Proyecto Amon: Libertad [Cerrado]

Recuerdo del primer mensaje :

De nuevo, un dia cualquiera, hora de experimentos. La droga que os suministran enseguida os hace efecto y sois transportados semiinconscientes. Notais el traqueteo de la camilla, ya acostumbrados a él. Quizás entrais en una, dos o ninguna otra habitación. Pero algo ha cambiado.
No os ponen en la fría camilla de metal a la que siempre os atan, esta vez es diferente. Esta oscuro y no corre el aire. No se oyen voces, ni huele a desinfectante.

Black, el experimento C·2·M-036, salta fuera de su celda nada más la puerta se abre, agresiva, molesta y deshorientada... ¿Dónde está?

Manasá, conocida entre sus cuidadores como C·3·R-002, ya recuperada del sedante, se despierta con el ruido de apertura de su caja. La luz del sol ilumina el pequeño claro que tiene delante, muy diferente al diminuto habitat donde vive. Duda si salir, pero el aire frio de su encierro ha bajado la temperatura de su cuerpo, no puede retrasarlo mucho mas y sabe que debe ir al sol.

La siguiente en abrirse fue la de M·2·M-012, cariñosamente llamada Agnes, aunque de ella no salió nada pues el efecto de su calmante era algo mas fuerte por un error. No tardaria en despertarse en cualquier caso.

Tras esta, la cuervo Claire, M·3·A-018, fue liberada. Sus ojos escudriñaban a los demás experimentos un segundo antes de poner las patas fuera de su carcel. Ya podía estirar las alas.

Solo quedaba una enorme caja cerrada. En la puerta se podia leer M·1·I-030. Se escuchó un click y esta se abrió. La oscuridad de dentro mostraba que doce ojos miraban el exterior con curiosidad. Las seis cabezas empezaron a pensar cada una por su lado, pero todas a la vez. Salir... o no salir... ¿Qué iban a encontrar allí?

Cuando no todos habían salido de sus respectivas cajas, una pequeña liebre cruzó corriendo hacia ellos. Parecía huir de algo y, dos segundos despues, un enorme tigre se abria paso por la vegetación encorriendo al pequeño animalito. No le costó mucho cazarlo y abrió sus fauces. Iba a devorarlo.

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Punto de partida, el claro que hay a la entrada.

Mapa:

CUPOS
Kairi --- Claire --- Cuervo
Kairi --- Yue --- Lémur de cola anillada
Clea --- Black --- Lobo
Mehy --- Manasá --- Boa constrictor
Nana --- Agnes --- Pantera
Azury --- "Azmodiel" o Az, Mo, Di , El, Am y De --- Ciempiés
Kirtash --- Kareth --- Zorro rojo
Pandora --- Eva --- Leopardo
Kuvuka --- Jax --- Lobo

Leidana --- Madeleine --- Chacal negro
Leidana --- Shawn --- Aguila Harpia
Adamaris --- Riku --- Tigre
Adamaris --- Ikuru --- Liebre común
Adamaris --- Taiyo --- Lémur de cola anillada

Jax:

-Nunca intenté detestarte, tan solo nuestra forma de pensar es diferente-
Asenti pensativo, Black tenia razon, quizas el hecho de que a veces me sintiera diferente a mis nuevos compañeros se debia a que durante toda mi vida habia respetado y obedecido a los normales, quizas ellos no habian visto las cosas que yo habia visto...o quizas yo no habia visto las cosas que ellos habian visto...el recuerdo de Tessa y Maddie siendo arrastradas hace un par de dias se fusiono con el rostro de la chica lobo mirando a la nada mientras se desangraba en mis brazos...
-Todavía no me lo has presentado-
Agradeci que las palabras de la chica lobo me arrastraran de mis preocupaciones, no seria bueno para mi temperamento que siguiera pensando en el incidente
-Se llama Coco-
Dije sonriendo divertido, adivinando que robablemente ya creeria que estaba loco por andar por ahi hablando con un peluche
-Se que no puede oirme, pero no soy de los mas sociables, y en ocasiones disfrutaba tener alguien a quien hablar-
Observe unos segundos al pequeño oso mientras Black le acariciaba la cabeza
-Me pertenecia cuando aun era humano, me recuerda que soy mas que una bestia...-
Sali del estanque y movi un poco los musculos adoloridos de mis hombros, sentia el aroma de los normales y sus...medicamentos...mire a mi alrededor...Maddie y Tessa habian vuelto...por el bien de los normales...esperaba que estuvieran ilesas...

Riku:

Maddie parecía bastante mejor, la anestesia debía estar ya casi eliminada de su organismo, pues se movía sin problemas. No parecía saber lo que hacía, pero nos dió un beso en la mejilla como agradecimiento e intentó huir de nuestra vista. Quitando la pose adorable que hizo, nos dijo que iba a disculparse con Jax, pero no iba a ser tan facil desacerse de dos niñeras molestas. Cuando apenas había dado un paso fuera del refugio, me acerqué por detrás y la cogí cual princesita.
-No recuerdo que te hayamos dado permiso para huir -Bromee, pues ya que no había conseguido que sonriera, iba a hacer que no pensase cosas malas -¿Prefieres ser una princesa o un saco? -Le dí a elegir antes de echar a andar. Olía a perro mojado, asi que era fácil encontrar a Jax.
-¿Vienes, Ethan? -Esperé su respuesta y, sin dejar que Maddie se bajara aunque no le gustase ir así, la llevé con él. -Hola, traemos una enfermita -Bromeé de nuevo. Black estaba allí también,a cariciando un osito de peluche que Jax llevaba consigo desde siempre.

Spoiler:

Tras mi abrazo Maddie se secó las lágrimas y me dio un gracias muy bajito, yo asentí para responder. Parecía muy triste y sin ganas de hacer nada, pero Riku le animó, pues le besó en la mejilla a Riku para luego levantarse y besarme en la nariz. Me hizo mucha gracia el gesto, sobre todo al darme cuanta que lo hizo por imitación y no por que supiera lo que significaba ese gesto. Dijo de ir a disculparse con Jax, parecía querer ir sola, aunque yo iba a ofrecerme para acompañarla. Riku se me adelantó en eso y además la cogió en brazos como una "princesa". -Claro- respondí ante la oferta de ir con ellos en busca de Jax. Lo encontramos en el lago, y estaba junto a Black, la verdad es que creía que estaba un poco fuera de lugar, pero permanecí al lado de Riku para cuidar de Maddie y vigilar que no se hiciera daño.

Black:

Jax me dijo que el peluchito se llamaba Coco, y argumentó el por qué tenía un peluche, yo veía bien el hablar aunque fuera con un peluche, si fuera él, ya me habría vuelto medio loca de no poder hablar tranquilamente con los míos. Jax me dijo que era de cuando había sido humano, yo la miré sorprendida, era verdad que había criados allí, pero siempre pensé que sería un creado, por la forma que tenía de valorar tanto a los científicos. -Te envidio, tu tuviste la suerte de haber conocido el mundo antes que esto... Yo ya nací así y aquí- La verdad, es que no le tenía envidia a los humanos, me gustaba como era, pues era más fuerte, más ágil, más resistente y con mejores reflejos y olfato. Nunca intentaría cambiar quién era, pero me habría gustado ver el mundo exterior y poder ser yo misma sin nadie que me limitara, ni me castigara. Jax salió del estanque, en ese momento un olor apareció en el aire, miré a este con comprensión ... habían vuelto. 


Casi en ese momento, apareció Riku con Maddie en brazos y Ethan detrás de él. Yo me levanté del suelo y dejé a Coco donde había estado todo el rato -¿Estas bien? ¿Te duele algo?- le pregunté preocupada al escuchar a Riku llamarla enfermita, pero pude ver que solo era una forma de hablar. Poco después me di cuenta de lo raro que habría sido encontrarnos a Jax y a mi juntos, ya que casi todos sabían que no nos habíamos hablado desde que habíamos llegado al proyecto. Pero ya había arreglado las cosas con él y ahora no tenía la necesidad de echarle evitarlo, pues no había sido él.

Noté primero a Black, sentada en la base de un árbol, luego a Jax a orillas del lago. Riku saludó, alegando que me encontraba enferma.
- Yo no estoy... 
Iba a terminar de objetar que no me sentía mal y responder así a las inquietudes de Black, pero me detuve en Jax y su cuerpo amoratado, repleto de heridas, algunas aún abiertas, haciendo que mi pecho se anudará de culpas y remordimientos. ¿Qué había hecho? 
Cuando nuestras miradas se encontraron, aparté mis ojos de los suyos al instante. No podía mirarle después del dolor que le había causado… Me sentía un monstruo, el más horrible que jamás hubiese imaginado.
Me incliné hacia adelante, en una especie de reverencia extraña. En realidad no sabia qué hacer, la vergüenza me impedía sostener su mirada. Ya no quería ser un monstruo, no quería que nadie volviese a sufrir por mi culpa...
- Lo siento mucho… - murmuré, mi voz se oía ahogada por la angustia. – De verdad… perdóname… por favor… - mis manos en vano se cerraron en pequeños puños para intentar arrancar aquel arrepentimiento de mi interior. – ya no quiero hacerle daño a nadie… juro que no quiero…
Estaba exhausta… mi pecho parecía estrujarse y hacerse pequeño entre mis brazos delgados y débiles.
- Perdóname… por favor…

Riku:

Madeleine, que durante todo el camino había estado revolviendose como si su vida dependiera de ello, ahora parecía un inocente cachorro suplicando perdon. Apenas se la oía, pero estaba seguro que Jax entendía lo que le decía. Me pregunté por qué los cientificos no se lo habían llevado para curar con ella y Tessa, pero nadie iba a responderme. Supuse que alguna razón habría.
La culpabilidad de Maddie era demasiado grande para ella, parecía a punto de quebrarse y si alguien iba a volverse loco era yo y no el resto. Pase mi brazo alrededor de sus hombros, abrazandola suavemente.
-Dice que la proxima vez te mascará más fuerte -Bromeé, sonriendo a Jax. Era más que evidente que era todo lo contrario a lo que nuestra chacal quería decir y estaba seguro que Jax la había escuchado. Su oido era fino cual perro. -Lo que te pasa -Dije mirando a Maddie -Es que te preocupas demasiado. Eres un chacal! Muerde algo! Quitale las presas a Jax o pelea contra mi! No tienes que obligarte a ser humana -Le expliqué. Hice que me mirase -No eres humana. Ni eres un monstruo. Solo eres... Madeleine. Si no cansas tu bestia interior acabaras convirtiendote en ella -La avisé, no era la primera vez que alguno de mis amigos, enloquecido por el encierro y la mutación dejaba de tomar forma humana.
-No sería la primera vez que ocurre -Le dije algo más bajito. Seguro que ella había escuchado mi historia aunque fuese medio dormida. -Asi que... -Estaba ignorando al resto, pero en realidad hablaba para todo. Ser un depredador rodeado por presas, a las que no quieres atacar es dificil y más aun encerrados como estabamos. -, no te preocupes y cuando quieras pelear, pelea. Seguro que puedes contra Jax sin problemas -Dije intentando picarlo. Él ya sabía controlarse, le habían enseñado y educado para ello y seguro que sabía lo que debía sentir Maddie.
-Solo mira como lo has dejado, parece un mapa -Bromeé, de nuevo, procurando quitarle hierro al asunto... aunque debíamos curar al lobo. No se veían feas las heridas pero mejor estarian curadas.
-Te aseguro que no tienes que ir escondiendote, no vamos a odiarte por algo que todos somos -Ahora estaba serio, no solía pasar, pero me pareció que Madeleine lo necesitaba.

Rol-off: Hola, Mehy. Si, puedes volver, pero te mande un mensaje a fb y no me habria importado que respondieses.
[Ivan] (Como tengo que hacer su ficha, de momento lo dejo asi ademas no encuentro la img)
Aquel tiempo había sido extraño. A pesar de que los cientificos nos habían dejado aparentemente tranquilos y el resto no se insmiscuía en nuestra relación, a veces me sentía incómodo al darme cuenta que nuestra situación era muy muy siniestra. De todas formas, mi instinto se olvidaba de eso cuando Manasá, cabezona como ella sola, insistía en salir a charlar o dar una vuelta y, aunque accedia, vigilaba a cuantos se acercaba.
Un día, tras un prolongado tiempo de estancia en nuestra cueva, me pidió salir a nadar. Miré su plato de comida, no estaba del todo terminado asi que gruñí a su idea, pero, para variar, ya se estaba alejando de mi. Suspiré y la seguí hasta el lago. Pareció no darse cuenta de que algunos otros experimentos estaban alli. Quizás... si estaba de nuevo con ellos... la obligarian a comer.
- ... -No sabía que decirles, para explicar la situación de forma rápida. Mirandolos bien, vi que una de las chicas llevaba una cosa rara al cuello -Hola -Ya no se me ocurría que más decir.

Rol-off: Nanix, tus pequeñas explicaciones sobre la cúpula me ha matado xD De regalo, aqui te dejo una actu para ti. 
Tessa, ayudada por Claire, consigues alcanzar el teclado. Ahora eres tú contra todo. Tus sentidos parecen despertar, habeis estado ciegos allá abajo, pero notas alboroto en el interior al asomarte un poco para avisar de que estás bien. Prefieres mantenerte escondida para evitar problemas y miras a tu alrededor. Los colores, el olor, las nubes... Todo. Todo es nuevo, como si lo vieras por primera vez.
El cielo azul que desde dentro parecía encapotado solo tiene unas pocas nubes manchandolo, pintadas del blanco más puro, de algodón esponjoso y suave, moviendose con la lentitud característica de un caracol. El olor te recuerda a tu infancia, aunque no entiendes por qué. Hueles a hierba y tierra húmeda, hace poco que ha llovido. Unas montañas cubren el horizonte, cubiertas de hierba verde en su parte baja, bosques oscuros en su mitad y lo que crees que es nieve.. o quizás una nube que quedó atrapada.
Tu naricita se mueve intentando captar todos los aromas que puedes reconocer y descifrar aquellos que no logras ubicar. Es un mundo completamente nuevo para ti y te está esperando. Pero también tus amigos allí abajo te esperan.
El techo parece frágil, pero es lo suficientemente fuerte para mantenerte mientras tus ligeras patitas corretean por él. Podrías bajar por una tuberia lateral hasta una zona con mucha hierba en la que ocultarte si era necesario. Unas verjas estúpidas pero de aspecto amenazante protegían las lindes del lugar, muy lejanas desde tu posición, pero alcanzables en una o dos horas de veloz carrera entre plantas enormes.



Puedes volver dentro. Continuar en peligro. Continuar siendo un experimento atrapado en aquella jaula de hormigón junto a tus amigos, demasiado grandes para escapar por aquella ventana, incluida la chica cuervo que te había sacado. Podías saltar a una rama cercana, bajar y contarles lo ocurrido, ahora que los cientificos habían desaparecido del interior. Lo único que tienes en contra es que... al entrar... nunca puedas salir de nuevo. No sabes si las cámaras te veran, si Claire volverá a ayudarte a salir o si quedará alguien aún. No puedes asomarte mucho más que para ver la rama que sujeratía tu cuerpecito si eligieras esta opción.

Imagen de lo que ve Tessa:

Rol-off: Esta actu va para todos salvo Tessa (podeis leer las 3 actus). ¿Comenzamos a movernos? Los dos apartados tienen la suya más abajo

Rol-off: Tercera y última actu. ¿A que las imágenes de actualización me han quedado bien?
El ambiente ha cambiado y antes de que abraís los ojos ya sois conscientes de no estar en el recinto. Miraís a vuestro alrededor y estais solos. Tras un momento para despejaros, una chica vestida de blanco, médica o enfermera, os conduce por un largo pasillo tan blanco como su bata hasta la puerta más oscura de todas. Gris metálico, con varias sillas dentro y un espejo a uno de los lados. No hay nadie allí, y os pide que os senteis. Agnes en la silla 2 y Ethan en la 5.
-Las cosas son asi -Comienza a hablar una mujer que no habiaís visto pero que sale de detrás de la puerta -Experimento M2M12 -Se pará a mirar a Agnes -Comportate o la próxima carta que te llegue será un funeral -La amenaza cala hondo a la chica pantera. Sabe que no es un farol. Debe comportarse o su familia sufrirá las consecuencias de sus actos. Prefiere morderse la lengua al darse cuenta que, tras esa amenaza, esta el claro hecho de que esa mujer ha leido su carta. Era personal, pero el miedo a que a mamá, papá o cualquiera de sus hermanos les pase algo la mantiene callada y dócil.
-En cuanto a tí... -Se gira a mirar a Ethan -Experimento M3A3. Deberias atender a esto -Con un click, el espejo se torna invisible, pues es falso. Tras él, en la habitación contigua, un pequeño niño de no más de cuatro años, quizás algo menos, juega con una pelota de color rojo. Su pelo es blanco como la nieve, revuelto, dandole un aire rebelde, entre el cual podeis ver pequeñas plumas grises. Sus ojos, cuando lograis verselos, son del más puro ambar. Brillantes. Infantiles. Enormes. Su apariencia general es... la de un pollito de buho nival con plumas, pero sin haber perdido su plumón por completo.
-¿Sabes quién es verdad? -Era evidente por la expresión del chico que no había tardado en reconocer a su cria -Conseguimos salvar al más pequeño, que nació protegido por un huevo y se mantenia en el interior cuando la abrimos -La frialdad en la mujer era evidente. Su corazón era un tempano del hielo más congelado al fondo de un lago de hielo puro. Pero eso no era lo que importaba.
-Si no te comportas, comenzaremos con los exámenes ahi mismo -Antes de que ninguno pudiese abrir la boca, añadió -Y te aseguro que podrás oir todo lo que grite -Un escalofrio recorrió la espalda de Agnes. Aquella amenaza no solo iba por Ethan, ella también entraba en ese pacto.
-Perfecto pues, comencemos con la puja -Y, sin más salió de la habitación, dejando el espejo un momento más transparente antes de que nada pudiera verse. Poco después, empezaron a entrar otros experimentos, un total de 7.
Un chico con ojos de hormiga, antenas y un pelo cubriendole gran parte de la cara. Dos chicas identicas, una de azul y otra de rojo a las que les faltaba un brazo y cuyos ojos parecían ciegos, de pelo corto y nariz de topo. Un chico con pinzas por manos y ojos saltarines. Y, tras ellos, la más normal. Una chica con alas de mariposa, translúcidas y frágiles. Nadie entra ni nada. Varios se ponen a hablar entre ellos, salvo la chica mariposa que os mira con curiosidad, casi la misma que vosotros sentís hacia ella. Es muy... normal. ¿Por qué está ahi?

Chica extraña:

Black:

Maddie se estaba disculpando con Jax por haberlo herido de aquella manera, parecía un cachorro perdido y abandonado por sus amigos, seguramente Jax le perdonaría, sino lo hacía, ya me ocuparía yo de alegrarle el día a Maddie y mirar con mala cara a Jax durante un tiempo. Riku intentó mejorar el ambiente con su típica forma de actuar, entre tanto Ivan y Manasá se habían incorporado a nuestra reunión improvisada, yo saludé a Ivan con un pequeño movimiento de cabeza, miré a Manasá, pero no se había dado cuenta de nosotros, parecía absorta en el lago. Sin darme cuenta y al parecer no siendo la única, una avalancha de monstruos científicos entró por todos lados. Ni siquiera intenté moverme, era evidente que dispararían a cualquiera que respirara más fuerte de la cuenta, no sabía por qué habían venido tan inesperadamente. Algunos se acercaron hacia aquí, para llevarse a Ethan, cuando uno de ellos pasó cerca mía le gruñí. Sabían que no haría nada a uno de ellos, nunca los había atacado. Yo era como el perro ladrador, que guarda sus colmillos para el momento ideal. 

Mis manos temblaban de lo fuerte que las apretaba, convirtiéndolas en puños al ver que no podía hacer nada, además le habían dado una descarga o algo extraño a Maddie como para que no nos moviéramos, pensé que quizás fuera por culpa de mi gruñido por lo que agaché las orejas. 

Tras una espera eternamente larga, solo volvió Manasá, de los tres a los que se habían llevado -Esto no puede seguir así- murmuré entre dientes para mi misma.

Spoiler:

Tras la disculpa de Maddie y la venida de Ivan y Manasá al grupo. Un montón de científicos vinieron, mi cuerpo me pedía que me tensara, pero no lo hice, actué relajado como siempre. Sin embargo esto no parecía muy bueno, ya que sedaban a cualquiera que se pusiera en su camino o se moviera, respiré profundamente para relajarme, la tensión no me venía bien. Una descarga del collar de Maddie me alarmó, estaba a su lado antes de que me llamarán -Cuida de ella, te necesitará- le comenté a Riku mientras le daba una de mis sonrisas amargas, tenía la sensación de que esto no era un chequeo rutinario, sobre todo por la cara que Riku había puesto. Después me marché con los científicos recibiendo algún que otro empujón.

Abrí los ojos de nuevo, era evidente que ese lugar no era el recinto en el que estábamos, miré a mi alrededor para encontrar que no estaba solo, Agnes también había sido sacada de allí. Le sonreí amablemente para que viera que no había ningún problema y que no pasaba nada raro, así que había que estar tranquilos. Una chica vino para llevarnos a otra sala, era grisácea y con un gran espejo en una de las paredes. Me siento en la silla que me dicen y otra mujer aparece detrás de la puerta. No entendí lo que le decía a Agnes, era claramente una amenaza, pero ella no parecía ser alguien que se revelase, la miré era evidente que la amenaza le había dolido. Aquella mujer no parecía tener corazón, luego se acercó a mi con aparentemente las mismas intenciones. Lo primero que pensé fue en mi pequeña hermanita, que si seguía viva podían hacerle maldades... lo descarté enseguida, pues me había esforzado muchísimo y desde que me separaron de mi hermana, nunca hice ninguna petición de verla ni ningún comentario sobre ella, así parecería que no la quería o que nunca la quise y entonces no me amenazarían con ella. Me había dolido mucho hacer aquello, pero era la única forma que tenía de mantenerla a salvo.

Con un simple Clik, todas mis dudas se aclararon, podía ver a un niño, tenía... tenía mi pelo, pero los ojos eran... eran de su madre, no podía articular más palabras que no fueran -Liam, mi pequeño Liam- solo había un macho en todas las crías que ella iba a tener, por ello le pusimos una pequeña combinación de nuestros nombres. Mis lágrimas brotaron, sentía felicidad y tristeza al mismo tiempo, emoción y desesperación. Yo ya no podría intentar pasar página ahora que sabía que él estaba vivo, aunque no me importaba, estaba vivo, y era el producto del gran amor que tuve por su madre. No quería que viviera allí, que se criara sin un padre, no quería que se olvidara de mí. Sin darme cuenta desde que momento, yo ya no estaba en la silla, sino que me había quedado en el suelo de rodillas, instintivamente quise poner la mano en el cristal, llamarlo por su nombre y volver a ver aquellos preciosos ojos que tanto me recordaban a ella. Pero no podía hacerle eso, eso sería cavar mi tumba y la suya, retiré la mano antes de que tocara el espejo.

El cristal se volvió a tornar oscuro, no había podido escuchar lo que decía aquella persona de corazón helado, pero era evidente de que algo le pasaría si me comportaba mal. La mujer se había ido, pero no estaba seguro de cuándo, me levanté ya sin lágrimas en los ojos y busqué para ver si había alguna cámara o micrófono. Seguro que había alguno allí -Por favor... os lo suplico, dejad que mi hijo me vea- empecé esperanzado por que alguna cámara leyera mis labios o algún micrófono captara lo que decía -Permitirme tocarlo, y cuidarlo- continúe, aun sabiendo que Agnes también necesitaba consolación, no podía consolarla si mi corazón pesaba tanto -Aprendería a ser un búho y un humano... y sobre todo un experimento de buen comportamiento- intenté respirar hondo pero no lo conseguí y las lágrimas volvían a asomar por mis ojos -Nunca me he revelado, no os he hecho nada malo, y ya no la tengo a ella... Al menos dejadme tenerlo a él y cuidarlo como un padre cuida a su hijo- Quería verlo crecer, que me llamara papá, que viniera hacia mí, regañarle cuando hiciera falta, enseñarle a volar y contarle las grandes historias de como era su mamá, de lo mucho que lo quería y como sacrificó su vida por él. Quería hacer tantas cosas con él, no podía permitir que lo alejaran de mí.

Poco después vinieron más experimentos a aquella sala, no miré directamente a ninguno, no tenía fuerzas de ser amable, ni siquiera de saludar. Tan solo una me llamó más la atención, una chica-mariposa, mantuve un breve contacto visual con ella, pero me giré enseguida y me dirigí hacia donde Agnes estaba -Saldremos de esta ya verás- no estaba seguro de que trataba aquello, ya que mi cabeza no tenía espacio para algo que no fuera Liam, sin embargo no me importaba, haría lo que fuera para que me dieran a mi pequeño bebé. Aun si eso significaba tener que acatar todas las órdenes que me dieran.

Allí parada, el aire parecía helado. Nuevamente me sentía como un recipiente vacío, librada a la suerte de ser un esperpento, una bestia sin propósito. Sentía frío y ganas de huir. No podía levantar la vista, mis ojos humedecidos no hallarían a los del lobo, no lo harían, él no iba a perdonarme aún sí le implorara…
El brazo de Riku se posó sobre mis hombros y éste comenzó a hablar nuevamente, tratando de animarme. Levanté la vista. Mis orejas gachas pendían a los costados de mi cabeza.
- No eres humana. Ni eres un monstruo. Solo eres... Madeleine. Si no cansas tu bestia interior acabaras convirtiéndote en ella… - advirtió impasible. Mis ojos se abrieron como dos platos. ¿Acaso era posible empeorar? Debía encontrar la manera de impedirlo, quizás con los consejos que el experimentado Tigre me estaba impartiendo lograse aplacar los instintos que asediaban mi juicio, nublándolo de una ansiedad violenta y asesina…
Tomé la mano del chico que pendía sobre mi hombro izquierdo y la posé en mi mejilla. Iba a agradecerle, sus palabras parecían ser siempre una caricia cálida dentro de mi pecho, pero el compañero de Manasá emergió del lago con cara de pocos amigos, saludándome. Lo observé unos segundos, sin saber qué decir, pues parecía que algo realmente estaba preocupándole y cuando me dispuse a devolver el gesto, un grupo numeroso de científicos irrumpió en el recinto, apuntando con sus armas a cada uno de nosotros. Aunque luego de unos segundos todos tenían como blanco principal a una sola persona.
- ¿Qué están haciendo?
El chico alargado y mala-cara se interpuso entre Manasá y las armas que le apuntaban a la cabeza.
- ¿¡QUÉ ES LO QUE HACEN?! ¡YA BASTA! – grité.
Mi corazón se detuvo al ver a Iván caer desplomado en el suelo, cuando un sinnúmero de dardos impactaron en su cuerpo. ¿Cuánto dolor más pensaban causarnos? ¿Cuánto más duraría?

Mátalos…

- Malditos… - los colmillos alargados se abrieron paso entre mis labios y de mi garganta escapaba un gruñido ronco. – Malditos… - las afiladas garras me hacían daño, aprisionadas en mis puños temblorosos. - ¡FUERA DE AQ…


No escuchaba nada, sólo un grito agudo, seguido de gemidos lastimeros de una voz que me era familiar… la mía. Aquella descarga recorrió mi cuerpo, clavándose como millares de agujas hirientes, hasta la última célula de mi ser, desgarrando todo a su paso. Me retorcía de dolor y el olor a tierra comenzaba a inundar mis sentidos. el suelo estaba frío, pero no podía desprenderme de el.
Oía voces ofuscadas por un zumbido insoportable, de algo que se movía junto a mi, ¿o estaba lejos? ¿Dónde estaba? No… ¿qué había estado haciendo? Los sonidos y las imágenes parecían distorsionarse antes de que pudiese procesarlos. Agité mi brazo a la nada y encontré algo a lo que aferrarme. ¿Qué estaba pasando?
De repente, lo recordé.
- Mana… sá… - tiré de lo que aprisionaba en mi mano para incorporarme pero mis rodillas fallaron en el intento. Esperé el dolor del choque contra el suelo, pero éste nunca llegó. Mi vista se movía torpemente de un lado a otro, siguiendo las sombras y las luces.
Dos rastros familiares se acercaban y otros se alejaban de mi. Aquella voz dulce…
- No… - Agnes también estaba allí, ellos la tenían. El cuerpo no me respondía, las órdenes que le impartía mi cerebro se esfumaban en algún lugar del espacio, sin alcanzar su cometido. – No… no dejes… no los dejes… - balbuceaba. No podía respirar, la presión en mi pecho me lo impedía y comenzaban a dormírseme los brazos y piernas. – No dejes que se los lleven…

Spoiler:

Despues de despositar a la pequeña ratoncita con cuidado en el techo y pedir que huyera observe unos segundos como movia su naricita de forma frenetica... si solo fuera un poco mas pequeña.
-¿Es bonito.. verdad? - pregunte antes de que sintiera jaleo en el interior. Me separe rapido de la ventana. Mi primer pensamiento es que me habian pillado e intentarian agarrar a Tessa, pero era imposible que me hubieran visto sacarla.. pero si descubririan que habia una ventana. Entonces pude ver su formacion caminaban apresuradamente acercandondose a un grupo que estaba en el lago, si no llevaran esas batas y llevaran trajes de camuflaje pensaria que eran militares en un asalto, organizados,gritando ordenes en clave, disparando al minimo que repira un poco mas fuerte de lo normal.
Mi mirada pasa por cada uno de aquellos malditos monstruos hasta reparar en la puerta que abren para sacar a Manasa, Ethan y Agnes .. no me han visto, el tiempo corre en mi contra mientras se acercan a la puerta... tengo una oportunidad. 
A pesar de no ser un aguila y no hacerlo a menudo por miedo a no aterrizar a tiempo me lanzo en picado a la aprtura que hay frente nosotros. Reaccionan demadiasdo rapido para mi , pues hubiera sido mas efectivo ir en cuervo y que asi mi sombra fuera mas pequeña. No tardan en dispararme dos de ellos un dardo se clava en mi brazo pero lejos d ehacerme efecto inmediato me permite tocar el suelo al lado de la puerta. Un golpe en el estomago me hace doblarme por la mitad y un remate con la culata de una de sus armas en la espalda hace que caiga el suelo. 
Habia valido la pena intentarlo, ahora veia claro lo que tenia que hacer, me aprovecharia de lo sucedido... por fin el dolor va desapareciendo hasta quedar en una simple molestia.
El sueño no habia sido para nada placentero, me dolia la cabeza, la espalda y el estomago. Me tumbe hacia arriba, no miraba nada en concreto aun no habia conseguido enfocar la vista. Mi mente daba vueltas a aquel ataque repentino y analizaba la situacion, parecian un batallon preparado. Quiza los cientificos que entraban alli eran militares. No era una idea tan descabellada pues un humano alterado geneticamente con ciertos animales y que tengan bajo control a base de represalias o simplemente porque es docil seria un soldado mejor que la media. Rapido como guepardo, que se colara rapidamente en sus filas tranformado en colibri y el enemigo no supeira por donde aprecio.  Animales espias, no estarian a salvo en ninguna parte, incluso una mosca podria ser el enemigo. Un humano con exoesqueleto... Mil ideas se venian a la cabeza, pero ese no era el caso. Teniamos que salir de alli. 
Mi mente se iba aclarando y me sente. Usaria ese golpe que me habian dado en el estomago para salir de alli...y abriria desde fuera. Mire a mis dos costados y puse cara de dolor, debia fingir desde le principio. Me levante usando un arbol que tenia cerca. Si fracasaba y volvia con las manos vacias convertiria la cupula en mi territorio en vez de en el suyo. Trampas por todas partes... puerta atrancadas, podriamos sacar piedra de las cuevas para cerrarlas por dentro.  Fosos, pinchos, guaridas... Aquello era un campo de batalla, y de momento nosotros que eramos el soldado perfecto se lo estabamos poniendo facil. Teniamos qu ehacer que entrar alli fuera la muerte, aunque claro... dejarian de alimentarnos. Mi plan B tenia muchas lagunas de momento.

No estaba segura de si contarle mi plan a Shawn o no, si se lo contaba en su totalidad le ponmdria pegas, a parte de aliados eramos amigos... tambien podia no contarselo y solamente hablar con el un rato antes de irme... no, definitivamente debia decirselo. Sino podria echar a perder todo lo planeado. 
¿porque tenia que ser tan complicado? Frote los laterlas de mi cabeza. Esto de tener aliados era realmente dificil, ademas no ponia su vida en peligro, y la mia tampoco... si veian que no tenia nada y no habia llegado a mi objetivo simplemente me mantendrian bajo control y luego me devolverian y seria el centro de las miradas y el resto podria preaparar el plan B. 
Lo buscaria, le abordaria y le contaria todo desde lo de Tessa hasta mi plan para salir de alli y abrirles desde fuera... se les iba a ir las cosas de las manos. 
Me levante y comence a caminar haciendo amago de mi dolor de estomago para el futuro plan y camine suavemente , encogiendome de vez en cuando. 
No tarde mucho en encotnrarlo , le sonrei y me aguante las ganas de correr hacia él. 
-Estoy bien- dije antes de que se alarmara por mi forma de andar y demas, cuando estuve a su lado murmure para él. - Cogeme en brazos y vamos a una de las cuevas, debo contarte muchas cosas. Esta cerca el momento de salir de aqui. - y espere a su conformidad o a su negacion.

Spoiler:

Espere a que los brazos de Shawn me levantaran del suelo, parecía estar evitando mirarme... demasiado serio para lo que solía estar.. supongo que la situación lo requería, aunque yo no podía evitar estar entusiasmada por el rescate de Tessa y mi magnifico plan de acción para sacarlos a todos. 
Sonreí ante su pregunta, ¿acaso insinuaba que me había autolesionado? Espere unos segundos a responder, a que las cámaras no nos estuvieran siguiendo. 
Una vez dentro del refugio hice un ritual que hacia de vez en cando en busca de pequeñas camaras, microfonos o similar, una vez asegurada tome asiento delante de Shawn.
-Fueron los científicos, realmente no me duele tanto como aparenta pero es parte de mi brillante plan para salir de aquí. - Tenia herida la mano, que raro. - Vi la puerta abierta, era mi oportunidad y os ayudaria desde fuera asi que me lance en picado rápidamente, no me habian visto - mi narración añadia velocidad mientras la contaba y mis manos rasgaban una parte limpia de mi vestido. - Tenia el factor sorpresa, pero mi sombra habia sido demasiado grande y me dispararon, aterrice y me redujeron con solo dos golpes. - Me encogí de hombros terminando de romper la tela, le cogí la mano y la puse sobre mi pierna. - Ya se que era muy arriesgado- continue hablando sin dejarlo meter baza y centrándome el mano, no me gustaba que pusiera caras de desaprobación hacia mi.- Pero... -añadí rápidamente- Ese golpe en el estomago me ha dado una oportunidad, mas tarde saldre de aqui e ire al lago. - le quite con cuidado los pellejitos que habían quedado alrededor de las pequeñas heridas- fingiré beber agua y entonces almacenare algo en mi boca, volveré y unos minutos mas tarde fingiré estar realmente mal dejare caer el agua y hare que me desmayo. - Pase con sumo cudiado el trapo.- Entonce slos cientificos a sabiendas que me dieron un golpe en el estomago entraran rapidamente y no me anestesiaran en un principio, podria ser peligroso. Una vez fuera me hare con una tarjeta , un arma.. con algo que nos sirva -Asenti- y me volveran a traer, a no ser que consiga desatarme, y una tarjeta entonces vendre corriendo a abriros, y tendreis que estar preparados para escapar. - menudo monologo le estaba soltando.- Por supuesto que tengo un plan B pero como este saldra bien - le sonrei soltando su mano ya curada y tapada- oh! por cierto, hay una ventana abierta al exterior en la parte superior de la cupula, saque esta mañana a Tessa por ella... y...- di unos golpecitos con el dedo en mi boca pensativa.- Creo que es todo el informe de hoy - asenti.- te concedo la palabra.- Ahora vendrian los contras que seguro yo no habia sopesado...

Rol-off: Lo siento, ya puedo postear de nuevo sin problemas.

EDITADO: En la habitación donde ETHAN y AGNES se encuentran, ademas de la chica mariposa se encuentra BEARNARD
Ademas, esperaré a Agnes para actualizar aqui.
 
[Ivan] [No la encuentro... a ver si la busco de nuevo -.-]
No podía escuchar nada, estaba solo en mitad del vacío. No veía a Manasá pero no tardé en escuchar su voz. Estaba cerca, me llamaba. Aquellos tipos se la habían llevado, seguro. Esperaba no estar alucinando por los sedantes. Mi cuerpo pesaba, pesaba mucho y no era capaz de moverme. ¿Respiraba? No estaba seguro. Tampoco de poder abrir los ojos, pues por más que lo intentaba estos no respondian. Me costó, no sabía cuanto, pero pude por fin ver lo que ocurría a mi alrededor. La cara de todos se teñía con preocupación.
-¿Que... ha pasado...? -Pregunté a Manasá, que estaba conmigo de nuevo.

Spoiler:

Habían pasado los días, y nada nuevo ocurría desde nuestro hallazgo de las fisuras en las rocas. Bueno, sin contar el ataque de locura que Maddie tuvo cuando ataco a Jax y a Tessa. Las dos chicas habían vuelto hacía nada. Faun y algunos otros experimentos se habían desperdigado alrededor del recinto, pero se estaban reuniendo tras la vuelta de Tessa y de Maddie, por ello pensé que podría conversar un poco con aquel ciervo. Me puse en marcha a olfatear el aire, y enseguida pude percibir su olor, me dirigí donde se intensificaba el olor, no quería presionarlo, me había llegado a caer bien y comportarme como un depredador podría enfadarle bastante. De un momento a otro lo encontré, el todavía no me había visto, pensé en saludarle y acercarme. Pero me sorprendió que me llamara por mi nombre ¿Acaso me había olido?¿Tan malo era como depredador? supuse tras las palabras de haberse escondido demasiado bien, que tan solo me estaba buscando. Me acerqué sigilosamente lo más rápido que pude, y me coloqué cerca suya, con una sonrisa divertida.

-¿Me llamaste?-

Le pregunté desde uno de sus lados, me agradaba ver que estaba bien, los ciervos no suelen ser animales que sean muy sociables con otros animales que no sean los suyos, por eso me caía tan bien, no necesitaba estar todos los días con él para saber que eramos algo así como "amigos".

-¿Te cansaste de tu vida solitaria?... Esto fue bastante aburrido sin ti por aquí para hablar-

Le comenté mientras me acercaba hacia él. Pero el ruido y el olor de los científicos me paró en seco, estuve escuchando durante un rato, pero ni siquiera se acercaron hacia aquí. Y tal y como vinieron, se fueron. No sabía para que habían venido, ni por qué habían entrado tantos, ni que habían hecho en el poco tiempo que habían estado dentro del recinto. Miré a Faun con cara de "¿Vamos a investigar?" sentía mucha curiosidad por saber lo que había pasado, pero de todos modos podía ir después, ya me enteraría de lo que fuera.

Spoiler:

Esperé un poco de tiempo para ver si los científicos se habían apiadado de mi ser, pero pronto me di cuenta de que no había servido de nada ¿Cómo iban a cumplir las peticiones de un experimento? era evidente que nunca podría verlo, ni hablarle, ni abrazarlo, ni nada...
Empecé a escuchar una risa, hasta que descubrí que era yo quien la producía, sonaba a una de esas risas amargas sin nada de humor. No podía soportarlo, mi cuerpo y mi alma no eran capaces de soportar el peso de saber que mi hijo estaba vivo, pero siempre sería como si estuviera muerto y nadie lo cuidara. Me senté en una esquina de aquel lugar y me acurruqué, protegiéndome del mundo exterior con mis alas, que me rodeaban para formar un pequeño espacio en el que solo habitaba yo y mis recuerdos. -Libi- Murmuré entre las sombras de mi corazón. Hacía tanto que no decía su nombre, incluso en mi cabeza lo había intentado omitir, por que si recordaba su nombre, recordaría todo lo demás. Y así fue, de un momento a otro yo ya no me encontraba en aquella esquina, colo y desolado sin saberlo que me depararía el futuro. En ese momento estaba en mi antiguo recinto junto a Libi.

"Sigo sin saber por qué me llamas así" decía ella refunfuñando falsamente. Yo sonreía mientras le cogía de la mano para empezar a volar juntos. Desplegamos nuestras alas y nos alzamos en el suelo en un momento, haciendo tonterías y riéndonos un rato "Sabes que me llamo Lizbeth" Volvía a insistir ahora más risueña. Me mantenía volando, pero en ese instante y la miré, tenía esos ojos tan grandes y preciosos, estaban llenos de curiosidad y de amor y descendimos al suelo "Porque Libi además de ser un diminutivo..." paré un momento de hablar y la miré con una sonrisa burlona, ella me devolvió una mirada similar y se acercó a besarme, sabía como sobornarme demasiado bien, era muy débil contra ella "También significa Mi Corazón Valiente" terminé de decir "Y por supuesto tu eres...

Estaba volviendo a la realidad , mi cabeza me suplicaba salir de allí, no quería sufrir más, pero mi corazón se había atado con gran fuerza al pasado. Rara vez algún científico conseguía sacarme de allí. Sin embargo mi cabeza me recordó que tenía algo por lo que luchar, no podía volver a mi antigua depresión, sino tampoco podría hacer nada por Liam, ni por nadie. Hice el gesto de secarme las lágrimas, mi mano se mantenía seca por más que la pasara por mi cara. Sentía tanto dolor que ni siquiera las lágrimas podían expresar lo que sentía. Retiré mis alas y observé al exterior, no parecía haber pasado demasiado tiempo. Casi todos se habían sentado en las sillas, la cinco estaba vacía, supuse que era la mía, por lo que me levanté torpemente de aquel roncón que me había brindado uno de los momentos más felices de mi vida y cogí el estúpido cartel con el mismo número que el asiento. Me senté en la silla y dirigía mi mirada hacia el espejo sin verlo realmente. Imité a los demás y sujeté el cartel delante mía, a diferencia de los otros, lo hacía con desinterés aparente y sin fuerza de ningún tipo, ni siquiera podía aparentar que todo en mi marchaba bien.

No sabía que era aquello, me recordaba a cuando los polis fichaban a alguien y el testigo tenía que decir cual de todos era el que recordaba haber visto. No estaba seguro de cómo recordaba algo tan simple como aquello y no recordaba mi pasado como tal. Sacudí mi cabeza cuando empecé a notar que otro recuerdo me engullía. Quería ir, volver a verla, sentir alegría por un instante, pero me negaba a caer de nuevo en una depresión. Por que si ocurría no sería capaz de ver de nuevo a mi pequeño Liam. La chica mariposa me sacó de mi universo, se había sentado al lado mía, en la silla 6, y me preguntaba si estaba bien. Abrí mi boca para responder, pero de ella no salió ningún sonido. Mi voz se la había llevado el viento, al igual que se había llevado a mis seres queridos. Negué con la cabeza, para darle una respuesta a lo que decía, ya no me importaba que alguien supiera que no estaba bien, ni lo estaría. Tampoco entendía como es que ella parecía tan sonriente, quizás no la habían amenazado como a Agnes y a mí, dejé de darle vueltas al tema. Volví a intentar hacer aunque fuera un sonido,  notaba algo comprimiendo mi garganta. Al final, dejé de intentarlo y tan solo esperé a que el tiempo pasara y volvieran a cicatrizar las heridas que hoy habían sido abiertas una vez más.

El trayecto hacia el refugio me resultó casi interminable. ¿Qué clase de idiota había sido al creer que podía cargarla así, sin más, sin temblar como una hoja ni el corazón queriéndoseme salir del pecho? Realmente era estúpido. El estúpido más estúpido de todos. No recordaba la última vez que mi rostro había ardido tanto. Mis mejillas parecían emanar fuego invisible y estaba seguro de que, de haber querido decir algo, mi lengua se hubiese apuñalado a sí misma…
Cuando llegamos a la entrada, la bajé con movimientos robóticos y precalculados, luego sólo me paré allí, mientras ella rebuscaba qué se yo qué cosas dentro de la cueva, e incapaz de procesar lo que me había obligado a hacer. Yo, llevando en brazos a una chica como donjuán de novela… ni en un millón de años habría cabido en mi imaginación tal cosa.
Volví a la realidad cuando Claire comenzó a hablar, indicando que los culpables de los golpes que tenía habían sido los científicos. Apreté los puños conforme avanzaba su explicación, aunque mis ojos se abrieron como dos platos relucientes cuando ella comenzó a romperse el vestido, dejando al descubierto su… su… pierna.
Siguió hablando y yo la escuchaba tratando de no mirarla, ¿qué demonios estábamos haciendo allí? Sentí su mano cálida al tomar la mía y el escozor de los nudillos pelados se hizo presente, y se difuminó en un segundo cuando ella posó mi propia mano en… en su… Iba a morir. Mi rostro iba a explotar en pedazos e iba a morir, estaba seguro. Si mi cerebro hubiese reaccionado, habría quitado la mano, pero la sorpresa me cortó la respiración, aunque sus palabras me distrajeron de todo aquello.

- ¿Y piensas hacer todo eso sola? – la frialdad de mi propia voz me sorprendió. – No es que no crea que sea un buen plan, Claire, pero… - exhalé un suspiro de frustración. - ¿Cómo sabes que no te harán nada cuando descubran que es una farsa? Ya has visto lo que hicieron hoy al chico serpiente, no les importará matarte, a ti o a cualquiera. No somos más que objetos para ellos… - de repente, una idea más se abrió paso en mi cabeza. Era la oportunidad de recuperar la confianza de mis criadores. No podía perderla. - Te ayudaré en lo que necesites, pero debes prometerme que no volverás a hacerte daño de nuevo.

Spoiler:

No tuve que esperar mucho para su punto de vista de mi plan, pero su voz hizo que me diera un pequeño escalofrió, cuestiono si haría todo aquello sola, a lo que yo no le veía el problema. Contra menos gente menos probabilidades de meter la pata. También cuestionaba el hecho de que  no me fueran a hacer daño poniendo un accidente que no había visto como ejemplo. Escuche en silencio lo que decía, aunque tenia respuestas para todo. Aunque de golpe pareció cambiar de idea de golpe y aceptar a ayudarme. 
Una amplia sonrisa se dibujo en mi cara .
-Genial! y si salimos te lo prometo. Aunque no fui yo quien se pego a si misma... quizá me lo busque por intentar salir pero eso es secundario. - dije algo molesta, entonces que necesitaría...- Realmente te lo contaba para que supieras lo que iba a hacer y no te preocuparas pero .. quizá podrías mantener a  el resto alejados para que no sufran daños cuando los científicos entren y- Claro.. podría prepararlos. - y tendrías que preparar a todos para que en el improbable caso de que consiga una tarjeta todos estén en sobre aviso y cerca de las puertas . Si la consigo me perseguirán,  así que tendrá que ser una cosa rápida. Y si no tienen ni idea y tenemos que avisarles puede tomarnos unos minutos muy valiosos el estar fuera, de esta manera nos costaría unos 50 o 60 segundos . Entrare por la puerta por la que me sacaron. - asentí calculando mentalmente algunas cosas que quedaban sueltas.
 -Manos a la obra! es hora de poner el plan en acción!- Me levante para estirarme , darle un beso en la mejilla y salir de allí fingiendo estar moribunda. 
Mi paseo hasta el lago fue largo y tedioso, me senté al borde de este y entre mis manos tome algo de agua. Aunque al principio si bebí lo siguiente solo lo simule, llene mi boca de agua sin hinchar las mejillas y haciéndome la malherida acudí a la cueva mas cercana. Aguante el mocito de agua unos minutos dentro de la cueva mientras con un trozo afilado de roca abría una buena herida en la palma de mi mano, mire hacia el techo y prete mi mano encima de la boca abierta con cuidado para no derramar el agua. Supuse que 4 gotas fueran las suficientes como para teñir el agua de mi boca a rojo, espere 30 segundos mas y salí de la cueva tambaleándome, dando tiempo a que alguna cámara captara mis movimientos.
Unos metros mas allí me "caí" de rodillas, simule unos espasmos y deje caer el agua ensangrentada que mantenía en la boca, ahora tendría ese sabor a hierro durante horas. Pase mi mano ensangrentada por la boca limpiándome y asegurándome de dejar restos de sangre en mi cara y deje caer el cuerpo a la derecha en el césped , sin moverme y con los ojos cerrados, incluso evitaba respirar demasiado fuerte.

Ivan continua inconsciente cuando los cientificos entran de nuevo. No ha pasado ni media hora desde que entraron a Manasá pero esta vez ella no es el objetivo. El grupo va directo a por la chica cuervo, la subieron a una camilla y, sin dejar que ninguno se acercase, la llevan fuera del recinto.
El grupo la lleva por los pasillos. Dentro, ya no sabeis nada sobre ella. ¿Qué ha ocurrido?

Sin necesidad de ser sedada, los cientificos llevan a Claire a un laboratorio a la derecha del recinto. Es todo blanco y esta bien cuidado, limpio y desinfectado. Era una sala bastante grande, aunque no tanto como el lugar en el que vive. Parece una sola hacitación pero puede verse que hay secciones dentro de ella. Mesas metalicas de diferentes ramaños y con distintos aparatos rodeandolos. Un par de ellos tienen echadas las cortinas y en un tercero descansa alguien tapado hasta arriba con varias máquinas pitando conforme sus constantes vitales responden.
Movida con cuidado a una de las camas, el grupo se disuelve y, tras llamar al doctor, mantienen a la chica en espera. Junto a ella, para vigilarla, un enfermero castaño, de unos 35 años, alto y bastante guapo. Al principio parece timido, no habla mucho ni mira a nadie a los ojos, pero en cuanto Claire y él se quedan a solas, se sienta junto a ella.
-¿Estas herida? -Pone su mano en la frente de la chica -No pareces tener fiebre -Conforme hace pruebas, apunta los resultados en la hoja de paciente. Es una gran sorpresa... "No me trata como a un bicho" Es lo primero en lo que Claire piensa al notar los delicados roces y movimientos del hombre. Parece que no es como los demás.
-Me llamo Samuel -Se presenta con una sonrisa -Tu eres Claire, ¿verdad? Mutada con cuervo, según pone aquí -Añade, mirando los datos.

La pujaba esta por comenzar, pero Lirio, disgustada con la falta de interes que el buho habia puesto en su intento de relajarlo, lo mira durante un momento. Una pareja entra, acompañada de la cientifica que les había llevado allí. La mujer, de unos 45 años. Su cara parece triste, como si cargase con un peso muy grande.
-No se... no me convence... -Su marido, de edad muy superior y sonriente, insiste a su mujer en que escoja a uno -Podrian... hacer... ¿algo? -Preguntó a la fría cientifica que os guió allí. Ella asiente y va diciendo los números para que hagan algo.
El primero se queda en blanco y no consigue hacer nada. La cientifica apunta en un papel mientras Agnes ocupa su turno, apuntando de nuevo al terminar. Bearnard, ya acostumbrado a estas pujas realiza su actuación, ganandose una sonrisa de la mujer. Las gemelas, sonrientes, se transforman en pequeños topos de pelo marron y comienzan a hacer piruetas sincronizadas. Tras ellas, el turno de Ethan. La cientifica lo vigila mientras actua pero nada muestra su rostro cuando apunta algo con cierta velocidad. Lirio, la chica mariposa, sonriente, se levanta. Dejando el número sobre su asiento, se acerca a darle la mano a la mujer y, con ella cogida, levanta levemente el vuelo, cantando una melodia suave en un idioma desconocido. Tras eso se sienta de nuevo y sonrie a Max, dándole ánimos.
El chico cangrejo, nervioso, intenta tocar con sus pinzas lo que seria una partitura complicada. Esto no lleva a mucha amistad con las gemelas, que se rien por lo bajo, distrayendolo y haciendo que falle estrepitosamente. El pobre se sienta sin mirar a nadie.

Tras esto, cientifica y pareja salen de allí. Dejando a los experimentos de nuevo solos.


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Sois libres de hacer lo que querais en vuestro momento de actuar. Los puestos son:
Agnes - 2º lugar.
Bearnard - 3er lugar.
Ethan - 5º lugar.
Prohibido atacar, insultar o algo similar tanto a la cientifica como a la pareja.