llevamos quietos, pero lo miro igual ya que se libera de mi mano. Su voz se me hace áspera, ronca y apagada, no como la recordaba. Mira algo lejos y, al girarme, localizo a Lily, que habla animada con Maia, contándole algo mientras gesticula en exceso. Sonrío un poco, con cariño -, os deseo lo mejor -Me extrañan sus palabras, algo no suena bien tras ellas. Parece una despedida. Cuando me giro, veo que Amir se esta alejando de mi, perdiendose en la vegetación. "No" pienso alarmada. Otra vez no. Avanzo los pasos que me separan de él y le agarro del brazo.
-A-amir -Mi voz se queda parada cuando me mira, pero no sabemos como hablar, tras tanto tiempo el dolor se ha vuelto mas palpable que nosotros y nos hemos acostumbrado hasta el punto de no saber como seguir.
-... -No se que decir y noto que se suelta de mi, con suavidad, pero evitando mi contacto. Asegura que no tengo que explicarle nada, pero se por sus ojos que miente, que se siente traicionado.
-Amir -Me giro al oír a Will que parece habernos seguido. Lo miro temiendo lo que pueda decir, pero Amir se da la vuelta para marcharse, tras una mirada de odio -Escucha lo que tengo que decir, maldito bastardo -Le dice, acercándose rápidamente. Desde siempre ha sido un poco menos valiente que el resto, evitando enfrentamientos directos, pero ahora parece decidido -Llevas 6 años desaparecido -Se había puesto delante de Amir, impidiéndole andar -Ka... -Parece dudar pero continua -Katherine te necesita -escucho que murmura algo como respuesta pero no soy capaz de oírlo.
-¡No seas estúpido! -Exclama de repente, enfadado -¡Yo no he podido ayudarla en nada! ¡No te haces una idea de lo que ha ocurrido en el barco, tu desapareciste sin dejar rastro y nos quedamos Maia y yo para cuidarla! -Amir lo agarra por el cuello de la camisa, claramente enfadado por esa forma de hablarle, pero Will se suelta con un solo movimiento.
-¡Lily es tu hija, maldita sea! Me llama papá por que he estado cuidándola, ¡¡Kath nunca me ha visto como nada que no sea un hermano!! -Sus ojos buscaron los míos, él sabia que aquel beso era tan solo un momento de debilidad.
-Nadie puede borrarte del corazón de mi capitana, pero si vuelve a pensar en tirarse por la borda por culpa tuya, te mataré -Dicho eso, se acerca a mi y me murmura que estarán esperándome en el Syrenis. Le sonrió como agradecimiento y dejo que se marche. En cuanto desaparece, me siento mas incómoda, lo que aumenta porque Amir no dice nada, pero me mira de reojo. Me intimida lo que pueda pensar de mi y de Lily, de que no quiera saber nada de nosotras y prefiera irse a seguir con sus aventuras.
-Es... ¿Es verdad? -Por supuesto, Amir me mira confundido -Lo que ha dicho... ¿es verdad? -Mi miedo aumenta, pero sonrío un poco, no quiero obligarle a ser padre de una niña así, que consideraba padre a otra persona. Es una sonrisa triste, pero no soy capaz de nada mejor.
-Si... yo... no sabia que estaba embarazada hasta cuatro meses después -No soy capaz de mirarle a los ojos, asi que miro al suelo, alternándolo con él -Estaba asustada... no entendía que me pasaba y... todos temían que estuviera enferma -No se por que estoy contándoselo, pero el silencio me molesta y quiero que sepa lo ocurrido -, cuando Lily nació yo... yo estaba... habías desaparecido y no conseguía encontrarte -Una parte de mi sigue temiendo que todo sea una broma pesada, pero prefiero no llenarle la cabeza con preocupaciones pasadas.
-Maia le ha contado cosas sobre ti, yo... no era capaz de... -No continuo y me froto un brazo sintiendo que esta conversación no va a ningún lado. No quiero perderle pero... Lily es mi prioridad en caso de que me hiciese elegir, aunque eso rompería el corazón que se me esta curando en este instante, muy lentamente. "No va a venir" Ya no soy capaz de leer sus ojos como tiempo atrás, no se que piensa, no se que parte cree de mi historia, pero siento que no  va a venir. Quiero irme, quiero esconderme en el barco, estar sola, tranquilizarme, pensar... pero mis piernas no se mueven. La gran cantidad de emociones ese día, sobre todo la horrible sensación de no haber podido salvar a mi hija, me tienen aún al borde del abismo.
-Davy esta... herido... -Prefería cambiar de tema, no me gusta su mirada llena de pensamientos confusos -, creimos que... que no... -Las palabras no me salen, ha sido un día asqueroso y parece que no va a terminarse todavía. El exceso de silencio me hace retroceder un paso, no quiero darme la vuelta y alejarme, pero esa respuesta inexistente no hace más que agrandar el vacio de mi interior.
-... -Abro la boca para decir algo, pero no soy capaz, me rodeo con los brazos, esperando recuperar algo del calor perdido mientras tomo la decisión de dejar que se marche. Antes de que haga nada, Amir se gira a mirarme. No está enfadado, eso esta claro, pero no sabría decir qué piensa. Retrocedo otro paso al notar que se acerca, mirando al suelo, avergonzada por la situación, mi vestido está destrozado, manchado de sangre y suciedad y la cara llena de lagrimas secas que comienzan a brotar solo por el pensamiento de volverle a perder.
Pero nunca ocurre la despedida que espero. Abro los ojos de nuevo al notar su mano en mi mejilla y lo miro. Al principio no me doy cuenta, pero una pequeña sonrisa empieza a aparecer en su rostro. En sus ojos encuentro una intensa mirada que consigue que me sonroje como una niña tonta tan solo por eso y por tenerlo tan increíblemente cerca.
Me fijo en tonterias, pequeñas cicatrices que antes no estaban, alguna arruga en la frente, el pelo revuelto parecido al de Lily, pero todo se va por el desagüe cuando noto su mano en mi cintura, acelerando mi corazón hasta donde no recordaba que podía llegar. Poco a poco, se acerca, hasta que nuestros labios por fin se rozan. En ese estrecho espacio, mi mente entraba en pánico, temiendo no recordar como se hacía, pero mis miedos se desvanecen como si nada me hubiera molestado antes. Él solo ha conseguido derretir la coraza que me ha llevado mucho esfuerzo construir, haciendome cerrar los ojos y corresponder al beso que tanto tiempo llevo esperando. Es corto, demasiado corto, pero cuando nos separamos no me queda aliento y todo lo que he estado cargando se aleja arrastrado por su beso. Al mirarle de nuevo, sonrie algo avergonzado, probablemente dandose cuenta de lo tonto que ha parecido discutiendo, pero eso solo hace que, otra vez, empiece a llorar, aunque riendome a la vez, haciendome parecer una loca.
-Kath... -noto preocupación en su voz, pero el cálido aire que pronuncia mi nombre no ayuda a que recupere la compostura. Los brazos de Amir me rodean, estrechandome tan fuerte que parece querer partirme, a pesar de no ser molesto para mi.

Davy Van Bockholt:

-¿¡Donde estas!?-
Me incorpore subitamente examinando a mi alrededor en busca del tipo de tridente y cola larga al que habia estado persiguiendo, era rojo como una langosta y tenia patas de cabra...por lo que no estaba seguro si sabria igual que una o la otra...habia solo una forma de averiguarlo...le habia apostado por langosta a mi compañero de cuarto Hachaenlacabeza, el se inclinaba por la cabra...o al menos eso habia entendido yo...cuando hablaba no se le entendia muy bien...quizas no habria recibido una educacion muy privilegiada...o quizas fuera el trozo de metal inscrustado en su craneo el causante de aquel impedimento...de todos modos era un gran tipo...como suelen decir "de mente abierta". Decidi no moverme de momento...todo estaba oscuro...ya no parecia estar en el mismo lugar...no hacia tanto calor...
-Hachaenlacabeza?...Tripasafuera?...Sinbrazos?...Pedro?..-
En la penumbra del cuarto donde me encontraba acostado no lograba distinguir a nadie mas...y mis amigos no parecian responderme...definitivamente ya no me encontraba en el infierno...o en Mejico aun no estaba seguro del todo donde habia pasado mis ultimos dias.
Me puse de pie con cautela y avance hacia el marco de luz que parecia ser la puerta, y al abrirla senti una oleada de felicidad al reconocer el navio en el que habia despertado
-Capitana!-
Exclame emocionado...pero al recorrer la cubierta con la mirada me di cuenta que el barco se encontraba vacio..
-Dulce...-
Dije por lo bajo sintiendo una mezcla de desilusión por no encontrarla y preocupacion por no saber donde estaba...me dirigi a su camarote y encontre el vestido que llevaba puesto sobre su cama...eso significaba que...solte subitamente la prenda y me cubri los ojos completamente sonrojado, intentando en vano evitar ver la imagen de la capitana sin ropas que habia aparecido en mi mente
-Pervertido!-
Me autonsentencie propinandome una cachetada, como imaginaba que merecia. Mi rostro volteo por el golpe y descubri en el horizonte el navio ingles, con los cañoñes desnudos en nuestra direccion...
-Barco..-
Una sonrisa diabolica se dibujo en mi rostro...pero sacudi la cabeza buscando pensar con sensatez...¿Que ordenaria la Capitana si estuviera aqui?
-Oh Davy, te ves tan apuesto cuando asesinas ingleses
Si...estaba bastante seguro de haberla oido decir eso...salte por la borda y me sumergi en el agua salada en un clavado silencioso, nadando en direccion al barco ingles que parecia no estar esperando un ataque...

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Subi por la popa facilidad e ingrese por una de las ventanas traseras a la sala de los cañones..avance lentamente pero sin intentar ocultarme, llene mis pulmones con el aroma de mis enemigos y exhale con una sonrisa
-35-
Susurre estimando el numero de soldados ingleses, divise a los primeros siete, apostados frente a los cañones aparentemente cumpliendo la funcion de vigias, sin embargo solo 3 de ellos se encontraban despiertos...ninguno de los cuales se percato de mi presencia hasta que se encontraron en el suelo empapadosde su propia sangre...los que dormian fueron los siguientes
-31...30...29...28-
Fui contando a medida que mis machetes se encargaban de que no volvieran a despertar.
La sala siguiente fue similar, mas que algunos gritos ahogados ninguno de los 16 primeros delataron mi posicion, con el rostro salpicado de sangre hice una mueca de desilucion
-¡Ayuda! ¡Ayuda! ¡Es el demonio blanco! ¡No tenemos oportunidad! ¡Es aun mas fuerte y apuesto de lo que dicen!-
Grite simulando una voz demasiado aguda para ser masculina, para luego ocultarme detras de la puerta y esperar..un desdichado intentaba respirar con dificultad tendido en el suelo donde lo deje, me lleve el dedo indice a los labios pidiendole con un gesto que no delatara mi posicion, el hombre jadeo un par de veces y finalmente se quedo inmovil con la boca entreabierta
-Buen chico-
Segundos despues unos 8 hombres ingresaron a la sala con las espadas desenvainadas, aun se encontraban estupefactos por el espectaculo de cadaveres cuando cerre la puerta detras de ellos y los enfrente con los machetes ensangrentados y una sadica sonrisa
-Que nadie se cague en mi barco ¿Entendido?-
Avance entre ellos como el viento entre los arboles, dejando que mis machetes devoraran su carne a mi paso, al enfrentarme al ultimo se encontraba temblando entre lagrimas y con los ojos cerrados...olfatee el aire a su alrededor y mi sonrisa dejo lugar a una expresion airada
-¡Mierda! ¿Que les dije antes de empezar?-
Lo tome de la solapa de la camisa y lo arroje hacia la puerta
-Ve a buscar a tu capitan, dile que voy a matarlo-
El muchacho sollozando obedecio y al abrir la puerta casi fue ejecutado por dos descargas de fusiles que surcaron el cuarto zumbado a mi lado.
-¡Eso es trampa!-
Sentencie indignado señalando a los fusileros con mi machete, como respuesta recibi otra descarga que hubiese dado en el blanco si no me refugiaba segundos antes detras de uno de los cañones
-¡Malditos tramposos!-
Grite mientras movia el cañon, que me servia como resguardo de los proyectiles, antes de que pudieran percatarse, gire la boca del cañon hacia ellos y encendi la mecha con una sonrisa burlona
-Boom-
Dije un segundo antes del estruendo que hizo añicos gran parte de la formacion, oculto por el humo de la explosion avance hacia los supervivientes y los ultime entre risas de excitacion.
-3-
Calcule finalmente sentandome junto a un ingles que se debatia moribundo en un charco de sangre intentando desenfundar su pistola
-Yyyyy.......2-
El ingles se dejo caer entregandose a la muerte, solo quedaban el cagon y el Capitan
-Oh Capitaaaaaan-
Llame mientras avanzaba por el puente hacia su camarote, cuando abri la puerta se encontraba sentado frente a su escritorio, con un vaso semivacio de ron en su mano
-Maldito idiota..-
El capitan comenzo a hablar mientras yo me acercaba, lo tome del cuello y lo levante
-Hey! No soy idiota, solo especial-
Al menos eso decia mi madre
-Hicimos...un trato...con tu capitana...la has...cagado-
El capitan hablaba con dificultad, quizas porque mis manos se cerraban sobre su garganta, aun asi me quede meditando en sus palabras, ¿Estaba diciendo la verdad? ¿Y si en realidad la capitana se habia aliado con los ingleses? Eso explicaria porque todavia no habian atacado nuestro barco...quizas era mejor averiguar que mas sabia
-Cuentamelo todo.......Uh..¿Capitan?-
Habia olvidado dejar de estrangularlo, mi boca se torcio en un gesto de culpa al ver su mirada sin vida perdida en la nada, pero rapidamente me distraje al notar que su saco se encontraba en mejores condiciones que el mio
-Oh, elegante-
Intercambie mi saco por el suyo y me mire al espejo moviendo mis machetes como si me encontrara asesinando a enemigos invisibles, finalmente sonrei satisfecho...volvi a mirar al capitan muerto, recordando sus palabas
-Rayos...la capitana me regañara...¿me pregunto si los capitanes saben diferente?-
Me cargue el cuerpo al hombro y me dispuse a subir a un bote para ir a la costa, pero antes me volvi hacia el soldado maloliente que aun temblaba en una esquina
-Cagonsito, limpia este desastre-
Me lleve un dedo al ojo y luego lo señale amenazandolo, yo no pensaba limpiar la mierda de nadie.

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En la playa, el rostro de Kath fue la primer imagen familiar con la que me encontre, sonrei ampliamente cuando me abrazo, aunque no era muy bueno correspondiendo al afecto fisico.
-Menos mal que estás bien-
Me dijo con voz algo triste
-Menos mal que las ballenas no saben trepar-
Conteste intentando que mi respuesta sea acorde al tema de conversacion. Enseguida distingui el rostro de la capitana detras, y un torrente de emociones sacudio mi cuerpo...al principo fue culpa...sabiendo que habia roto el pacto que tenia con los ingleses, pero por otro lado me alegraba tanto de volver a verle que no pude evitar que una sonrisa estupida se dibujara en mi rostro, al sentir su abrazo me enferme...estaba seguro...aquel ardor en la piel...respiracion dificultosa...nudo en la garganta y cosquilleo en el estomago...era gripe...o algo parecido...sin embargo no me importo mucho...simplemente me quede inmovil contemplandola mientras sostenia mi rostro con sus suaves manos
-Bienvenido-
Intente contestarle..pero sus ojos me desconcentraban y la gripe se estaba volviendo peor de lo que pensaba
-Extrañe...te extrañ..le extrañe capitana...digo..no habia nada tan lind...no tan, este..nadie que me de ordenes...y huela tan bien..y el barco..y candela-
Finamente cedi a mis impulsos y la rodee con mis brazos pegando mi mejila contra la suya y levantandola del suelo con una sonrisa de oreja a oreja.
-No se coma eso capitana...tiene ingleses.-
Confese finalmente sintiendome incapaz de ocultarle nada

Balthazar Blackboot:

La lluvia de cañones ceso demasiado rapido, me incorpore en la oscuridad del sotano sacudiendo levemente mi cabeza intentando aminorar el zumbido en mis oidos, busque la mano de Emeline y le ayude a ponerse de pie, para luego rodearla con mis brazos unos segundos, feliz de que se encontrara bien.
Fui el ultimo en salir del sotano, asegurandome que todos dentro estuvieran bien, y ayudando por lo que solo presencie el final de la escena que incluia al gigante Oscar, que ahora ademas de gigante parecia estar hecho de acero.
-Eso fue valiente-
Dije reconociendo la valerosa accion de aquel hombre, quien cada vez me alegraba mas de que estuviera de nuestro lado.
Examine el saldo de los cañones ingleses, al parecer el daño material era importante, pero no asi las perdidas humanas, al parecer el objetivo del ataque no habia sido eliminarnos como creia, sino mas bien inutilizar el fuerte para que no fuera usado en contra de la corona, muy honorable de su parte considerando que tenia los recursos y la posicion para borrarnos del ma-
- ¡MALDITO PERRO TRAIDOR!
El golpe impacto de lleno en mi mandibula y me hizo retroceder unos pasos...examine al furibundo pirata...y al insignificante puñado de piratas cadaveres que al parecer el estupido habia reunido en mi contra.
Esquive el segundo ataque haciendo que por el impulos siguiera de largo hasta casi caerse, me quite el saco, movi mi cabeza hacia un la[/color]do y hacia el otro mientras arremangaba mi camisa, ya se lo habia advertido claramente, y ahora me cobraria su sangre
-Pelea-
Desafie adoptando impecablemente la guardia para una pelea de puños entre caballeros
-Esta vez ya no sere indulgente-

El primer golpe de John diole de lleno en la mandíbula, brindándole a éste una sensación de temprana victoria. No fue la misma suerte la del segundo ataque, el cual Rannek esquivó sin esfuerzo alguno. Transformose el semblante de éste último, tiñéndose de furia sus ojos. Y tomando posición sobre sí mismo, le invitó a pelear hombre a hombre.


- Pelea - masculló, irascible. Una mueca de burla se dibujó en la cara de John.

- Será un placer. - respondió divertido, despojándose de todo aquello que no le permitiese un combate cómodo.

Arrojó sus armas a los pies de Ade y se quitó la camisa. El murmullo a sus espaldas le llenó de vigor. No sólo peleaba por sí mismo, sino por todos aquellos quienes habían optado por seguirle, y por los compañeros que habían perecido en manos del oponente que tenía frente a sí y las demás ratas militares, de las cuales se había prometido cobrarse cada pérdida con sus propias manos. Le habían arrebatado todo, absolutamente todo lo que poseía. Arrojándole al hacinamiento de una celda, con la profecía de que su vida acabaría en la horca en cuanto viesen tierra, para luego condenarle a la emboscada de aquella isla, donde estaba seguro creían que moriría de una vez por todas. Obvia era la certeza de que no le conocían en absoluto.

No hizo esperar su segundo ataque, y volvióse en contra del Oficial de manera violenta, dirigiendo otro puñetazo a la mejilla contraria al primero.

OFF:

Datos Tecnicos Aburridos:

Dado = 18
Efectividad del golpe = 18 - 20 + 13
Efectividad del golpe = 11
Potencia del golpe = 55% del vigor

Balthazar Blackboot:

- Será un placer. -
Su sonrisa burlona y el innecesario show de desvestirse para la pelea eran testigos de su falta de sensatez, no se estaba tomando la situacion en serio, y aunque sabia que con esto buscaba irritarme, simplemente mantuve mi severa mirada sobre la suya, esta vez no borraria aquella estupida mueca altanera con palabras, sino con sangre y huesos rotos.
Su siguiente ataque no se hizo esperar, sus nudillos zurcaron la distancia que nos separaba buscando mi mandibula, debia admitir que sus movimientos eran mas rapidos de lo que esperaba, no llegue a esquivar el golpe, pero con un movimiento de cintura acompañe con mi rostro la direcion del impacto, reduciendo el daño, y a su vez ganando impulso para mi siguente ataque. Sintiendo el ardor tanto en el rostro como en mi orgullo, gire nuevamente sobre mi eje retornando a mi posicion inicial con todo el empuje de mi cuerpo, pero esta vez llevando mi puño cerrado como una roca desde mi cadera en un movimiento ascendente hasta la parte inferior de su menton.

Dado = 12
Efectividad del golpe = 12 - 13 + 20
Efectividad del golpe = 19
Potencia del golpe = 95% del vigor

Amir Salleh:

Todo habia terminado, eramos libres...y la niña estaba a salvo junto a...sus padres...ya no tenia nada que hacer alli...no quedaba nada que justificara el soportar el dolor que me ocasionaba tenerla tan cerca...y tan lejos...olvidar...ese era mi destino...y conocia el lugar pefecto para hacerlo...en mi isla, Mompracem...y con mis hermanos, los tigres.
-Felicidades... os deseo lo mejor -
No habia mas que agregar...no necesitaba explicaciones ni me interpondria en su futuro...ignore a Will cuando escuche mi nombre, pero al encontrarlo en mi camino llamandome bastardo senti una oleada de felicidad que adormecio el profundo dolor, al menos tendria un sorbo mas de venganza antes de irme...
-Llevas 6 años desaparecido Ka... Katherine te necesita -
Mi resolucion de alimentar mis puños con su sangre flaqueo al escuchar el nombre de Kath...no queria herirla...
-¡No seas estúpido! ¡Yo no he podido ayudarla en nada! ¡No te haces una idea de lo que ha ocurrido en el barco, tu desapareciste sin dejar rastro y nos quedamos Maia y yo para cuidarla!
Lo tome del cuello levantandolo a mi altura
-¿Crees que estuve de paseo? Pudriendome en una celda esperando mientras todos continuaban con sus vidas..esperando...mientras ustedes...
-¡Lily es tu hija, maldita sea!
No escuche nada mas, senti como se escapaba de mis manos ahora inertes...no me importo mucho...buscaba los ojos de Kath...mientras unia los cabos...y el odio en mi interior comenzaba a desvanecerse tan subitamente como habia aparecido...
-Es... ¿Es verdad?...Lo que ha dicho... ¿es verdad? -
Su respuesta afirmativa fue todo lo que escuche...entonces solo me dedique a observarla...cada linea de su hermoso rostro...cada rasgo que habia atesorado en mi memoria durante todo este tiempo...maravillado como la primera vez que mis ojos la descubrieron...mis manos buscaron las suyas...disminuyendo la distancia entre nosotros...rodeando su cuerpo...y acercando sus labios a los mios, para fundirnos en aquel beso que habia vivido mil veces en mis pocas horas de sueño durante aquellos largos años que nos separaron...solo me detengo cuando siento que el deseo de seguir contemplandola se vuelve insoportable, me alejo...solo lo suficiente para perderme en aquellos ojos violaceos, mientras mis dedos se pasean por su mejilla...sonriendole hipnotizado...hasta que siento que las lagrimas comienzan a zurcarlas.
-Kath... -
"Mi amor...mi reina...mi todo"..mis brazos la rodean pegando su cuerpo al mio.
-No dejare que nos vuelvan a separar...donde vayas...iremos juntos...-
Aunque mi voz era tan baja que solo ella podia oirme, el peso de mis palabras parecian capaces de quebrar la tierra bajo nuestros pies
-Siempre...juntos...-
Agregue besando su frente...y de reojo vi como el navio ingles se asomaba por el lado este de la isla, levante la mirada extrañado...y vi como el vigia en cubierta descubria los vestigios del ataque de Davy...alertaba al capitan...y los soldados se preparaban para la batalla
-Se que quizas no sea el momento ideal...pero el Syrenis necesitara a su Capitana-
El punto que se acrecentaba en el horizonte explicaba mis palabras...el fuerte pareceria un paseo comparado con 3 navios y 1000 ingleses enfadados..

OFF: Time is up, this is war.

Un punto en el horizonte comienza a aumentar de tamaño, Amir distingue a los 3 navios con su habilidad de ojo de aguila, pero aun se encuentran a una distancia considerable. Tienen tiempo de reaccionar, o simplemente esperar, esconderse, como decidan.

Kath:

Si un momento antes mi corazón se había detenido por completo, ahora sería capaz de darle energía al cañón más poderoso del mundo. Me costaba entender que las palabras de Amir eran realmente para mi, no se estaba despidiendo.
Abrí la boca para decir algo, pero me interrumpió y ya no fui capaz de recordarlo, quizás tampoco era nada importante o simplemente había esperado que al intentarlo, pudiera decirle cualquier cosa que no fuera "ah". Amir miraba al horizonte, pero no era capaz de vislumbrar nada sobre lo que me estaba avisando. Tal vez solo quería evitar la situación pero...
-¿Porqué? -Le pregunté, dudosa, sin saber si debería estar viendo algo en alguna zona de la playa que nos rodeaba, el mar o el horizonte. Al parecer, en agún lado, Amir era capaz de divisar una pequeña flota de barcos que parecían ser nada amistosos.
-Lily.... -Murmuré sin poder subir más la voz, me solté de Amir y fui directa hacia mi hija, que jugando de un lado a otro, intentando pensar con claridad, pero... ¿qué podíamos hacer? Me aclaré la garganta, olvidandome un poco de que Amir estaba de nuevo conmigo -Necesitamos el Syrenis, ¿dónde esta Maia? -Pregunté al aire, caminando a toda velocidad, mientras Lily me miraba sin entender qué sucedía. Su mirada infantil me persiguió hasta que llegué junto a la capitana del Gaudium, a la que pretendía explicarle todo. A cada paso que daba, mi mente se movía cada vez más rápida entre las opciones que teníamos, revisando a cada uno de los tripulantes para decidir qué hacer con los heridos.
-Se acercan tres navios, vienen directos hacia aquí -Esperaba que pudieramos llegar rápidamente a un acuerdo entre ambas, asi que comencé a hablar -Nosotros podemos pasar por debajo y atraparlos por la espalda, pero quiero que los heridos y Lily se queden aquí -Le dije, notando el tirón de mi hija, que empezaba su rabieta predecesora a cualquier batalla. Intenté ignorarla.
-Will, necesito que esten preparados, tú te quedas también -Pareció dispuesto a quejarse, pero algo cortó sus palabras, asintió y se marchó a dar ordenes. Había bastantes heridos, no solo por los disparos, Amir estaba agotado y el hombre que los había acompañado también debía descansar.
-Tú también -Le dije, enfrentandome a Lily, sabiendo que no iba a ceder tan rápido como yo quería -No quiero escuchar quejas -Le avisé antes de ver como empezaba a llorar.
-¡Pero papá Will esta herido, yo no! ¡Puedo pelear! -No tenía suficiente paciencia en ese momento y claramente se iba a ir poniendo peor conforme los que ibamos a deja atrás intentasen convencerme de lo contrario.
-Te quedarás con Will y Amir, no tardaremos en volver y después Maia te enseñará un truco nuevo con la daga -Aunque pareció planear una rabieta, el premio era jugoso, casi nunca dejaba que aprendiera nada y le tomó tiempo suficiente como para girarme a Dulce en busca de ideas.

Amir Salleh:

Kath no tardo en reaccionar, poniendose a la altura de la situacion como la gran capitana que recordaba...mientras se movia y discutía los preparativos para el asalto con Dulce, mi mirada seguia fija en el horizonte, evaluando numero y poder de fuego de nuestros enemigos...era un suicidio...senti un escalofrío recorrer mi espalda, que hizo que mi mirada buscara la figura de la pequeña...mi pequeña...extrañado por la sensacion observe a mi hermosa niña unos segundos...me llevo un tiempo darme cuenta que lo que sentia era miedo...un miedo terrible a que mis ojos no volvieran a encontrar aquella perfecta imagen cuando la batalla acabara...si algo le sucedia...busque a Kath con la mirada...la sensacion era similar...los ingleses no debían llegar a la costa, y no dejaria que Kath fuera sola, dos razones que harian que desobedeciera las ordenes de mi capitana.
-Voy contigo, no dejaré que pelees sola, Lily estara a salvo en la isla, no hay motivo para que me quedé-
No había tono de sugerencia ni petición en mis palabras, mi decision estaba tomada, no deseaba contrariar a Kath, pero no me quedaría de brazos cruzados cuando necesitarian toda la ayuda que pudieran tener. Asegure mis dagas al cinturón para evitar que se cayeran si tenia que nadar y me dispuse a abordar el Syrenis

Kath:

Me tranquilizó ver que Dulce no necesitaba demasiadas explicaciones sobre los navios, que ya comenzaban a divisarse, ni de mis peticiones sobre la protección de heridos. En cambio, quienes no deberían haber dicho nada, no paraban de hablar. Amir se alejó, muy seguro de que iba a venir conmigo, mientras la voz de Dulce me explicaba su plan.
-Entonces necesito el barco en funcionamiento cuanto antes -Dije alzando la voz sobre el ruido de las olas, mirando la dirección que había tomado mi antiguo timonel, después, me giré a Dulce de nuevo -Esta bien, pero no dejaré que te hundas con él -La avisé antes de abrazarla un segundo -Necesito un momento... ¿podrías organizarlos? -Le pedí, murmurando en su oido, sabiendo que había notado mi desacuerdo en las quejas de Amir, que iba claramente en dirección a los barcos. En cuanto pude, salí corriendo tras él, notando mis piernas más inestables de lo que esperaba.
-No puedes venir -Le dije -Te lo prohibo -Amir, que estaba por llegar al borde de la playa, se giró a mirarme extrañado, como si hubiera dicho la mayor de las locuras. Su voz estaba tranquila, pero era evidente que no se sentía tan relajado como me hacía ver. No solía discutir con nadie, solo Maia o Will me llevaban la contraria en ciertas situaciones y tras ese tiempo no tenía la paciencia de escuchar sus quejas de niño. intentó subir al barco, pero este, siguiendo mi orden, se alejó de él, hundiendose en el agua.
-Quedaté con nuestra hija -Insistí, intentando apelar a su sentido del deber, pero lejos de lo que yo pensaba, no surtió ningún efecto -Me da igual si no te parece bien, Amir, llevas seis años encerrado, y yo he seguido peleando, si sigues insistiendo en venir tendré que pedirle a Maia que te deje fuera de combate, no voy a permitir que vengas -Dije, intentando acabar rápidamente la conversación, nuestros enemigos se acercaban más y más y si el syrenis se hundia demasiado tarde seríamos claramente visibles, perdiendo el efecto sorpresa que nos daba esa increible capacidad del barco.
-Como desee capitana -Al girarme a mirarlo, su cabeza estaba agachada, acatando las órdenes que le había dado. No me sentí mejor, su voz me molestaba pero no iba a poder luchar tranquila viendo como se obligaba a olvidar todo ese tiempo encerrado-, no navegare con usted -Suspiré más tranquila, pese a que después de eso comenzó a alejarse. Iba a seguirlo, pero no era el momento de reencontrarse. Saqué la cubierta del Syrenis del agua y me acerqué lo más rápido que pude a Dulce, esperando poder comenzar el ataque antes de ser un blanco fácil.

Amir Salleh:

Kath dijo que me prohibía ir con ella, la mire extrañado...no acostumbraba a ir contra su voluntad pero tampoco estaba acostumbrado a ser privado de la mia por nadie.
-No dejare que vayas sola-
Repeti simplemente, aunque alego que me quedara a cuidar de lily, no tenia sentido que me quedara jugando con ella will y Tom cuando en la isla no habia ninguna clase de peligro
-Protegere a nuestra hija, los ingleses no llegaran a tiro de cañón, no tiene sentido dividir nuestras fuerzas, si ustedes fallan todos en la isla estarian condenados-
No quiso escucharme, amenazo con ordenar a Maia que me noquease, no dejaria que nuestra discusion terminara lastimando a alguien mas de la tripulación, su decisión no cambiaria, y la mia tampoco.
-Como desee capitana, no navegare con usted-
Mi voz era fria y mi expresion severa, di media vuelta y me dirigi hacia el otro lado de la isla, donde recordaba que se encontraban los navios de bodvar y el oficial con sus hombres, antes de internarme en la vegetación me detuve unos segundos para observar a lily, no quise despedirme para evitar que me siguiera, pero Tom me dedico una mirada tranquilizadora mientras se inclinaba a entretener a la niña con uno de sus consejos para la naciente tripulación.

Balthazar Blackboot:

Al principio las intenciones del pirata parecían honorables, habia accedido a una contienda entre caballeros impidiendo que el resto de los amotinados interfiriera, por lo que mientras pateaba su insensato trasero mi enojo dio lugar a cierto respeto por el hombre, quizas tenia sus razones para atacarme...y aunque no perdonaría desautorizacion de tal magnitud frente a mis hombres genuinamente consideraba dejarlo ir con vida...hasta que senti la daga en mi cuello y el bastardo osó apuntarme con su pistola
- Bueno, Teniente, al parecer no podremos terminar nuestra reunión. Es una lástima, pero la fiesta se acabó. ¿Sus últimas palabras?-
Le sonrei, al parecer mi intento por pelear a su nivel habia sido traicionado, dandome el derecho moral de usar todas mis fuerzas.
-Esta nadando en aguas demasiado profundas para usted..la "fiesta" apenas comienza-
Antes de que pudiera reaccionar Em salió en mi defensa, apuntando con sus pistolas a mis dos agresores, me volví hacia ella ignorando el cuchillo que al moverme dejo un leve corte en mi cuello y le guiñe un ojo sonriendole encantado, sintiendo que juntos no habia nada que no pudiéramos enfrentar, verdaderamente era el amor de mi vida.
A nuestro alrededor los piratas se prepararon para atacar, como respuesta a una mirada de John
- Milady, le aconsejo que desista de asuntos que no le conciernen. Aseguro que habrá espacio suficiente en mi navío para usted, con todas las comodidades que una dama de su porte se merece. Sería una pena desperdiciar belleza semejante. - 
Dijo sonriendo, el medallon vibro y la ira parecia comenzar a materializarse a mi alrededor, escurriendose invisible entre la turba de hombres armados...cerre mis ojos unos segundos intentando conservar el control...luchando por no entregarme a la oscuridad..hasta que los abrí mirandolo fijamente
-¿Acaso acabas de amenazarla?-
Pregunté confundido, no hubo tiempo de obtener respuesta alguna, aquello que había nacido en mi interior y se habia escapado a través del medallon envolvio los cuerpos de todos y cada uno de ellos, inmovilizandolos. El antebrazo del muchacho que sostenía el cuchillo comenzo a moverse, separando la daga de mi cuello, y al llegar a su punto de maxima extensión se oyó un crujido y continuo flexionandose en dirección opuesta a la natural, los cañones que apuntaban a Em comenzaron a alejarse para volverse hacia los rostros de aquellos que las enpuñaban, a pesar del esfuerzo que los desdichados hacían por evitarlo, 5 disparos resonaron entre las paredes destruidas del fuerte, seguidos por el sonido seco de los cuerpos con los rostros mutilados cayendo pesadamente. A pesar de que nadie podia hablar se oian leves sonidos como murmullos entre los hombres, respiraciones entrecortadas...dientes tiritando...el sonido del orin escurriendose por los pantalones de los mas supersticiosos...los quejidos ahogados de Dayron cuyo antebrazo colgaba interte en un ángulo imposible...
-Si no confian en mis palabras, temeran mi fuerza-
Dije intentando mantener el control..el peso que inmovilizaba a los piratas se volvió insoportable, y todos cayeron de rodillas..necesitaba calmarme..a medida que pasaba el tiempo la oscuridad se volvía mas insoportable..me volvi hacia Em...busque su mirada...acaricie la suave piel de su rostro...y mis labios se encontraron con los suyos durante un tiempo que se sintio demasiado corto...pero una vez que volví a encontrarme con aquellos ojos cafés la oscuridad perdio todo el control que tenia sobre mi. Aunque aun no podian moverse mucho, el muchacho con el brazo roto ya se quejaba libremente de dolor. Me volvi hacia John
-¿Aun me llamas traidor? ¿Realmente lo crees? ¿O simplemente quieres ocupar mi lugar al mando de estos hombres? ¿Quieres probar que eres mas duro que yo?-
Me quite el parche exhibiendo la bala aún incrustada en la cuenca de mi ojo y levante mi pistola apuntando al mismo ojo de John
-Veamos-
-Oye amigo...¿No tenias mas ojos la ultima vez que te vi?-
La voz me resulto familiar, me volvi y note la figura de Amir sentado sobre uno de los muros comiendo una manzana mientras nos observaba
-No es que quiera interrumpir tu escarmiento ni nada pero...al parecer los ingleses decidieron atacar despues de todo...se acercan los 3 navios a la costa-
Los malditos...una fuerza de ese tamaño seria imposible de repeler...baje el arma algo molesto y le tendi la mano a John para ayudarlo a levantarse
-Busca un barco en el puerto, llevate a un puñado de hombres de confianza y acerquense por la retaguardia, no se dejen ver hasta estar seguros de que estan distraidos con nosotros-
Amir puso su mano sobre mi hombro, y se acerco como para que sólo yo escuchase
-He oido decir que ese truco que haces con el medallon tambien sirve para mover barcos, y hay uno muy grande en la costa que necesita un Capitan-
Asenti, me volvi hacia los hombres que se encontraban a mi alrededor esperando órdenes
-¿Quienes quieren matar ingleses?-
Me respondieron con un vitoreo, y antes de avanzar tome la mano de Em interrogadola con la mirada...deseaba que estuviese cerca mio, pero seguramente la necesitariamos Capitaneando un barco, ella leyó mis pensamientos, poso su mano sobre mi mejilla y me regalo un calido beso intentando tranquilizarme, apoye mi frente sobre la suya y nos miramos unos segundos, para luego seguir cada uno en direcciones opuestas, no hizo falta decir una palabra. Con un gesto envie a la mitad de mis hombres a escoltarla y el resto me siguio con los animos encendidos.
Abordamos unos esquifes y remamos hasta el navio, una vez en cubierta los hombres se dispersaron a evaluar la integridad del barco liderados por Amir, mientras yo caminaba hacia el timon acariciando el medallon...a decir verdad tenía mis dudas, no estaba acostumbrado a confiar el exito de una batalla a un pedazo de metal...pero si algo havia aprendido los últimos 6 años era lo mortal que aquella reliquia podia llegar a ser. Me quite el medallon con cuidado, sintiendo como vibraba en mis manos, como si estuviera impaciente por besar la nadera del navío, lo apoye sobre el timon y el barco se estremeció, las maderas comenzaron a oscurecerse, como si las nubes las hubiesen privado de la luz del sol, por el contrario las velas manchadas por el tiempo se tornaron tan blancas como la nieve, en la superficie del casco la madera se alteró hasta tomar una trama que recordaba a las escamas de un dragon, y los 60 cañones se asomaron hambrientos como las espinas de un puercoespín.
Volvi a colocarme el medallon y vire el timon en dirección a los puntos que se veían en el horizonte, Amir se coloco en la punta de la proa agazapado como un tigre a punto de saltar a su presa y los hombres al darse cuenta que el navio no los necesitaba para navegar desenvainaron sus armas e intimidaban a sus enemigos a la distancia con alaridos demoniacos, sedientos de venganza...mantuve la calma...no seria facil, pero si la muerte me hallaba seria luchando..

Kath:

Con la sensación de una pequeña victoria en mi cabeza me sentía más animada a enfrentarme a tres enormes navios que lo más seguro es que causasen daños en mi querido barco, pero que por nada del mundo pensaba dejar alcanzar la costa.
Todos corrian de un lado para otro como pollos sin cabeza, incluido Will, a quien Lily no quitaba ojo y seguía de un lado para otro, seguramente intentando convencerlo de que ella debía luchar. Dulce estaba ayudando, asi que yo no fui menos y subí al Syrenis para echar una mano subiendo mercancías. Mi pequeño barco era más reducido que el Gaudium, por lo que enseguida las bodegas quedaron saturadas y un par de los barriles quedaron en mi camarote, para evitar dejarlos en un lugar delicado. A cambio, para evitar un exceso de peso, que provocaría un avance más lento y una subida demasiado larga, todos los objetos innecesarios, como cofres y demás, fueron llevados a la playa. Me molestabaun poco tirar todas mis cosas, incluida la cuna y objetos de Lily, pero de verdad que el pobre Syrenis no lograría subir a flote con demasiado peso.
-Mami -Me dijo Lily, tirando suavemente de mi cinturón. Me giré a mirarla, estaba asustada, cosa normal, pero siempre lo estaba cuando comenzaban los preaparativos de una batalla. Me agaché para abrazarla y cogerla en brazos, llevandola con Will, que lejos de mantenerme la mirada, parecía interesado en un punto muy lejano del mar. Lily se agarró a su mano antes de que me fuera con los demás a terminar lo poco que quedaba.

El grupo se había dividido, la Capitana se encaminó a la playa junto a Oscar y algunos más, pertenecientes a otra tripulación. Mis pies se mantuvieron estáticos. Algo me impidió seguirles el paso. ¿Qué estaba haciendo? Me dispuse a observar a mi alrededor en lo que un desconocido, seguido por una multitud enardecida, embestía sin miramientos a otro hombre. Aparentemente se trataba de un oficial traidor o algo así, no tuve oportunidad de indagar demasiado ya que el combate finalizó enseguida y la rebelión fue literalmente aplastada por el supuesto traidor gracias a un poder descomunal que me dejó desconcertada, al mismo tiempo que se encendía mi curiosidad. Un cosquilleo de emoción me recorrió la espalda. Necesitaba descifrar la fuente de ese poder. Necesitaba poseerlo a como de lugar. ¿Qué riqueza me sería negada con fuerza semejante? ¿Quién podría oponerse a mi voluntad? Regirían mis dominios sobre todo lo que mi vista alcanzase, se arrodillarían ante mi y temerían mi nombre. Me vestiría con las mejores prendas y joyas de cada continente, de todos lugares vendrían a rendirme tributo, con el único deseo de conseguir la mínima posibilidad de besar mi mano. Nunca jamás volvería a fregar una cubierta, o a matar ratas en las bodegas, o a escarbar la pólvora de los cañones, o a cocinar para 70 personas como una sirvienta inmunda y desaliñada. Y, por sobre todas las cosas, nunca jamás volvería a ver a Van Bockholt. Le mandaría a exiliar al lugar mas recóndito y letal del planeta. Si, eso haría. Era una imagen tan hermosa que podría haber lagrimeando de emoción. Pero primero, lo primero. 
Seguí al inglés hasta la cubierta de un navío inmenso sin perderle de vista un momento. Al colocarse éste sobre la torre del timón, extrajo de entre sus ropas un colgante que tenía prendido al cuello y lo posó sobre la madera del inmenso barco. Mis ojos se maravillaron al ver cómo del objeto manaba un aura oscura y se extendía por toda la embarcación, modificándola a su antojo.
- Secretillo, secretillo… - tararearon mis labios, esbozando una sonrisa. 
Esperaría a que la batalla terminase y aquel medallón sería mío. 
Mis ojos se desviaron un momento hacia la corpulenta figura de Amir, quien con destreza alineaba a los hombres para luchar. 
- Hey, Tigre. – le llamé, mientras me acercaba. – es bueno verte otra vez.