La guerra de los Mil Años

Recuerdo del primer mensaje :

Edahi:

Me alegré mucho al ver su cambio de actitud cuando le ofrecí viajar conmigo, así tendríamos un día más juntos y además podría conocer a sus padres y ella a mi capitán -Claro que puedes conocerlo, además seguro que te llevas bien con toda la tripulación- respondí con entusiasmo negando que pudiera ser una molestia, con una dama cerca mis compañeros solían tener mejores ánimos y hacían todo más rápido para tener tiempo para hablar con la damisela.

La veía tararear con alegría caminando a mi lado y sonriendo con mucha ilusión. Se notaba que hacer el viaje junto a mi le hacía feliz, aunque también estaba la posibilidad de que podía ver a sus padres finalmente.

Tefael:

Nadie me explicó por qué me felicitaba, aunque tampoco le di tanta importancia después de ver que era así de cariñosa con todo el mundo. Mi sugerencia no pasó desapercibida consiguiendo que ambos se marcharan para limpiar la habitación y que Cryp terminara de vestirse. No tardamos nada en arreglar el cuarto volviendo a encender incluso las velas que ni siquiera necesitamos cuando llegamos.

Al salir Zahan se disculpó con nosotros por el ataque de su esposa, se notaba cuanto la amaba por su forma de mirarla y por su tono de voz "Menos mal que no hice ningún intento con ella" pensé agradecido de que mi voz pensante se dejó oír por encima de las demás. Llego a vislumbrar en Cryp unos ojos llenos de sentimientos negativos antes de que se dé la vuelta para marcharse. Esta vez soy yo el que mira a Zahan en forma de disculpa por como está Cryp, parecían ser unas personas que habían estado cuidando de él cuando yo no estuve para él, así que quería que al menos no perdieran esa amistad formada y que pudieran serle de ayuda en un futuro si yo llegaba a faltar.

Fui rápidamente en la dirección de Cryp para ver que se había encontrado con Silya e Isaro. Aunque me extraño verlos tan sonrientes, más fue mi extrañeza al ver que Isaro rodeaba a Silya por la cintura. Era un gesto muy posesivo y sin embargo él lo hacía con tanta normalidad que daba a entender que era habitual para ellos. -Sí, acabamos de volver- contestó Silya con una sonrisa muy cálida, Isaro pareció recordar algo por que nos miró a ambos con entusiasmo -Iba a preparar la comida, vendréis a comer ¿Verdad?- Sabía que Cryp quería decirme algo, pero si nos quedábamos solos ahora por negarnos a irnos con ellos seguramente sería incapaz de contarme todo lo que planeaba. Decidí dejar la elección de acompañarlos en sus manos, era él el que no parecía saber que hacer.

Cain / Sessaibushi:

Silya bromeó al decirle que no iba a contratarla, pero aunque su intento fue muy bueno, conmigo no funcionaba, sabía de sobra que no me hacía falta contratarla para eso, igual que ella no necesitaba pedirme que la protegiera, ya que me salía de forma natural. La acompañé el resto del día, que fue tan extraño como por la mañana, todo el rato siguiendo a un hombre que, más allá de un grave problema de higiene para mi olfato no tenía ada fuera de lo común. La noche llegó rápidamente y me sorprendió que Silya quisiera marcharse tan de repente despues de todo el día siguiendo al humano. No comenté nada, contento por fin de poder estar a solas con ella sin disimular. La cena fue exquisita y la pareja de ancianos estaba encantada de tener visita, pues decían que sus hijos los podían visitar realmente poco. De vuelta en la habitación, el aura de Silya se comportaba extraña, con demasiada tristeza manchandola  como si algo rondase su cabeza. Fui a preguntarle, pero no hizo falta, parecía que el día entero disimulando tampoco había sido agradable para ella, que se encontraba mucho más cariñosa que de costumbre.
-Yo también te quiero -Le dije dandole un beso que bien podría haber durado toda la noche si no fuera necesario que ambos respirasemos -Venga, vamos a dormir que pareces cansada -Le sugerí viendo que no quería soltarme. La abracé un rato más antes de dejar que se fuera a cambiar y volviendo a abrazarla una vez en la cama. No entendía qué le pasaba, pero si tanto quería que la abrazase, eso haría hasta que se quedase dormida... o hasta que me durmiera yo como fue el caso.

Wendy:

Eider esa noche prefirió dormir con Nemamiah, lo cual comprendí ya que llevaba con nosotros mucho tiempo y pronto debería afrontar su nueva vida como gato independiente, cosa que estaba logrando mucho antes que sus hermanos. Le di un beso entre las orejas y lo dejé en el suelo tras dejarles un par de mantas nuevas para que pudieran arroparse bajo ellas. No me quedé leyendo, estaba aún cansada y preferí recoger lo justo y necesario para irme a dormir. Por alguna razón, mi último pensamiento sobre el beso con Edahi me provocó un sueño un poco más intenso de lo que estaba acostumbrada.
Me desperté en el salón, me había quedado dormida leyendo un libro que no estaba por ningún lado. Al levantar la vista, Edahi estaba en la cocina preparando algo que olía bien aunque no era capaz de saber el qué. Me levanté, haciendo que se me cayera el libro que no tenía encima hacía un momento, y me acerqué, rodeandolo con los brazos.
-Podias haberme despertado -Le dije, quejadome. Edahi se giró a mirarme y dijo algo que, aunque no escuché, entendí perfectamente -Eso no es una excusa -Le dije dandole un golpe suave en el pecho. El Edahi del sueño me agarró la mano y se acercó a mi, pero de repente, justo antes de que nuestros labios se rozasen, ya no estaba la cocina ni él frente a mi. Lo busqué alrededor y su voz me llamó. Estaba detrás de mi, su ropa había cambiado y nuestro alrededor también, pero sonreí igualmente, en los sueños la discontinuidad no es alarmante. Me acerqué los pasos que nos separaban.
-Sigue sin servirme como excusa -Le dije a modo de regañina, volviendo a abrazarlo. Parecía más cálido, seguramente por haber estado cocinando durante un rato largo.
-Yo.... -Iba a decir algo, pero realmente no lo recordaba. Lo miré, sus heridas del día anterior habían sanado del todo, alargué la mano para acariciar el lugar donde había curado la última de estas, ya desapareciday en sus ojos se reflejaban las velas que iluminaban la casa.
-¿No vas a besarme? -Le pregunté, poco cuidadosa con mis palabras y poniendome de puntillas para besarlo antes de que contestase. Un beso suave, pero algo más intenso que el anterior que le había llegado a dar.

Scar:

Escuché la puerta cerrarse y, momentos después, Isaro entró en el refugio donde seguía escondida. Parecía preocupado por algo y aproveché su presencia para usarlo de almohada, ya que el pez que teníamos allí escondido no era igual de cálido que él. Me preguntó si me encontraba bien, pero aunque asentí, volvió a preguntar si me dolían las alas. Lo miré, sin saber a que se refería y comprendí que, después de todo, seguía preocupado por mi.
-Solo estoy un poco cansada -Le dije con una sonrisa de cariño, incorporandome para darle un beso suave intentando calmar sus bobas preocupaciones -, pero iré a ver a Ariel mañana si te quedas más tranquilo -Le ofrecí, sabiendo que si ella le aseguraba que no era nada, acabaría por fiarse. Sin duda yo también dudaría si tan solo él me aseguraba estar bien. Pude pasar algo de rato con él, bastante más despejada por haber descansado un rato más esa tarde lo que me llenó de energía para el resto del día, haciendo que incluso cuando mi hermana volvió a casa, le sonriera, pidiendole ayuda para poner la mesa. Me sorprendió que la cena fuera tan tranquila, incluso conseguí comerlo todo sin molestias, aunque sentía que volvía a tener sueño, preferí no molestar a Isaro más.
-Me voy a dormir -Le dije, dandole un beso antes de levantarme -No hace falta que vengas, se que no tienes sueño aún -Aseguré con una sonrisa de ternura, viendo que quería venir. Me costó un poco convencerlo, pero conseguí que se quedase. Dormí realmente mal hastaque él vino a la cama, usandolo de almohada y tranquilizando lo que fuera que me estaba molestando con tan solo un beso suave por pensar que yo seguía durmiendo.

Silya:

Por la noche, Cain no dudó en darme cariño cuando se lo pedí. Me sonrojé ante aquel beso tan largo y apasionado, hubiera querido seguir con aquello, pero como él sugirió lo de dormir supuse que estaba cansado. Y así fue, se durmió al poco rato abrazándose a mí incluso cuando ya no estaba despierto -Dulces sueños- susurré antes de cerrar los ojos. No tenía mucho sueño, sin embargo tenía que reponer fuerzas para el largo día que nos quedaba por delante. Después de unos minutos me dormí esperando que al menos estuviera el día soleado cuando amaneciera.

Edahi:

No dudé en entrar en el sueño de Wendy para ver si podía hablar un rato con ella… encontrándome con una escena muy extraña y al mismo tiempo agradable para mí. Estaba soñando conmigo. Y no un sueño cualquiera, estaba bastante seguro de lo que pasaría al final por la cantidad de experiencia que tenía en tantos tipos de sueño. Con un suave chasquido de mis dedos el lugar fue adornado con velas y otras decoraciones, el Edahi falso desapareció y Wendy me prestaba atención solo a mí pensando que era el anterior.

La abracé por la cintura cuando esta se agarró a mí, parecía un poco ida mirándome, sin embargo no duró mucho cuando me preguntó se no pensaba besarla. Claro que lo pensaba, que fuera más rápida no era mi culpa. Después de ese beso no dudé en besarla de nuevo con más pasión, había ansiado esos labios por más tiempo del que sabía y, aunque fuera un sueño ella seguía siendo la misma. Tal vez era por ser un sueño que ella no estaba en absoluto tímida haciendo que me fuera relativamente fácil quitarle el vestido cuando la situación se calentó lo suficiente.

Había decidido no sobrepasarme, por lo que a pesar de que mi camiseta también desapareció no le permití quitarme los pantalones… más bien no le dejé tiempo. Deslicé mi mano por su piel hasta llegar al lugar que jamás le había tocado antes, arrancándole gemidos de placer que eran acallados por mis besos. Pensaba darle todo lo que estuviera al alcance de su imaginación y más. Me excitaba ver lo mucho que lo estaba disfrutando, pero ya me había prometido a mi mismo que quería salir con ella formalmente antes de tener relaciones, y eso para la desgraciada de mi conciencia incluían los sueños. -¿Quieres más?- le susurré provocativamente al oído cuando nuestros labios se separaron para tomar aire.

Isaro:

Después de que Scar se fuera a la cama negándose a que la acompañara si no tenía sueño, me quedé con Ricca hablando de diversas cosas. Parecía ser una persona muy afectiva como Ariel, siempre estaba manteniendo el contacto físico, ya fuera tocándome los brazos o las piernas, o dándome besos en las mejillas o en los labios. Se notaba su inocencia en aquellos actos así que no me molesté en decirle que tenía la intuición de que los besos en los labios eran solo para parejas. Yo había besado a Silya muchas veces y jamás salimos, aunque si es cierto que lo aparentamos durante los bailes. Y la reina… bueno ella era caso a parte.

Cuando ya empecé a tener un poco de sueño me despedí de Ricca y me fui a mi habitación sin olvidarme antes de acomodarme de darle el beso de buenas noches. Había leído un cuento de esa tradición que era como un escudo protector para que las pesadillas no entrasen y pudiera dormir plácidamente de una sola vez.

Cain / Sessaibushi:

Aun habiendome dormido antes que Silya no me levanté más pronto, no por cansancio sino por que lo último que me apetecía era tener que fingir de nuevo. La desperterté con caricias, queriendo ver su sonrira desde primera hora. Le di un beso suave en la frente, dandole los buenos dias pero sin dejar que se escapase para vestirse.
-No te vas a escapar de mi -Bromeé, abrazandola contra mi para que no tuviera opción, simplemente más infantil que de costumbre, queriendo que se relajase un poco ya que el día anterior no se habia parado ni a mirar los bollos que vendían. Tras un rato, cuando ya pensé que era suficiente por el momento, la solté dandole un beso. Quería verla tan alegre como siempre, pero ese día me estaba costando bastante, si no fuera por que ya teniamos cosas que hacer y parecía que la misión era realmente importante para ella le habría impedido salir durante toda la mañana. Pero, en cambio, simplemente la acompañé todo el camino, mientras vigilaba de nuevo al humano objetivo. No lograba leer qué le ocurría, asi que me alegró saber que ya había terminado y tan solo le quedaba una cosa por hacer. Esperé con las cosas algo alejado, dejando que se despidiera de ese hombre que tan amablemente nos había hecho de guía.

Wendy:

El ambiente se calentó rápidamente y podía notar como las manos de Edahi recorrian mi cuerpo  haciendo que me estremeciera queriendo seguir, queriendo ir al siguiente paso, queriendo sentir más aún. Intenté ponerme sobre él para que no pudiera impedirmelo, pero al ser más fuerte que yo no le fue demasiado dificil retirarme y tomar las riendas sin esfuerzo, como quien mueve una pluma. Quise responder a lo que me preguntaba, pero comencé a despertarme sin haber podido decir nada. Al abrir los ojos en mi habitación y levantarme de golpe mirando a mi alrededor, me di cuenta de que Edahi podría haber visto mi sueño.
-¿E-e-edahi? -Pregunté, temiendo que apareciese. Habia luz fuera de modo que ya había amanecido. El corazón me latía con fuerza y no podia olvidarme de la sensación de sus manos sobre mi piel. Solo pensarlo me hizo sonrojar, me tapé la cara muerta de vergüenza esperando que no hubiese visto nada.

Scar:

Las náuseas me despertaron muy pronto, realmente pronto, pero me levanté con mucho cuidado para no despertar a Isaro y fui al baño. Tan solo fueron ganas, asi que despues de estar con esa mala sensación decidí ducharme y visitar a Ariel. Sin embargo, la aparicion de mi hermana con ganas de pasar tiempo conmigo me distrajo durante toda la mañana, ya que me ayudó a preparar el desayuno de Isaro y fuimos a despertarlo, pasando tambien a que hablase con Arïna, conociera a Wendy y viera algo del pueblo con nosotros. Ya a la hora de comer, evitando comer por que tenía el estomago revuelto, decidí dejar de retrasarlo y visitar a Ariel. Esperé hasta que Ricca nos dejó un segundo a solas para avisar a Isaro, acercándome por su espalda, dandole un beso en la mejilla.
-Voy a ver a Ariel antes de que venga Ricca -Le dije, dandole un beso de nuevo -Yo... prefiero ir sola -Le dije cuando me preguntó sobre acompañarme. Realmente tenía un poco de miedo por lo que pudiera decirme, no sabia como iba a reaccionar y preferia estar tranquila cuando tuviera que decirselo a mi pobre Isaro. Ricca entró justo antes de que me fuera y se despidio de mi con una enorme sonrisa. Por mi parte, fui a casa de Ariel y toqué la puerta, algo dudosa

Silya:

Me reí al ver que Cain no pensaba dejarme marchar, disfruté de su abrazo aprovechando para remolonear en la cama sin preocuparme por la hora. Le sonreí con amor sabiendo que se había comportado así por animarme un poco, y lo había conseguido con tan solo unas bromas y unas muestras de cariño. Estaba segura de que se había fijado de que por más bonito que fuera el sitio rodeado de árboles y vegetación, no sonreía tanto como en otros lugares.

Por la mañana lo vigilamos un rato más hasta que decidí que era hora de recoger lo que nos habíamos llevado al pueblo y marcharnos de allí, no sin antes volver a ver una última vez a aquel muchacho que me sonrió amablemente antes de preguntarme si volvería por allí pronto -Dudo que las personas de aquí me quieran volver a ver- le aseguré con tristeza. No le di tiempo a preguntar el porqué, desenvainé mi espada y lo apuñalé en el corazón. No había cerrado los ojos por lo que me encontré con su mirada sorprendida y aterrorizada, iba a morir y no había forma de impedirlo -Lo siento- me disculpé con sinceridad, no me gustaba matar a gente sin embargo no había una alternativa mejor para él. De sus ojos empezó a desvanecerse el brillo antes de caer al suelo muerto... su corazón se había parado "Se hizo justicia" pensé, pues al mirar en su alma descubrí que solo le quedaba su hermana porque él había asesinado a sus padres y creado un incendio más tarde para hacer parecer que murieron por aquel extraño fuego. El chico odiaba a sus padres, ellos habían apreciado siempre más a su hermana mayor y aunque ella era inconsciente de eso, su hermano sufría las consecuencias de no ser tan bueno como ella en los aspectos importantes como inteligencia o imaginación, y al final todas las malas sensaciones crearon esa corrupción en el alma que llevó a la muerte de sus padres, lo peor es que podría ser solo el principio si no lo paraba ese día. Matarlo fue la mejor solución para todos, incluyendo él mismo.

Al sacar la espada de su cuerpo se creó una ola oscura de maldad que se dispersó por todo el lugar formando un viento frío y desagradable para los humanos que lo asociarían al frío del invierno. Recogí el alma malvada que mi espada había capturado con mucho cuidado de que no saliera herida, podía intentar escapar pero no había un lugar lo suficientemente lejos como para que no no fuera capaz de encontrarla. Lo había ocultado perfectamente bien, incluso Cain no sospechó nada, pero a mi no me podía engañar porque mientras hablaba con él lo que hacía era ver su alma, sus fechorías y sus verdaderos sentimientos, no podía permitirle seguir en este mundo después de saber que no tenía intención alguna de parar de matar a gente... habría causado demasiada discordia y daños a todas las personas de su alrededor si lo hubiera dejado vivir.

Su cuerpo cayó sordamente ensangrentando todo el lugar, creando un silencio incómodo en toda la gente que lo había presentado. Algunos me miraron asustados pensando en la posibilidad de que la guerra hubiera llegado hasta allí, mientras que otros me miraban con furia sin saber porqué había asesinado a un chico tan bueno y amable como aquel -Vámonos- murmuré antes de sacudir la espada y guardarla sin hacer caso de los insultos que me lanzaban, algunos habían pensado en atacarme sin embargo no estaban seguros de que sobrevivieran además de que me habían oído decir que nos marchábamos. Tenía el alma oscura en la otra mano, pero ademas de Cain nadie podía verla, la mayoría de los demonios solo podían ver las almas cuando estas se separaban del cuerpo y se quedaban concentradas en una pequeña porción. En ese momento debía de poder ver lo podrido que estaba por dentro aquel humano que no podía ser purificado en vida, e incluso no era yo quién estaba a cargo de ese alma... pronto llegaría alguien para recogerla.

Edahi:

Casi parecía que no era capaz de pensar en una respuesta a mi pregunta, aunque también podía ser que mis besos y mis dedos le impedían responder. El lugar se empezó a oscurecer desde las esquinas en pocos segundos, dejándome claro que iba a despertarse, quise durante un instante usar mi magia con ella para mantenerla dormida, pero era demasiado egoísta por mi parte... ella no disfrutaría mucho en el sueño, solo sería yo el que se deleitara tocándola y viendo el rostro que mostraba en ese momento. Justo antes de ser expulsado del sueño, cambié a otro totalmente diferente para no aparecer cerca de su habitación. Llegué al de Eider, que soñaba que jugaba con Cain pequeño, se habían llevado realmente bien y ahora era evidente que lo echaba de menos. Aproveché de ahí para volver al barco donde mis compañeros debían estar empezando a despertarse también, ya era temprano y había decidido empezar a hacer cosas en el barco para que no se olvidaran de que seguía por allí y que había trabajo que hacer.

Estuve tan despistado en el trayecto pensando lo linda que era y el sueño que había tenido conmigo, que me metí en sueños algo problemáticos en más de una ocasión "Debería de hablar con Jack" pensé, antes ya lo tenía en mente, pero después de lo sucedido sentía algo más de confianza en que el beso de Wendy me dio no fue por pura casualidad.

Isaro:

Me desperté sonriente al escuchar a Scar hablarme con esa suavidad, me habían preparado juntas el desayuno, y se las veía llevándose mejor. Había querido despertarme antes que ellas para ser yo el que cocinara para que no tuvieran que gastar tiempo en eso y así pudieran hablar con más tranquilidad. Sin embargo me alegró mucho saber que habían cocinado ambas, después de todo esas acciones me hacían ver que seguían queriéndose mucho. Disfrutamos mucho de la mañana los tras juntos hablande de muchos temas como de cuando eran niñas o de lo que Ricca estaba haciendo con su vida. Más tarde, tras la comida Scar decidió que iba siendo el momento de hablar con Ariel, y aunque me ofrecí a acompañarla no queriendo dejarla sola ella decidió ir sin compañía, quise insistir pero con aquellos ojos tan brillantes supe que no ganaría la batalla.

Miré a Ricca cuando Scar se marchó, se la veía feliz seguramente porque su hermana por fin había aceptado ir a ver a Ariel y que le dijera de qué tipo de resfriado se trataba. Estuve un rato más con ella antes de decirle que me iba a duchar y que tardaba nada, no quería tenerla esperando demasiado rato. Para mi sorpresa después de ponerme bajo el agua escuché el ruido de la puerta -¿Ricca?- pregunté asomándome a verla -Si necesitas el baño puedes utilizarlo- respondí con una sonrisa sin saber si prefería que me fuera del lugar para que ella estuviera más cómoda. Después de unos segundos sin responder nada se empezó a desnudar y se metió conmigo en la ducha, esperaba que el agua no le resultara muy fría porque Silya y Scar siempre se han quejado de que no me gusta el agua templada... el único que me comprendía era Edahi que no se quejaba de la temperatura del agua. No comenté nada ya que no me resultó extraño, y aunque estaba algo incómodo porque viera la cantidad de cicatrices que tenía por todo el cuerpo no la eché se allí... tampoco sabía si era muy correcto pedirle que esperara un momento a que terminara de ducharme para que ella pudiera ocupar el sitio.

Cain / Sessaibushi:

Por la mañana, aunque ya me había dicho que nos iríamos ese mismo día, estuvimos aún unas horas vigilandolo. No entendía para qué, pero prefería no preguntarle ya que su concentración parecía completa en algo que yo no veía. Me quedé algo atrás mientras se despedía de aquel hombre, cargando el poco equipaje que llevabamos. Me giré al escuchar que no sería bienvenida en el pueblo extrañado ya que era una persona a la que casi todo el mundo solía querer tener cerca, cuando de repente vi como desenvainaba su espada. Tal como todos los que nos rodeaban, me quedé mirandola. Algo salió pegado a la espada de Silya, una cosa negra a la que no podía definir y que me obligaba a mirarla, como si algo dentro de ella me hipnotizase. Por suerte, el shock de ver algo asi hizo que poca de mi atención se centrase en mi querida angel.
-Vámonos -No pude responder nada, una sensación realmente agradable cubrió los alrededores, una sensación de que algo malo acababa de ser liberado, aunque no duró demasiado. Por supuesto, la gente comenzó a insultarnos, haciendo el amago de querer atacarla y sentí que, dejando a un lado lo ocurrido, era mejor que nos fueramos.
-Será lo mejor -Le contesté, habiendo estado callado demasiado rato. Esperé a que comenzase a andar pero tenía la sensación de que tan solo estaba fingiendo que se encontraba bien, asi que para que se moviera le puse la mano en la cinstura, emujandola con suavidad, no quería transformarme en ese momento y tal vez necesitase procesarlo todo antes de hacerlo. No dije nada, la gente nos seguía y, siguiendo con su petición, esa fue la única muestra de afecto que tuve, comportandome tan solo como un hermano que la acompaña. La gente no se alejaba de nosotros y empecé a escuchar como, cuanto más lejos del cadaver estaban, más valientes se volvian, pensando que estabamos confiados en que no nos atacarían, queriendo vengarse de lo ocurrido. No quería que atacasen a Silya y si era posible a mi tampoco, pero aunque muchos estaban dudosos, un grupo empezó a acercarse peligrosamente a nosotros. No dije anda, tan solo me giré a mirarlos, modificando el color de mis ojos a un rojo sangre, produciendo una niebla que fuera visible para ellos. Por supuesto, eso los amedrentó lo suficiente para que se quedasen quietos un momento y, cuando quisieron seguirnos, no les merecía la pena.
-¿Dónde vamos ahora? -Le pregunté a Silya, sin mirarla, dudando aún de cuando acababa mi trabajo de "hermano" y podía volver aactuar como siempre.



Mi hermana decidió irse a algún lado ella sola. Sonreí al entender que no se había dado cuenta de mis intenciones y todo se volvió aún más fácil cuando Isaro eligió ducharse. Esperé un poco, no lo suficiente para que estuviera enjabonado pero si como para que hubiera mojado. Me levanté y entré al baño con total naturalidad, sin responderle. Me desvestí con calma y entré con él a la ducha. Me sorprendió que no hiciera ni el mínimo gesto de salirse ni parecía demasiado incómodo. El agua estaba realmente fría, o al menos más de lo que estaba cuando me duchaba yo, pero eso no afecto demasiado excepto que me acerqué a él.
-No hace falta, quédate -Le pedí con una sonrisa. No tardó demasiado en continuar con lo que estaba haciendo, asi que no pasé mucho tiempo helandome allí. Me acerqué más, pasando un dedo con suavidad por la cicatriz que partía su torso, bajando con tranquilidad.
-Mi hermana realmente sabe elegir a los chicos -Le elogié, aunque no me estaba fijando en el camino que seguía mi dedo. Era algo más alto que yo, pero no demasiado, asi que no tuve que estirarme para besarlo, la primera vez tan solo un beso cariñoso, comprobando su reacción que fue mucho mejor de lo que esperaba. Estaba claramente extrañado, pero con el poco tiempo que habíamos pasado juntos, tenía una buena excusa.
-Es normal que compruebe si eres apropiado para mi hermana, ¿no crees? -Había notado que sus conocimientos sobre la familia eran muy reducidos, seguramente había sido huérfano desde hacía mucho y cosas como esa se le escapaban, quizás sus padres adoptivos no habían sido demasiado cariñosos o tal vez tenía poco contacto con otras personas. Poco a poco, fui besandolo con más efusividad, no me importaba que no hiciera nada, ya me ocupaba yo de ir animandolo. Cogí sus manos y las pasé por mi cintura, excusandome en que hacía un poco de frío y de esa forma no me molestaba el agua y dejé de lado la precaución, enlazando mi lengua con la suya, en parte obligandolo a ello ya que me era obvio que no le hacía demasiada gracia.
-¡Is...aro...? -No me molesté en separarme con rápidez, primero terminé ese beso que hacía que los ojos de Annie se abrieran como platos. Le sonreí, agarrandome más fuerte a su novio, provocando que las lágrimas empezaran a aparecer en esos sorprendidos ojos. Cerró la puerta y se marchó corriendo. No supe su rumbo y relamente me importaba muy poco.
-¿Por dónde íbamos? -Le pregunté, si su relación estaba ya rota, ¿qué importaba si terminabamos con lo que estaba comenzando? Me sorprendió un poco ver que, dejandome de lado, quiso salir detrás de Marie Anne, pero eso no entraba en mis planes y me puse delante de él, tapando la puerta.
-Me gustaría terminar antes de que te vayas -Le dije, empezando a perder la paciencia, parecía que esa era la única persona que no iba a sucumbir a mi, pero no pensaba dejarme ganar por la estúpida de mi hermana pequeña -, o puedo decirle a Annie que me has obligado -Por suerte, había aprendido a utilizar mis poderes de ángel en mi beneficio. No podía curar, purificar o atacar, pero sí jugar con la visión de las personas, provocando ilusiones. Mi cuerpo, a sus ojos, comenzó a llenarse de moraduras, como si alguien me hubiese agarrado con demasiada fuerza. Le sonreí de nuevo mientras hacía aparecer en mi cuerpo poco a poco más marcas similares.

Scar:

Los nervios se apoderaban rápidamente de mi a cada paso que me acercaba a casa de Ariel, pero tenía que saber qué enfermedad me estaba molestando desde hacía casi un mes y medio, tal vez dos, y ella siempre había sido la más tranquila del pueblo cuando se trataba de cosas así. Llamé a la puerta, sorprendida cuando fue ella misma quién me abrió, también extrañada por mi visita. Charlamos un poco, me preguntó por mi hermana, por Isaro y bastantes cosas más antes de que me atreviera a pedirle su opinión.
Por supuesto, se preocupó mucho cuando hablé, me preguntó qué había pasado, qué sentía o cuales eran los síntomas. Me sonrojé un poco al contárselos, era muy atenta y el exceso de atención solo me incomodaba, aunque al estar a solas me era más fácil. Le conté que al principio solo eran pequeñas molestias que achaqué a la menstruación, a pesar de ser demasiado continuas. Después se unió una sensación de sueño constante, debida al despertarme a media noche por pinchazos en el abdomen, tampoco me preocupé demasiado pensando que serían gases o algo similar, pero que las naúseas constantes, los mareos y tanto cambio de humor solo habían acabado por impedirme estar relajada. En ese momento, al hablar de ello en voz alta, una explicación comenzó a surgir en mi cabeza y perdí parte del color que tenía por no haber pensado antes en ello. Ariel sonreía en ese momento, pero aunque era claro lo que estaba pensando, se ofreció a hacerme alguna pequeña prueba, accedí a todo lo que se le ocurrió y, tras todas ellas, la sonrisa de Ariel no hacía más que agrandarse.
-Scar, no estás enferma -Me aseguró, acariciandome la cabeza. Mi mente daba muchas vueltas a cosas sin sentido, ¿era un buen momento? ¿podríamos con algo asi? El corazón se me aceleró al darme cuenta de lo que realmente ocurría, quería llorar, quería reir y por alguna razón también quería comer algo dulce, pero pude mantenerme tranquila en apariencia -Estas embarazada -Un nudo se formó en mi garganta y temí echarme a llorar, me mantuve callada mientras escuchaba lo que Ariel me decía -No se como ayudarte en esto, pero hasta que no pasen tres meses no es algo seguro -Me dijo, seguramente esperando tranquilizarme. Ella ya había pasado por algo asi, nunca había podido quedarse embarazada y por su mirada le dolía relamente no poder echarme una mano. Agradecí que fuera una persona consciente de los demás, me trajo un vaso de agua antes de concederme algo de tiempo para estar sola y salió de la habitación.
El peso de lo que había pasado se liberó, no era algo que debiera preocuparme, no me ocurría nada malo pero... ¿cómo se lo iba a decir a Isaro? Aún dudosa, me pasé la mano por la tripa, empezando a llorar y a reirme a la vez, parecía tonta y lo peor es que me era imposible controlarme. ¿Ahora qué iba a hacer? Sin pensar en ello cogí la pulsera, pensando avisar a Tefael pero... ¿qué iba a hacer él? Quería hablar con Isaro yo misma y prefería evitar las bromas que pudieran hacerme. Mi mente estaba en blanco hasta que, momentos después, me acordé de que no solo Wendy era una persona de confianza.
-¿Silya? -Le pregunté a la pulsera, como tantas veces había hecho con Tefael. Aún no me había tranquilizado del todo y esperaba que no se asustase demasiado por oirme llorar-¿Estás sola? Necesito hablar con alguien -De verdad que lo necesitaba, alguien que no fuese a ahogarme al escucharlo, que, como Ariel, me diera algo de espacio para pensar. Esperé un momento, parecía ser que Cain estaba con ella, cosa que era más que normal. Por supuesto, mi llamada la preocupó.
-Isaro está bien, no es eso... -No sabía cómo sacar el tema, estaba sentada sola en el sofá de Ariel, mirandome la tripa y con miedo de tocarla, queriendo hacerlo y con más ganas de llorar.
-Yo... -Una risa nerviosa se me escapó entre las lágrimas -Te.... yo... e-estoy embarazada -Sentí un gran alivio al decirlo en voz alta, como si eso confirmase lo que me ocurría. No era una enfermedad. No era contagioso -Se lo diré ahora... pero no se cómo -Escuché lo que Silya me decía, pero me era dificil concentrarme en algo. Iba a tener un bebé, ¿y si me odiaba? ¿y si no sabía cuidarlo? ¿y si...? -No le digas nada a nadie... por favor -Le pedí sin saber qué más hacer. No quise alargar mucho más la conversación o Cain empezaría a rondar como un perro guardían, me despedí y salí de la casa de Ariel, volviendo a la mía esperando encontrar a Isaro para contarselo, sonriendo por los ánimos que me había dado alguien que lo conocía tan bien. me extrañó que el salón estuviera vacío, pero al escuchar el agua de la ducha sonreí, yendo rápidamente a buscarlo, pero al abrir la puerta no encontré lo que esperaba. Salí corriendo de la casa, yendo, por costumbre, a casa de Wendy, que se encontraba con Edahi.
-L-lo siento... -Me disculpé al notar que estaba interrumpiendo algo, pero la imagen de lo que había visto y las palabra de Ariel no dejaban de dar vueltas por mi cabeza, haciendo que me fuera imposible mantenerme calmada incluso delante de él. Lo ignoré un poco y abracé a Wendy, que estaba claramente confundida, pero aceptó mi abrazo, devolviendomelo mientras me acariciaba la cabeza.

Wendy:

Mi corazón dio un vuelco enorme cuando Edahi había aparecido en casa. Me sonrojé demasiado como para que fuera casualidad y me costó mucho hablarle con total normalidad. Me sentí mal por estar pensando cosas que él quizás era capaz de leer y procuré centrarme en cosas más tranquilas, como los dulces que había traido y no en preguntarme si sentiria lo mismo en el sueño y en la realidad.
-Estan deliciosos -Aunque preguntó algo, no le respondí por estar bebiendo, no me di demasiada cuenta y simplemente seguí con la conversación. Me extrañó mucho que preguntase por mi padre -Eh.. -Comprobé la última de las cartas que me había mandado -Hace un par de días estaban por llegar a Languerthon... ¿por qué quieres verlo? -Le pregunté, con curiosidad. No parecía un tema demasiado importante para que se duera prisa, asi que no pasaba nada si se quedaba un poco más conmigo. Cuando volvió a hablar y mi mente procesó su pregunta, el recuerdo del sueño y su seductora voz preguntandome al oído exactamente lo mismo hizo que toda la sangre de mi cuerpo subiera a colorearme cara, haciendo que me fuese completamente imposible hablar nada que no fueran balbceos sin sentido. La puerta me sobresaltó, haciendome soltar un grito de sorpresa. Scar había venido corriendo, llorando desconsolada y sin poder explicarme qué había ocurrido. Tan solo entendí la palabra Isaro, por lo que supe que no tardaría en aparecer. Negó cuando le pregunté si estaban heridos y asintió cuando le pregunté si quería sentarse. La ayudé a sentarse en el sofá tras echarle una mirada de disculpa a Edahi. No recordaba haberla visto llorar de esa forma nunca, casi siempre disimulaba un poco cuando se encontraba frente a más gente, pero ni la presencia de Edahi la hizo mantener la comporstura.
-Scar, ¿estás bien? -Le pregunté, acariciandole la cabeza. Ella negó, sin dudar en su respuesta, parecía estar pasandolo realmente mal por algo que yo no entendía, subió las piernas al sofá y se escondió en sus rodillas, sin dejar de llorar de esa forma tan desgarradora. Miré a Edahi, era casi seguro que se encontraba muy incómodo por esa visita y me daba la impresión de que Scar no podía controlarse en ese momento.
-¿Puedes dormirla? -Le pregunté, gesticulando para que Scar no se diera cuenta. La sujeté con cuidado para que no se cayera al dormirse y la tumbé en el sofá, su corazón estaba realmente acelerado incluso dormida y la respiración se tranquilizó, regulandose.
-Gracias -Le dije con una sonrisa triste -Creo que le estaba dando un ataque de ansiedad -No era la primera vez que ocurría, pero ella siempre se negaba a que la ayudasen, escondiendose en su habitación o en el bosque. Tan solo las últimas veces me había permitido estar con ella y prestarle mi ayuda. Cuando llamaron de nuevo a la puerta, supe de sobra quién era antes de abrir, pero fui de todas formas.

Silya:

Me giré para ver a Cain, descubriendo que mostraba confusión, sorpresa y algo más que no lograba identificar en su rostro. Tardó mucho en hablar pero no dije nada al respecto, él tenía mucho en lo que pensar y yo solo quería que Cain me quisiera aún sabiendo que tipo de misiones hacía… nunca había querido ocultárselo, sin embargo me daba algo de miedo saber cómo reaccionaría.

Cuando estuvimos suficientemente lejos de los pueblerinos, abracé a Cain sin responder de primeras a su pregunta. Estuve un rato más en silencio antes de separarme de él -Tenemos que esperar- comenté mostrándole la bola llameante que tenía en la mano -Alguien vendrá a por ella- añadí notando como se revolvía en mi mano, no podía escapar y lo sabía, solo lo hacía por molestar.

Isaro:

Me quise echar a un lado cuando empezó a tocar mis cicatrices, no me apetecía contarle cómo me hice esas marcas. Para mi sorpresa tan solo comentó que Scar sabía elegir a los chicos -Si supiera elegir se habría quedado con Tefael- respondí con sinceridad, sin darle mayor importancia. Se notaba que quería llevarse bien conmigo, pero no hacía falta mentir de una manera tan descarada para conseguirlo… Ricca estaba algo extraña besándome y asegurando que era para comprobar si era apropiado para Scar "Esta claro que no pasaré su examen" pensé sabiendo que con que Scar me quisiera no me importaba que todos pensaran que era demasiado poco para ella. Sus acciones raras continuaron hasta que Scar llegó, ella me llamó y al girarme pude ver que estaba llorando ¿Habría ocurrido algo malo? ¿Las noticias que Ariel le dio eran tan malas? No me dio tiempo a preguntarle antes de que saliera huyendo. Quise ir tras ella, saliendo de la ducha y secándome rápidamente, sin embargo para mi sorpresa Ricca me lo impidió como si su examen fuera más importante que Scar.

Arrugué un poco el ceño, cosa que ya era difícil ver en mí pero ella volvió a insistir causando que empezara a crisparme. Su amenaza solo hizo que mi paciencia se agotara, me estaba obstruyendo la única salida que podía usar para llegar hasta Scar solo por el gusto de hacerlo. Le cogí de la muñeca y la empujé contra la puerta -¿Quieres amenazarme?… ¿A mí?- le pregunté con un claro tono de enfado que se reflejaba claramente en mi mirada -Entonces tengo que hacer algo con lo que puedas amenazarme de verdad- comenté transformando mi mano en una garra y poniéndosela en el brazo lleno de moretones no había llegado a arañarla, pero ya pinchaban, solo con un movimiento y le arañaría con mis zarpas -Incluso si te hiciera daño de verdad, nadie te creería- añadí antes de tirar de ella con la mano que no estaba transformada dejándo sitio de una vez para que pudiera salir detrás de la chica a la que amaba -Nunca he hecho daño ni a una mosca, que de repente golpee o arañe a alguien sería cuanto menos extraño… pero si quieres ponemos a prueba la confianza de la gente- le di un último vistazo totalmente molesto antes de salir del baño dando un portazo al cerrar, parecía que no se había esperado mi reacción ni mis palabras. Estaba preocupado por lo que le había sucedido a Scar que la había hecho llorar de ese modo, y Ricca no tiene otra cosa en la que pensar que en la prueba que me está haciendo… claro que me enfadaría, después de todo Scar es la persona a la que más quería y de la que más me preocupaba, si algo le pasa quiero enterarme para saber cómo cuidarla y qué puedo hacer para ayudarla. Tal vez había exagerado al ponerme de ese modo, pero hasta que no viera a Scar y me asegurara de que está bien no me disculparía con Ricca.

Llegué con rapidez a la casa de Wendy siguiendo el olor de mi preciada Scar, no tardaron en abrirme sin mostrar preocupación, ella se había dormido -¿Alguien sabe lo que le ha ocurrido? fue a ver a Ariel y cuando llegó a casa estaba llorando- pregunté sin saber cómo se había dormido tan rápido con lo agobiada que antes parecía -Al menos ahora está descansando- me acerqué a Scar y me quedé en el suelo viéndola dormir en el sofá, cuando me tranquilizara de haberla visto llorando ya me levantaría para cargarla hasta casa.

Edahi:

Por la tarde compré unos dulces típicos de las ciudades del norte, estaba seguro que Wendy no los había probado nunca, así que era una buena excusa para volver a ir ese día y ver qué tal estaba. Sonreí con calidez cuando vi lo sonrojada que estaba al verme, pero actué con normalidad por no hacer que le diera un paro cardíaco.

-¿Quieres más?- le pregunté cuando estábamos tomando los dulces que había llevado, pareció no escucharme porque siguió a lo suyo diciéndome dónde se encontraba su padre después de que le pidiera la ubicación -Tengo algo que quizás le interese- respondí dejándole ver que no tenía prisa por ir ese día, tan solo quería ir antes de que cambiara de lugar. -Al final no me has dicho si quieres más- dije después de un buen rato hablando de otras cosas, le mostré otro dulce… pero por su sonrojo Wendy no estaba pensando en el dulce cuando le pregunté, sino en el sueño que había tenido. Estaba tan adorable que no pude evitar abrir la boca, quería decirle que ella realmente me gustaba y que ese sueño no tenía por qué ser solo algo de su imaginación. Sin embargo no pude decir ni una palabra antes de que Scar llegara llorando y disculpándose, también estaba preocupado por ella así que dejé de lado mi declaración por segunda vez centrándome en Scar que parecía al borde de la histeria.

Asentí a la pregunta de Wendy no tardando ni un instante en hacerla dormir, algo parecía haber ocurrido con Isaro, y aunque tuve curiosidad, preferí no hurgar en sus recuerdos si no era estrictamente necesario.

Cain / Sessaibushi:

Ya estabamos bastante lejos cuando Silya por fin me abrazó. Seguía sosteniendo la bola ardiente que había salido del hombre al que le había quitado la vida. Le devolví el abrazo unos segundos más tarde, pues me había pillado por sorpresa.
-¿Estás bien? -Le pregunté, esperando que no intentase disimular la verdad. No me gustaba que sus misiones constasen de matar personas, no sabía qué tenía ese hombre que mereciese la muerte, pero que ella fuera la que tenía que llevarlas a cabo no me agradaba. Dudé cuando contestó, no sabiendo si me intentaba engañar e hice que me mirase, queriendo ver en sus ojos si me decía la verdad. La abracé con fuerza, no solo como respuesta al suyo, sino esperando poder ayudarla de alguna forma.
-Eso no es lo que queria oir -Le respondí antes de darle un beso. Aunque no me había dicho nada, me daba igual, ya pararia si quería volver a como estábamos, pero primero quería tranquilizarla, ya más tarde le preguntaría qué había pasado -Te quiero -Le dije al oido, bajito como si fuera un secreto, esperando poder hacer que sonriera al menos un segundo antes de continuar el camino.

Wendy:

Efectivamente, Isaro entró en la casa con cara de preocupación. Parecía haberse vestido con mucha prisa pues tenía la camiseta algo mal puesta, el pelo goteando y con algo de espuma todavia. Nos preguntó muy alarmado si sabíamos qué le había dicho Ariel, ya que había ido a verla justo antes de irse llorando.
-Isaro...  creo que... no es por lo que haya hablado con Ariel -Me acerqué a taparla un poco mejor de lo que estaba, ya que le había puesto la manta muy rápido para poder abrir -, creo que es por algo que has hecho tú -No estaba del todo segura, pero las heridas a Scar no le daban miedo, tampoco le dolía ya que no había hecho malos gestos ni era algo que quisiera contar pues sino habría intentado tranquilizarse.
-No se qué ha pasado, ha venido con un ataque de ansiedad y le he pedido a Edahi que la durmiera para que se tranquilizase -Admití, mirandolo de reojo. Por suerte, todo eso había hecho que me olvidase de lo que estaba ocurriendo. Scar se movió en sueños y murmuró algo que no logré entender, pero sin duda había conseguido que la tensión que sentía se liberara gracias a los poderes de Edahi.
-Dejala aqui hasta que se despierte -Le ofrecí, sabiendo que si ahora la sacaba a la calle, haciendo tanto frío fuera se despertaría y era poco probable que su humor fuera bueno -Y... tienes espuma en el pelo aún -Le dije, enseñándoselo. Me incorporé, seguro que prefería estar un poco a solas con ella y necesitaba saber si lo que había pasado era grave. Llevé a Edahi a la cocina, intentando no sonrojarme demasiado.
-¿Puedes... ver lo que le ha pasado en casa de Ariel? -Le pedí -No creo que sea eso, pero quiero saber si es algo por lo que tengo que preocuparme -Dije, mirando al suelo, sabiendo que era poco probable que quisiera colarse en sus sueños y mucho menos en su mente para poder averiguarlo solo por que a mi me preocupara esa tontería, pero tenía que intentarlo.

Scar:

Me encontraba en la habitación que compartía con Isaro, sentada en la cama. Me levanté llamandolo, estaba en la ducha a juzgar por el sonido del agua, as ique me acerqué y llamé a la puerta.
-Un momento -Dijo la voz de mi hermana, agitada por alguna razón. Esperé un segundo, escuchando tan sol oel ruido del agua y volví a llamar. Ricca me abrió la puerta con su sonrisa de superioridad, cubierta con una toalla y mojada, tapando el interior del baño.
-¿Qué quieres? ¿Viene el bebé? -No entendí a qué se refería, pero al bajar la vista me acordé que estaba embarazada de varios meses. Dije algo que aunque no escuché, ella si entendió y miró dentro del baño -Isaro, vamos a llevarla al bosque -No ocurrió nada más pues el camino hacia ese supuesto bosque tan solo me llevó a casa de Ariel, donde ni ricca ni Isaro estaba ya y en cambio Cain y Tefael discutían sobre porqué era mejor que se llevase uno u otro a mi bebé, que a pesar de acabar de nacer tenía la apariencia de un año o dos.
-Pero... yo quiero quedarmelo -Dije, haciendo que ambos se girasen, encendiendose las luces y apareciendo Isaro detrás. Cuando lo miré, mi hermana lo rodeaba por el cuello, sonriendome, comenzó a llover y el sueño se disvolvió, convitiendose en otra cosa sin lógica alguna que no logré recordar al despertarme con el olor de la cena.

Silya:

Cain no dudó en darme el afecto que necesitaba abrazándome y preguntándome si me encontraba bien -Ya estoy mejor- le aseguré, no estaba bien pero ya me había ido recomponiendo gracias a los abrazos que me daba y a su intensa mirada preocupada que veía a través de mí. Sonreí al escuchar que esas no eran las palabras que quería oír, estaba muy atento y tenía que admitir que eso me encantaba. Le devolví el beso con dulzura esperando que eso lo tranquilizara un poco -Yo también te quiero- respondí dándole otro beso, y admitiéndole que gracias a él me había animado un poco.

Cuando preguntó le expliqué que no solía tomar esas misiones, y que además solían acabar sin ningún muerto, y la misión pasaba a otros lugares que se encargaban de purificar su alma trayéndole paz, amor y felicidad hasta que se encontrara mejor pudiendo volver a su vida normal. Esa vez la había tomado por la alerta que había de que en poco tiempo podía causar muchas muertes… los oráculos habían acertado y agradecí haber podido intervenir antes de que aquel futuro que habían visto sucediera de verdad. Después de un rato llegó un ángel a recoger el alma y encargarse de limpiarla en el cielo, no comentó nada sobre que tuviera un demonio al lado, tan solo me dio las gracias por el buen trabajo realizado ya que en unos pocos días todo podría haberse tornado siniestro.

Caminamos sin rumbo cuando le admití a Cain que hasta un tiempo no tenía pensado hacer más misiones, hablamos un rato y comimos al entrarnos hambre. Tuve que parar a la mitad al escuchar a Scar hablarme por el colgante que quería charlar conmigo en privado. Me preocupó un poco que me hubiera elegido a mí para hablar ¿Le había ocurrido algo a Isaro? por suerte no era eso… aunque sus palabras finales me sorprendieron más de lo que me había esperado -Eso es estupendo, felicidades- respondí con tranquilidad notando por su voz que no necesitaba que me emocionara en exceso -Da igual como se lo digas, se pondrá muy feliz de saber que va a ser padre- Isaro siempre había querido tener una familia, y a pesar de que formar una seguramente no estaba en sus planes, debía ser algo que le hiciera llorar de alegría o al menos extremadamente feliz. Quise preguntarle de cuantos meses estaba y si se sentía muy incómoda con las hormonas del embarazo, pero le noté que tenía cierta prisa así que tras prometer no contárselo a nadie e intercambiar unas frases, nos despedimos.

Nunca esperé que alguien pudiera haber escuchado nuestra conversación… y mucho menos que la malinterpretada como se llegó a malinterpretar.

Edahi:

Isaro me miró incrédulo al escuchar las palabras de Wendy, su cara era un libro abierto, no tenía ni idea de qué había hecho para hacerla llorar. Aunque siguió pensando no encontró la causa del ataque de ansiedad de Scar -Si prefieres quedarte aquí puedes utilizar el baño de esta casa cuando estés más tranquilo- le aseguré al notar que no pensaba marcharse de allí incluso si su ropa hubiera estado ardiendo en llamas. No pregunté a Wendy sobre ello, sin embargo estaba seguro de que no le importaría que su mejor amiga y su novio se quedaran en la casa hasta que resolvieran sus problemas.

-Ciertamente, eso ya le debió de causar algo de ansiedad- comenté con una sonrisa feliz por descubrir las nuevas noticias -Pero no tienes que preocuparte no es nada malo, ella te dirá las noticias cuando sea el momento- no le iba a comentar que había mirado en sus recuerdos antes de que me lo pidiera solo por ver su cara agobiada de que algo malo le hubiera sucedido a Scar. Me ofrecí a ayudarle en la cocina mientras que Isaro decidía quitarse la espuma en un momento antes de volver al lado de la futura mamá y quedarse con ella esperando a que se despertara cuando se encontrara mejor.

Cain / Sessaibushi:

No conseguí lo que quería y aunque Silya realmente no parecía estar mal, sabía bien que iba a hacer lo que fuera por no preocupar a nadie, por lo que decidí darle un poco de espacio si es lo que quería. Le pregunté por la misión, esperando poder entender qué había ocurrido y desde cuando ella elegía matar a las personas que ni para un ser de oscuridad son llamativas. Me sorprendió un poco su respuesta, no esperaba que los ángeles se preocupasen tanto de los humanos, siendo que ellos eran los culpables de que estuviesen retenidos en el cielo, pero yo no era nadie para juzgarlos cuando me dedicaba a meterme donde no me llamaban.
Poco después, un ángel con cara seria y mirada aburrida llegó a por el alma de aquel hombre. Me miró durante un segundo y su aura se movió, mostrando curiosidad y algo de desconfianza, cogió el alma y sin decirme nada por estar allí, se esfumó. No pude evitar fruncir el ceño molesto, si le molestaba mi presencia podía tragarse sus plumas una a una por que no iba a conseguir que me fuera.
Seguimos nuestro camino que, aprovechando que Silya no pretendía hacer misiones por el momento, asi que era el momento de llevarla a donde Isaro me había recomendado. La sensación de estar siendo vigilado se desvanecía conforme más nos alejábamos del pueblo, por lo que deduje que se debía tan solo a que los vecinos habían estado desconfiando de nosotros.
Paramos un par de veces a comer y descansar, Silya no sabía en que dirección ibamos asi que no era un problema que yo eligiera el camino. En cierto momento, la voz de Scar salió por su colgante, obviamente haiendo que se preocupase. Me levanté y me alejé hasta no poder oirlas, aprovechando para preguntar en una zona cercana hacia donde debía ir. Por suerte, no me había deshorientado y seguíamos por buen camino.
No disimulé mucho el hecho de tener un rumbo, aunque tampoco le dije nada, simplemente, para cuando quiso darse cuenta, le pedí que se bajase.
-Yo si tenía cosas que hacer -Le dije con una sonrisa -Espero que no te importe que nos hayamos desviado un poco -Lo cierto era que si habíamos hablado de visitar la ciudad donde Silya se había criado, pues quería ver a sus amigos, a su ahijado y al pequeño Nurheil, algo con lo que estuve totalmente de acuerdo, excepto por que quizás lo iba a retrasar un poco.
Cogí a Silya de la mano para continuar el pequeño sendero que nos quedaba, simplemente salvando una pequeña colina para ver, desde la parte alta, la ciudad a la que la había estado guiando sin que se diera cuenta.

Wendy:

No entendí bien las palabras de Edahi, pero su sonrisa me hizo comprender que no eran malas noticias lo que había ocurrido en casa de Ariel. Suspiré más tranquila, sabiendo que no era preocupante, que tan sol otenía que esperar a que ella misma me lo contase. Me sorprendió gratamente ver que se pensaba quedar a, por lo menos, hacer la cena.
-¿Te vas a quedar a cenar? -Le pregunté sonriente, aunque no tardé en quitarla -Oh... claro... Y'ami te estará esperando -Me molestó decirlo en voz alta, pero de igual forma le sonreí con tranquilidad, esperando que no se diera cuenta de que no me hacía gracia el tema, que Y'ami era una persona muy agradable, pero eso no significaba que me doliera saber que estaban juntos. Poco después, escuché la voz de Scar, que se había despertado.

Scar:

Abrí los ojos cuando empezó a oler a comida. No me acordabade como había llegado a casa de Wendy ni qué hacía tumbada en el sofá, pero estaba realmente cómoda y por primera vez en bastantes días no tenía sueño. Miré a Isaro, que estaba conmigo durante un momento y entonces me acordé de porqué estaba ahí. Me tapé con la manta, ahora queriendo irme a casa o estar sola un rato.
-Hola -Murmuré desde el interior de mi escondite improvisado. ¿Cómo iba a decirselo en ese momento? No me faltaba confianza en él, pero no podía haberlo malinterpretado, sin duda estaban en la ducha besandose, no tenía sentido y no podía negarmelo.
-¿Porqué estabas con mi hermana en la ducha? -Pregunté, interrumpiendo lo que me estaba diciendo. Sabía como era, ahora estaba más tranquila y podía hablar de ello con relativa calma, por lo menos lo justo para no ponerme a llorar... de momento.
-¿Porqué estabas besandola? -Insistí, esperando que viera la razón de mi enfado... o bueno, de mi llanto -¿Porqué la tocabas? ¿Porqué no la echaste? -No le estaba dejando responder, pero empezaba a querer llorar y asi al menos tendría un momento para recomponerme, algo que, sin duda me iba a ser dificil.

Silya:

Dejé que Cain decidiera el rumbo, había estado siguiendo mis peticiones durante todo ese tiempo y parecía tener un sitio al que querer ir. No pregunté el lugar porque me daba igual cual fuera, siempre me habían gustado los sitios que él elegía para visitar. -No me importa en absoluto- respondí con una sonrisa apretando su mano cariñosamente cuando se transformó, no debía de quedar mucho hasta llegar a nuestro destino si Cain se había transformado.

Mis ojos brillaron inconscientemente al descubrir qué ciudad teníamos delante -Kuthanar…- murmuré antes de girarme y sonreírle con entusiasmo -¿Sabías que esta ciudad fue la primera que pisaron Edahi e Isaro al llegar al continente?- ambos eran del continente de occidente donde la guerra no había llegado en la medida que aquí, y que quitando Zéndikar donde vivió Isaro, todo el alrededor era mucho más pacífico… Fue allí donde Edahi fue criado por sus padres con tanta dedicación -El volver al continente después de algo más de una década fue fantástico- ellos lo visitaron por primera vez, pero también se quedaron maravillados por Kuthanar, sus impresionantes mercados, la animosidad de las personas y la multiculturalidad que existía hacían de ese uno de mis lugares favoritos.

Edahi:

Negué con la cabeza a su pregunta autorrespondida -Y'ami y yo lo dejamos, regresó a su hogar en los reinos helados del norte y decidimos por mutuo acuerdo que cuando ella se marchara del barco terminaríamos- No había tristeza en mis palabras, pues a pesar de que salimos fue por su decisión y su cabezonería de que conseguiría enamorarme, pero Y'ami siempre fue más una gran amiga o una hermana pequeña que una persona a la que amara de corazón -Así que me tienes toda la noche para ti- añadí con una sonrisa, no había ido con segundas aunque no tardé en darme cuenta que en realidad lo parecía.

Scar no tardó en despertarse así que decidimos quedarnos en la cocina para dejarles un poco de espacio personal y que pudieran hablar tranquilamente sin ser molestados por nadie.

Isaro:

Levanté la cabeza cuando escuché la voz de Scar -¿Cómo estás?¿Te encuentras bien?¿Qué te ha dicho Ariel?- pregunté rápidamente mientras me acercaba preocupado, sin embargo no respondió a ninguna haciéndome una pregunta tras otra que me empezaron a confundir, se la notaba molesta y con lágrimas en el borde de los ojos -¿Hice algo mal?- no entendía lo que me estaba queriendo decir -Ella se metió en la ducha más tarde… creí que solo necesitaba usar el baño- le aseguré todavía intentando comprender en qué me había equivocado -No la estaba besando, solo me besaba ella a mí… decía algo de una prueba… Tampoco la toqué, ella puso mis manos ahí- comenzaba a ver que mi error había sido tratarla con tanta confianza, eso es lo que debía haber hecho llorar a Scar -No la eché porque es tu familia… ¿Debí haberlo hecho?- pregunté. Desconocía muchas cosas sobre las relaciones familiares, así que me era imposible reaccionar como se debía, ni comprender cuando me engañaban.

Agaché la cabeza empezando a darme cuenta de que había hecho daño a Scar -Lo siento…- nunca fue mi intención lastimarla de cualquiera de las formas posible, ya le prometí que nunca haría nada que pudiera herirla cuando se preocupó por Mikka y sin embargo, fui incapaz de mantener esa promesa por no darme cuenta de que mis acciones eran erróneas.

Cain / Sessaibushi:

Silya parecía un poco desanimada aunque me había dado la impresión que durante un momento estaba llena de felicidad, tal vez solo habían sido imaginaciones mías, y aúnque sonreía, tenía la sensación de que no era del todo sincera. Por fin, una vez reconoció el lugar, sus ojos volvieron a brillar como siempre lo hacían y el entusiasmo que la caracterizaba regresó. La abracé por la espalda para que pudiera mirar cómo había cambiado el lugar.
-Quizás le preguntase a alguien si había algún sitio donde te habría gustado regresar -Le dije dandole un beso en la mejilla, ya olvidandome de si debía fingir ser solo su hermano o no -, y no pensaba traerte hasta primavera, pero parecías algo decaída por la última misión -No me gustaba verla asi, quería pedirle que no volviera a matar a nadie si no estaba en peligro, pero sabía de sobra que pedirle eso no sería algo que fuera a gustarle, ya que lo hacía por proteger a los humanos, aún así, prefería verla sonreír por el momento.

Wendy:

Me giré a mirar a Edahi, que negaba con la cabeza, ¿no estaba esperando Y'ami? Me sorprendió lo que dijo, mucho, pues no me había dado ni cuenta de que estuviera triste, seguramente el camarote ahora se le hacía enorme estando solo y por eso volvía tantas veces a la aldea.
-Lo siento -Le dije apretandole la mano, esperando animarlo un poco -, pero bueno, ella se lo pierde, mejor asi -Me sonrojé un poco al decir eso -Me refiero que... -La voz de Scar dejó mi frase a la mitad y me giré, intentando escuchar lo que ocurría, cosa que, evidentemente, no pude hacer.
-Lo siento, voy a ver qué pasa -Le dije, dejando la cena a su cuidado y salí fuera. Scar estaba tapada hasta arriba e Isaro, sentado al lado del sofá, intentaba entender lo que le decía. Me acerqué con calma y me agaché al lado de mi amiga, que volvía a respirar de forma pesada.
-No tardaremos en cenar -Le quité la manta de encima, pues era evidente que Isaro no iba a hacerlo -Id a mi habitación a hablar -Le pedí, notando que Isaro también estaba preocupado. Ella me miró durante un momento, miró a Isaro y apartó la mirada rápidamente. Accedió a hacerlo y se levantó, mareandose un poco y apoyandose en el pobre demonio.
-Estoy bien -Le dijo, cogiendole la mano para llevarlo hasta mi habitación. Por mi parte, volví a la cocina, esperando que Edahi no se hubiera molestado por dejarlo solo un rato.

Scar:

Quise responder a lo que Isaro me había preguntado, pero no me salían las palabras, no sabía como explicarselo sin empezar a llorar. Agradecí que Wendy nos permitiera irnos un momento y arrastré a Isaro a su habitación. Como siempre, la habitación de Wendy estaba bastante recogida, asi que no hubo problema en que nos sentasemos en su cama.
-¿Cómo te habrías sentido tu si me hubieras encontrado con Daion en la ducha de la misma forma? -Dudé en el momento de decir un nombre, pero recordaba que ese día Isaro realmente se enfadó -Si hubieras entrado en casa y al buscarme me hubieras encontrado desnuda en la ducha, bes-sandonos y... -No pude continuar por que empecé a llorar otra vez. Una parte de mi sabía que si él decía que había ocurrido algo, era eso lo que había ocurrido, pero la pelea contra las hormonas era demasiado complicada como para poder explicarme sin llorar.
-Date cuenta de que ya no eres propiedad pública, solo yo puedo colarme cuando te estás duchando -Intentaba limpiarme las lágrimas más rápido de lo que aparecían, pero me era completamente imposible -Tampoco te pueden meter mano ni besarte ni... -No se me ocurrían demasiadas cosas, pero la verdad es que nunca pensé que tuviera que explicar ese tipo de cosas a nadie. No pude seguir explicándoselo pero esperaba que al menos esa parte la hubiera comprendido.
-Yo... prefiero... esperar un poco -Le contesté cunado me preguntó por mi visita a Ariel -Necesito pensar algunas cosas primero -Me apoyé en el, buscando que me abrazase. No sabía si decirle que eran buenas noticias o no, pero al menos no eran tan malas... ¿no?

Silya:

Pensé quién habría sido el que le habló sobre la ciudad, solo había dos posibilidades y ambas eran iguales de probables -¡Me encanta!- dije antes de abrazarlo y darle un beso en los labios. Al separarme de él volví a tomar su mano tirando suavemente de él para que se diera prisa en recorrer el poco camino que nos quedaba… habían sido cerca de cuarenta años desde la última vez que pasé por allí, seguramente la ciudad había crecido porque muchas personas llegaban allí de otros continentes y porque al ser la única república existente cercana no tenía problemas con los demás reinos. Pasaba desapercibida por ser tan solo una ciudad costera, sin embargo realmente era muy rica y popular.

Solo con estar cerca ya se podía escuchar la música tradicional de Kuthanar y personas del mercado hablando en voz alta para vender sus productos. -Conozco un hostal muy bueno- no era una posada como a las que solíamos ir donde también había una planta baja para comer, pero el lugar era fantástico y estaba en frente de una taberna que servía los mejores vinos. También quería ver las tiendas nuevas que pudieran haber surgido en esos años.

Edahi:

Disfrutaba viéndola sonrojarse intentando disimular la frase que tan clara había sido. Se libró por causa de que Scar e Isaro no parecían estar haciendo las paces y si iban a tener un hijo en común era mejor que se llevaran bien. Seguí cocinando lo poco que faltaba hasta que volvió Wendy, que todavía estaba preocupada por Scar.

Quise cambiar de tema avisándole que al día siguiente llegaría temprano en la tarde, habíamos atracado en un puerto por lo que hasta dos días más tardes no volveríamos a ponernos en marcha. Así podía hacer una visita a Jack por la mañana antes de visitar a Wendy. Quería que no me intentara matar si descubría más tarde que estábamos saliendo, era mejor informarlo antes de mis intenciones y asegurarme de que no me miraba con ojos asesinos por querer acaparar a su hija en algunos aspectos. Terminamos juntos la cena pero decidimos no entrar a molestarlos, esperaríamos a que lo solucionaran antes avisarlos de que la comida estaba lista.

Isaro:

Fui con ella preocupado de que se hubiera vuelto a marear y me senté a su lado cuando llegamos al cuarto de Wendy sin saber si seguiría enfadada conmigo por hacerle pasar por un mal rato sin siquiera percatarme de ello. La pregunta que me lanzó fue extraña, era cierto que me incomodaría y me sentiría algo dejado de lado… pero si era lo que ella deseaba no pensaba molestarme con Daion como la última vez ya que en esa ocasión fue Scar la que quiso echarlo de allí y este ni siquiera se molestó en disimular donde miraba.

Empezaba a ver lo que me estaba intentando explicar, le di un beso en los labios y le sequé las lágrimas con mi mano -Realmente lo lamento, perdón por no haberme dado cuenta de que te estaba hiriendo y que no era correcto- la miré con intensidad, sabía que tenía todo el derecho a odiarme por ser un cretino inconscientemente, sin embargo necesitaba decirle algo antes de que siguiera llorando -Yo solo te amo a ti, y eso nunca cambiará- No me importaba si quería golpearme, me lo merecía por haberla hecho llorar de ese modo, y si era capaz de perdonarme de ese modo sería incluso feliz.

No pude evitar preguntar por lo que le había dicho Ariel, para saber si su salud estaba en riesgo o tenía que hacer algo para que estuviera más cómoda hasta su recuperación -Mientras tu estés bien esperar es lo de menos- le aseguré abrazándola sin estar seguro si todavía me estaba permitido hacerlo.

Cain / Sessaibushi:

Sonreí como un tonto cuando Silya me abrazó, dandome un beso bastante menos infantil de lo que era habitual, alegre tal como me gustaba verla. Empezó a tirar de mi con entusiasmo, queriendo ir rápidamente a la ciudad que teníamos frente a nosotros. Pude escuchar la música que salía de Kuthanar, mezclada con voces y cubierto de olores bastante agradables. Parecía ser que la idea de Isaro había sido realmente buena y me debía acordar de llevarle algo en agradecimiento... o tal vez conseguir algo para que pudiera irse de viaje con Scar. Me dejé guiar por Silya, encantada con las zonas tanto nuevas como antiguas de la ciudad, mirando a todos lados con ojos brillantes y fascinada por todo cuanto nos cruzabamos.
-Por fin sonríes como yo quería -Murmuré a su oído, pues con tanta gente era muy difícil que pudiese oírme sin alzar la voz. Le di un beso en la mejilla, esperando que ese ánimo suyo durase mucho tiempo. Quizás podríamos realizar ese viaje más a menudo... 
-Feliz cumpleaños -Añadí cuando por fin encontramos un sitio donde poder relajarnos y no tener que ir gritando para poder entendernos.

Wendy:

Me disculpé con Edahi al ver que había terminado de cocinar él solo. Me sentía algo mal por dejarlo levemente de lado, pero me preocupaba un poco más el estado de mi amiga que su ruptura con Y'ami, no por que ella no me cayese bien, era una persona estupenda, pero me sentía más ligera ahora que su presencia tan solo era un recuerdo. Esperamos a cenar con la pareja, mientras Edahi me decía que llegaría bastante pronto al día siguiente. Le sonreí, aunque recordé algo.
-Mañana quería ir al lago a por unas plantas acuáticas -Le dije disculpándome, no tenía por que acompañarme -Puedes descansar aquí si quieres, seguro que Isaro estará encantado de enseñarte sus dibujos -Le dije, entusiasmada al recordar las hermosas pinturas con carboncillo del demonio tigre.

Scar:

Era fácil saber por la expresión de Isaro como se daba cuenta de lo que había ocurrido. entendía que era complicado para él y seguramente en otra ocasión habría tenido más paciencia, pero me era dificil controlar mis lágrimas, que solo fueron desapareciendo cuando él me las secó. Le murmuré que yo también le quería más que a cualquier cosa, mucho más de lo que realmente era capaz de decir, por eso me dolía el pecho por haberlo visto besar a mi hermana.
-Solo necesito un par de días para aclararme -Le pedí, queriéndome fundir con su cálido abrazo y no dejar que se escapase. Estaba mucho mejor sabiendo que todo había sido un malentendido, pero nuevas dudas surgían en mi cabeza, esta vez sobre mi embarazo. Quizás Isaro no quería tener un hijo en ese momento, realmente nunca me habían gustado los niños, pero por alguna razón la idea de matar a algo que era mitad la persona a la que más quería se me hacía muy difícil de aceptar. Esperaba que no me hiciera elegir, no sabría que responder, tenía miedo de que me plantease ese dilema y acabara por arrepentirme de mi decisión. Por darle vueltas a ese tipo de cosas, empecé a llorar otra vez y aunque me disculpé, supe que estaba preocupado.
-Solo un par de días, por favor -Le supliqué -, te prometo que estoy bien -No quería que se alarmase tontamente, pero la noticia tan reciente seguía sin haber sido digerida del todo, llenándome de dudas y miedos que prefería tener asumidos antes de escuchar los suyos, o no podría ayudarle en nada.

Silya:

Volví a besarlo cuando estuvimos más apartados del ruido -Entre la cena con velas, Dolf y Tunny, y esto, con diferencia se ha convertido en mi mejor cumpleaños- rodeé su cuello con mis brazos antes de acortar un poco más la distancia y poder cambiar de tema a uno que seguramente le gustaría-En esta ciudad incluso si ven tus orejas nadie se asustará- no era lo mismo con un par de alas a la espalda, pero como por allí iban tantas personas de muchos lugares del mundo estaban acostumbrados a ver personas diferentes: Más morenas, con seis dedos, rubios platinos o con más colmillos de los que se debería tener. Unas orejas algo más afiladas no causaría ni un poco de sorpresa a las personas que vivían en Kuthanar.

Seguimos recorriendo la ciudad por unas calles más silenciosas hasta llegar al hostal, aproveché que estábamos casi a solas por esa zona para pedirle que al menos bailara una canción conmigo antes de irnos de la ciudad. No me importaba que fuera una canción tradicional con los pasos siempre iguales… tan solo quería poder volver a bailar junto a él de nuevo.

Isaro:

La estreché con más fuerza cuando volvió a llorar, tenía la sensación de que esta vez había sido por lo que estaba pensando y no por lo ocurrido con Ricca -Tranquila- murmuré antes de darle un beso, ya le había dicho que no me importaba esperar si Scar decía que estaba saludable -Vamos a cenar con Wendy… la comida ya está hecha- Seguí abrazándola en silencio hasta que decidió que ya tenía hambre.

Al salir pude escuchar a Edahi recordándole a Wendy que era un buen nadador y que aguantaba muy bien el frío… acababa de estar en los gélidos mares del norte que se empiezan a helar sobre esta época, también le dijo que había mucho tiempo así que le daría tiempo a todo. En cuanto nos vieron empezaron a servir la comida en los platos felices de que hubiéramos arreglado nuestros problemas. Pensé durante un segundo en Ricca, no debía de cenar sola y tampoco le habíamos hecho nada para comer, así que cuando termináramos iría a prepararle algo delicioso como disculpa.




Un extraño rumor había llegado hasta mis oídos gracias a unos ángeles grises que parecían querer algo de venganza porque la cazadora de los caídos había estado causando estragos por el sur y querían que me encargara de ella. No solía aceptar hacer favores, pero ese era un caso especial, a uno de ellos le habían cortado una de las alas y me aseguraba que iba junto a un demonio lobo, además de otras cosas que habían oído que me traían bastante satisfacción como el embarazo de una chica del pueblo y que el padre era ese demonio para mi sorpresa.

Con todo lo que me habían dicho si era cierto, no había duda de que sería Silya y su acompañante… pero como uno no podía creer lo que otros te decían decidí ir por mi mismo. También preferí no matar a Pluma hasta que encontrara a la supuesta Silya, ya que si era falso me quedaría sin una persona que me divirtiera… y Pluma me estaba durando bastante, me gustaba tenerla cerca porque me recordaba a Silya en muchos aspectos -Es hora de viajar a lugares más cálidos- comenté con una siniestra sonrisa… era un día perfecto para ponerse en marcha y buscar al estúpido demonio que me separó de mi muñeca.

Cain / Sessaibushi:

Silya me besó, parecía muy feliz de haber visitado la ciudad que tanto añoraba. Realmente me sorprendía que no la visitase a menudo teniendo la libertad que tenía, pero no quise preguntarle por ello, eran cosas suyas. Le sonreí ampliamente cuando me dijo que era el mejor cumpleaños que había tenido.
-Bueno, tengo que empezar a subir puntos -Bromeé -Que ahora compito con dos demonios -La verdad era que ya me daba igual ser o no su demonio favorito, nunca me había importado realmente y era tan solo una broma, pero si quería verla sonreir no podía haberle hecho cualquier cosa por su cumpleaños, y tanto la cena como los peluches realmente no fueron planeados como tal, y... de la cena no recordaba demasiado.
Si que me alegró saber que no debía andar con cuidado de taparme las orejas, pero ya estaba tan acostumbrado que me salía casi natural, de todas formas, era un alivio poder pensar en otras cosas que no fuera eso. Nos pusimos camino al hostal donde Silya había decidido que pasasemos nuestra estancia y al llegar, por el olor de los alrededores acepté que su idea había sido realmente buena. Intenté rehuir el responder a su oferta de bailar con ella, pero sabía de sobra que el baile era muy importante para ella, siendo la forma en que había conocido a Isaro y Edahi y pasado muchos de los años en que había vivido libre.
-Esta bien -Acabé por ceder, ¿cómo me iba a negar a los ojos brillantes de Silya que me miraban esperando una respuesta afirmativa? No me gustaba bailar, era demasiado torpe para ello, pero por una vez no iba a pasar nada.

Wendy:

Sonreí a Edahi, estaba dispuesto a ayudarme con las plantas del lago ya que se le daba bien nadar y más en aguas frías. Le aseguré que no hacía falta, pero en realidad estaba muy animada con la idea de poder estar un rato con él. La puerta de mi habitaicón se abrió y por fin, Isaro y Scar salieron del interior. Scar había estado llorando bastante y se le notaba en la cara, pero simplemente me dediqué a poner la mesa con Isaro mientras ella iba a beber algo de agua a la cocina. 
-¿Ya lo habéis arreglado? -Le pregunté mientras le iba dando los vasos para que los colocase en la mesa. Scar podía ser muy cabezota y eso lo sabíamos todos, pero con Isaro a veces lo era especialmente, aunque también era más paciente y afectiva.

Edahi:

Después de cenar los cuatro juntos volvieron a casa, y yo me despedí de Wendy para volver a la posada donde estábamos todos. Descansé parte de la noche, pero me fui bastante antes de que amaneciera para llegar a Languerthon al principio de la mañana, estaba lejos por lo que tardaría horas incluso transportándome de sueño en sueño.

Para cuando llegué allí el sol había salido hacía rato, y las personas habían empezado a salir de sus casas, entre el gentío pude ver a un hombre realmente alto con cara de matar al que estuviera en su camino -¡Jack!- lo llamé percatándome algo tarde de que estaba también la madre de Wendy -Hay algo de lo que quiero hablar contigo- comenté al acercarme esperando que me cediera algo de su tiempo para charlar.

Tefael:

El viaje estaba de lo más tranquilo en todos los aspectos, pues desde que sus marcas de oscuridad empezaron a disminuir nuestros encuentros físicos se habían reducido en gran medida. Pero no era algo que me importara especialmente, Cryp parecía estar feliz de ese modo y en realidad yo no necesitaba acostarme con él todos los días para saber que me quería. Gracias a que estaba más centrado tampoco gasté demasiado dinero para distraerlo de otras cosas y que tuviera que regañarme olvidándose por un rato de la oscuridad que le consumía.

Estaba mejorando y eso era lo que me hacía estar más alegre -¿Quieres que hoy cocine algo especial?- le pregunté, a diferencia de otras veces nos estábamos quedando en una casa vacía, así que uno de los dos tenía que preparar la comida cuando no salíamos a comer en alguna taberna.

Me giré al oir mi nombre entre el gentío. El amigo que mi princesa me había presentado la última vez que nos encontramos apareció de entre los humanos, buscandome. Martha frunció el ceño, evidentemente lo había reconocido y no le gustaba la idea de volver a ver a nuestra hija. Por suerte, aunque por su mirada supe que más tarde me preguntaría, gruñó algo y se marchó a otro lugar. Miré a Edahi algo desconfiado, estaba solo y no sabía qué era lo que buscaba, pero de cualquier forma lo guié hasta nuestra habitación, que a esas horas estaría completamente libre y podíamos estar más tranquilos sin presencias humanas molestas. Sellé el interior para que nadie pudiera oirnos antes de que comenzase a hablar.
-¿Qué ocurre? ¿Le ha pasado algo a Wen? -Le pregunté, preocupado ya que ella no estaba y, sin duda, habría querido ver a su padre si es que se encontraba en la ciudad.

Scar:

El tiempo pasaba y una semana después seguía con la cabeza completamente llena de preguntas, dudas y miedos que no conseguía eliminar de mi mente. Llevaba demasiado tiempo posponiendo el contarselo a Isaro, que comenzaba de nuevo a preocuparse por mi malestar general, el sueño y los cambios de humor. Le había vuelto a preguntar a Silya si se le ocurría la mejor forma de hacerlo y, entre las dos, llegamos a la conclusión de que lo mejor era hacerlo cuanto antes, principalmente por que pronto comenzaría a notarseme y ya sería imposible de ocultar. Ariel había tenido la delicadeza de no decir nada a nadie, aunque Daion sin duda sí estaba al tanto, pues nuestras partidas de caza de repente se habían cancelado y tan solo me llevaba a pescar o recolectar frutas. No me importaba, eso me hizo más fácil el poder saltarme durante ese día el trabajo. Isaro no estaba en casa, asi que no tuve que irme a la de Wendy y me quedé en el salón escribiendo. Escribía, tachaba, escribía, tachaba... Era más dificil de lo que pensaba y tuve que parar bastante para descansar, comer algo y cambiar a un papel que no estuviera mojado de lágrimas producidas por que un pájaro se había dado un golpe contra la ventana. Por supuesto, ahora teníamos mascota nueva, escondida en la habitación en una caja abierta mientras se recuperaba.
Suspiré frustrada y cerré un momento los ojos para pensar con tranquilidad.

Wendy:

La cena fue muy tranquila, Scar parecía tener mejor humor del que había tenido en unos días y, aunque no paraba de mirarme durante unos segundos y apartar la mirada, como si quisiera decirme algo, no conseguí hablar a solas con ella. Isaro la llevó a casa, con una de mis capas de invierno para que no se enfriasen y yo me quedé hablando un poco con Edahi hasta que se marchó. Arropé un poco a Eider para que no pasase frío mientras Nemamiah y sus hermanos se acurrucaban con él y me fui a dormir, entusiasmada por ir al lago al día siguiente. El desayuno no me costó hacerlo, incluso la parte para Eider y preparé las cosas a la espera de que Edahi apareciese.

Edahi:

Su mujer no dudó en marcharse algo molesta dejándonos tiempo a solas para poder hablar de Wendy sin que ella se irritara más -No, nada le pasó- le aseguré a Jack cuando estuvimos en su habitación. Imponía bastante como persona, pero me caía bien y tenía la sensación de que no me intentaría purificar solo por decirle mis intenciones hacia Wendy -La verdad es que vine solo para poder hablarte de ella- le aseguré sin sentir la presión de su mirada fija -Me gusta su hija… y planeo decírselo antes de que llegue la primavera- El invierno acababa de llegar así que tenía varios meses antes de decírselo si prefería esperar a alguna ocasión especial.

Para mi asombro no pareció tomárselo mal y tan solo me dijo que Wendy se iba a morir en menos de cien años -Eso es algo que ya sé- respondí, incluso si solo fueran dos años habría querido estar con ella y disfrutar sus últimos años juntos. Las siguientes frases también me resultaron extrañas -Wendy no es un objeto… no entiendo porqué debería de pagar por ella- respondí a su primera frase antes de escuchar la segunda a la cual también negué con la cabeza -Casarse es una decisión de pareja, no algo que decide uno solo de los dos. Cuando esté preparada se lo pediré- incluso si me hubiera dicho diez años mi respuesta habría sido la misma, podía ser antes, después e incluso nunca. Casarse no influía en la relación.

Su última frase sí que me cabreó causando que inconscientemente mis colmillos se alargaran -No pienso levantarle la mano. Ni a Wendy ni a nadie que quiera- respondí volteándome dispuesto a marcharme -¿Sabes? Lo único que has conseguido con esas palabras es que pierda todo el respeto que te tenía. No necesito que un padre que aconseja como golpear a su hija me apruebe como novio- declaré furioso, antes le había hablado de usted porque lo admiraba como padre y lo apreciaba un poco, pero en ese momento había perdido toda la buena impresión que me había causado -Será mejor que me marché ya- no estaba seguro de lo que pasaría se me quedaba por más tiempo, y no quería que Wendy se enfadara conmigo por golpear a su padre hasta que quedase irreconocible.

Isaro:

Había estado probando ese día las pinturas, y para no manchar nada de la casa preferí hacerlo en el exterior que también era más luminoso. A diferencia de los dibujos a carboncillo, el lienzo tenía que secarse así que empecé primero por el fondo que era simétrico debido al reflejo del lago… cuando se secara pondría las sombras oscuras y las luces más claras del agua para darle movimiento. Pero eso sería más tarde, decidí dejar para más tarde la pintura, estaba empezando y no quería que por estar cansado mentalmente estropeara algo.

Decidí pasar por casa para limpiar los pinceles, dejar el lienzo secando y guardar las pinturas, aprovecharía para limpiar un poco la casa antes de que llegara Scar. Sorprendentemente ella ya estaba allí cuando llegué, ni siquiera se percató de mi presencia por estar muy concentrada con un papel. Dejé las cosas en la mesa me acerqué curioso abrazándola por la espalda y dándole un beso en la mejilla-¿Qué es eso? ¿Un código?- solo había palabras sueltas rodeadas de tachones, era de lo más extraño. Tan solo pude leer las palabras pájaro, Ariel y bebé -¿Bebé?- las otras dos estaban más claras por que había un pájaro que no dejaba de piar en nuestra habitación y a Ariel ya la conocía. Sentía interés por saber qué era lo que había escrito y tachado tantas veces, se notaba que le había estado dando muchas vueltas a lo que fuera aquello.

Me tranquilizó mucho saber que mi pequeña no estuviera en peligro, que tan solo hubiera venido Edahi ya que quería hablar conmigo. Ese muchacho sin duda me caía bien, era una gran persona y podía ver que su alma, aunque no era lo más limpio del mundo, era mucho mejor que las de personas a las que consideraba amigas. Sin embargo, su revelación me tomó completamente por sorpresa. Parecía ser que mi instinto no había fallado en cuanto a lo que veía en sus ojos, pese a que quizás si lo había visto bastante antes que él, no quería que estuviera con ella solo en las buenas, y como padre de una casi humana debía protegerla costase lo que costase.
-Sabes que no le quedan ni cien años de vida, ¿verdad? ¿Eres consciente de que cuando tu apenas tendrás una sola arruga ella parecerá tu abuela? -Me molestaba hablar de ello, también para mi era difícil pensar en que mientras mi dulce Wendy estaba pasando el tiempo sola, obligándose a ser fuerte y madurar en una aldea tan lejana, yo estaba intentando que Martha, la persona que más debería quererla, aceptase ir tan solo una vez a estar con ella y conocerla como era debido, pero esto no funcionaba nunca. Su respuesta fue correcta, pero eso ya me lo esperaba. ¿Cómo reaccionaria a otro tipo de coacción?
-¿Que me ofreces a cambio de ella? -Le pregunté, cruzándome de brazos poco dispuesto a negociar, una sola oferta y lo purificaría todo lo que me fuera posible. Por suerte, se negó a pagarme ya que mi hermoso pajarito no era un objeto ni podía comprarse por ningún precio -Hmm... Esta bien, no te pediré nada, pero quiero que os caséis antes de un año, no puedo dejar que viva como una cualquiera -De nuevo, no hubo negociación y Edahi se negó en rotundo a tomar una decisión de ambos. Mi sonrisa interna aumentaba conforme acertaba al responderme, no me molestaba que él fuese la pareja de mi hija, era una persona agradable y sin duda lucharía por ella si era necesario. Esperaba que esta pregunta no me doliera demasiado.
-Como sea, si vas a pegarle por lo menos no le des en la cara para que no se le note -Estuve muy atento a como reaccionaba y, durante un segundo, temí que se transformase, pero su control era muchísimo mejor de lo que yo mismo me esperaba, aunque tuve que pararlo antes de que tocase la puerta, para desgracia suya, esperaba no hacerle daño si se revolvía.
-Tranquilízate, Romeo -Le dije, acercándome con una sonrisa -Solo quería ver como me respondías -Admití, dándole una palmada en la espalda algo fuerte, sabiendo que podría con ella. Me gustaba ese chico, no me importaría tenerlo en la familia -Pero como se te ocurra pegar a mi princesa mas te vale esconderte en el agujero más profundo del infierno -Le amenacé, mirándolo fríamente a los ojos -, por que como te encuentre te va a faltar existencia para sufrir -Esto ya no era una broma, una sola herida y aprendería a purificar al demonio más duro del mundo de la forma más dolorosa que encontrase.

-Ya me avisarás de su respuesta -Le confirmé con una sonrisa -, asi lo uso como excusa para ir a veros a la aldea -Me gustaría estar allí, pero la verdad es que prefería dejarlos a solas, tenía una ligera idea de la respuesta de mi dulce conejita, que aunque era muy tímida siempre había sido un libro abierto... o al menos eso quería pensar.

Scar:

El momento de inspiración había vuelto a desaparecer. Mi elección había sido escribirle una pequeña historia inventada y por el momento no tenía nada salvo palabras sueltas y tachones, muchisimos tachones. Lejos de avanzar, me puse a dibujar en una esquina de la página un pájaro con las alas abiertas que más parecía una rata con capa. Más arriba escribí algunos personajes, un gato, una gata y Ariel, que después de muchos intentos acabó por ser un mirlo blanco nada parecido a mi rata voladora. Busqué una forma de dejar caer la presencia del bebé sin que esta palabra apareciera por ningún lado, asi que la escribí y comencé a pensar sinónimos o metáforas que la pudieran simbolizar. Una planta, quizás en forma de semilla; un rayo de luz o un arcoiris; un bollo en el horno, que por supuesto había tachado poco después... De repente, noté que unos brazos me rodeaban, sobresantandome y haciendo que abriera las alas de golpe para defenderme, aunque Isaro estaba en medio y no resultó afectado por ellas. Me puse roja e intenté esconder todo lo que había estado haciendo lo más rápido que pude, pero sus ojos fueron más veloces y aunque no vieron todo pudo leer algunas palabras.
-N-no es nada -Me tapé con las alas mientras me apuraba en tapar los dibujos y las anotaciones, que para mi desgracia estaban por todo el papel, en ambas caras. Al levantarme para esconderlos, se cayeron al suelo la mitad y de nuevo con la palabra bebé en primer plano pese a que intenté recogerlas arrodillándome para intentar que no las viese. Me sonrojé más al verlo mirándolas, tapándome la cara, pues ya me era imposible seguir ocultándolo, seguro que incluso Isaro era capaz de deducir lo que pasaba.
-... -Dudé, no sabía aún como decírselo y mi historia estaba a la mitad, tampoco era que fuese a salir corriendo, ¿no? No tenía por que pasar nada, simplemente sería una sorpresa y nada más. Me levanté, dejando los papeles donde habían caído y me acerqué a Isaro, cogiéndole de las manos. Respiré hondo un momento, en parte temiendo su respuesta.
-Intentaba... encontrar la forma de decirte que... -Me mordí el labio un momento, aún podía cambiar de idea, podía disimular y esconderlo, ¿pero por cuanto tiempo? No quería que pensase que lo iba a dejar atrás como ocurrió tras el accidente con las rocas. Apreté un poco sus manos buscando apoyo en algo que todavía no sabía -. Cuando fui a ver a Ariel me hizo algunas pruebas, me preguntó qué me pasaba y me aseguró que no estoy enferma ni me pasa nada malo -Quería dejar claro ese punto, pero incluso yo me daba cuenta que no hacía más que darle vueltas y vueltas a algo que, en el fondo, no era tan complicado.
-Me dijo que estoy embarazada -Estaba mirando al suelo, aún sonrojada por que tan solo era la segunda vez que lo decía en voz alta y realmente esta había sonado mil veces mejor.
-Así que vas a ser padre -¿Y si no quería? ¿y si prefería marcharse? ¿Y si me hacía elegir? -, si quieres... -No iba a obligarle a estar si no era algo que él quisiera, mi corazón latía a toda velocidad y, poco a poco me atreví a mirarle a la cara esperando su respuesta.

Edahi:

A punto estuve de mandarle un mensaje telepático lo suficientemente fuerte para que le doliera la cabeza por una semana y así me dejara marcharme, agradecí no haberlo hecho cuando escuché que solo me estaba poniendo a prueba -Esa no es la manera de poner a alguien a prueba, si no hubieras sido el padre de Wendy ten por seguro que esas palabras te dolerían por el resto de tu vida- le amenacé sin importarme su amenaza, yo nunca golpearía a quien quiero… pero si tengo que protegerla de una persona me da igual quién sea; su padre, su mejor amigo o su primo. Le haré arrepentirse de haberla conocido.

Se me fue pasando el mal humor cuando escuché a Jack decir que nos visitaría cuando me hubiera declarado. Sonreí finalmente cuando me preguntó por qué antes de la primavera y no lo antes posible -Aunque la vida de Wendy transcurra más rápido, las prisas nunca son buenas. Prefiero asegurarme de conquistarla a anticiparme y que me rechace- le expliqué pensando en otras personas que también lo hicieron así -Mis padres estuvieron diez años de noviazgo, y eran humanos así que te puedo asegurar que incluso las vidas cortas tienen procesos que no se deben precipitar- los sentimientos eran uno de ellos, no por que sus vidas fueran más rápidas sus sentimientos irían más veloces.

Al ver su cara de sorprendido recordé que aquello no era lo habitual, pero eso no me importaba, ellos eran mis padres aunque solo los hubiera tenido los primeros cuarenta años de mi vida. Me criaron con mucho cariño y jamás diría que solo por ser humanos no eran mis padres. Después de un rato más de charla me despedí de él asegurándole que le avisaría de la respuesta de Wendy, y me marché directamente al pueblo donde ella me estaba esperando -¿Llego muy pronto?- le pregunté, había tardado varias horas en volver de Languerthon y tuve que comer por el camino para llegar a la hora prometida… esperaba no haberme adelantado tampoco.

Isaro:

Me reí disimuladamente cuando se asustó de mi presencia, era demasiado silencioso y eso siempre sobresaltaba a las personas. Cuando llegara la nieve al menos se me oiría venir por el crujir de la nieve cediendo bajo mi peso. Me agaché con ella para recoger el papel que se le había caído, pero por su cara sonrojada parecía ser algo que no quería que yo viera. Me levanté de nuevo al notar que ella se acercaba escuchando atentamente que era lo que me quería decir, apretando sus manos algo preocupado al ver lo seria que estaba. Sus palabras me paralizaron durante un segundo ¿Embarazada?... ¿De mí? Jamás lo habría imaginado, aunque eso sí que me explicaba el olor que tenía Scar desde hacía algo más de dos meses -¿Seré padre?- le pregunté con lágrimas en los ojos mirando su barriga que no parecía haber aumentado ni un poco.

Solté una de sus manos para acariciarle la zona donde una vida estaba creciendo, no sabía como lo cuidaríamos ni si seríamos buenos padres… pero sí tenía seguro que quería criarlo junto a Scar y verlo crecer. Me sequé las lágrimas que me quedaban dándome cuenta de que Scar también estaba llorando, le sequé sus lágrimas antes de darle un beso -¿Qué nombre le pondremos?- Sabía que quería un nombre bonito para el bebé, tendría que crecer un poco más antes de que pudiéramos saber su género pero ir decidiendo un nombre para cualquiera de los casos nos ayudaría a asimilar lo que venía después como era comprar una cuna. La abracé sin estrecharla demasiado teniendo cuidado con su barriga, tenía muchas preguntas sobre el futuro bebé. No sabía si le caería bien ni si le gustaría la comida que le cocinaría cuando creciera lo suficiente -Espero que se parezca mucho a ti- admití, si se parecía a Scar, estaba seguro de que le agradaría y sonreiría con la calidez de su madre cada vez que intentara animarlo.

Wendy:

Me entretuve con varias cosas asi que eltiempo se me pasó rápidamente hasta que Edahi pareció de nuevo. Le sonreí, cogiendo todas las cosas que tenía preparadas, entre ellas tarros y bolsas, además de toallas y ropa para cambiarnos. Nos pusimos en marcha, avisé a Scar, que estaba entretenida escribiendo algo, ya que si necesitaban algo asi sabrían donde encontrarnos. El lago por suerte no se encontraba demasiado lejos, tan solo había algo de dificultad en encontrarlo si no se sabía donde estaba,ya que algunas zonas ocultaban de la vista tanto el agua como la zona donde Scar solía dejar sus cosas, allí siempre había algo de agua y muy poca comida seca y bien escondida. Dejé las cosas en ese lugar, siendo plano y encontrandose lejos del agua por lo que no se mojaría y estaba levemente cubierto de las corrientes de aire.
-Busco una planta asi -Le dije a Edahi, acercandome para mostrarle el dibujo que habia hecho mi tía cuando era joven. Quería volverlo a hacer para asegurarme de captar cada detalle y como yo n oera especialmente buena dibujando quería pedirselo a Isaro, tal vez como uno de sus primeros trabajos remunerados, aunque fuera tan solo con algo de lo que pudiera darle.
-Deberían estar en la zona media, pero mi tía no es muy buena midiendo distancias -Le aseguré, bromeando un poco a modo de disculpa, pues aunque la quería mucho sus "esta cerca" se transformaban en medio día tranquilamente. Mientras Edahi miraba la imagen dibujada, me quité las capas de ropa que me molestaban, quedándome tan solo con una ropa fina que usaba para meterme en ese lago cuando hacía frío. Era una tela que apenas pesaba una vez se llenaba de agua, tampoco era muy fría y al ser una prenda simple era fácil quitarmela para cambiarme por otra. Hacía muchisimo frío, y la sensación en el interior del bosque no ayudaba en nada, pero necesitaba esas plantas por que los niños tenían que conocer absolutamente todas las que los rodeaban y en verano sería mucho más fácil meterme en el agua pero esas plantas con el calor se secaban demasiado rápidamente, haciendo inutil el sacarlas.

Scar:

No me gustó demasiado que Isaro se quedase callado tanto rato, un momento después por fin se descongeló y preguntó si sería padre. Lo miré confundida sin saber a que se refería, evidentemente si estaba embarazada era por él, no iba a ser Tefael el padre, ¿no? Isaro me soltó una de las manos para acariciarme la tripa, en el mismo punto donde había estado tocandola yo en busca de ver que había crecido algo sin que me diera cuenta. Era evidente que no le había sentado mal, no tendría que elegir entre el bebé o él, aunque esta noticia era relamente buena, ver como estaba llorando hizo que mis lágrimas se unieran a la fiesta. Quise limpiarlas para que no se preocupase, pero no lo conseguí antes de que él mismo lo hiciese, danodme después un beso que me hizo sonreir.
-Creo que aún es pronto... ¿no querrás llamarlo Isaro y que sea luego una niña? -Bromeé, acercándome a él en busca de un abrazo o en general algo de cariño para terminar de tranquilizarme. Me reí cunado me contó que esperaba que se pareciese a mi.
-Yo espero que no -Aseguré. No quería que mi hijo o hija acabase siendo como yo, que fuera una persona tan tonta como para alejar a los demás de si mismos. No quería decirlo aún a nadie, pero esperé un poco a pedirselo, esperando que no el molestase.
-Isaro... prefiero no decir nada aún -Le dije, jugando con su mano entre mis dedos -, Ariel me dijo que hasta los tres o cuatro meses aún hay probabilidad de aborto -No quería asustarlo, pero era algo que estaba ahí y que sin duda podía pasar, por eo prefería evitar las miradas de pena y el que me tratasen como si fuera de porcelana -Solo son un par de semanas más -Le aseguré con una sonrisa, sabía que se lo había ocultado bastante tiempo, pero la verdad es que conforme me miraba al espejo y notaba que mi tripa iba cambiando ligeramente me daban más ganas de contarselo a todos. Cogí su mano con suavidad y tiré de ella hasta la zona donde, aunque era apenas imperceptible, se comenzaba a notar algo que antes no estaba ahí, casi como si hubiera comido demasiado, pero que me gustaba pensar que no era tan solo eso.

Edahi:

Asentí con la cabeza al ver el dibujo grabándome en la mente la forma que tenía -Aguanto bien la respiración, si esta más lejos la encontraré- le aseguré antes de levantar la vista y encontrarme con que Wendy ya se había desvestido dejándose una tela demasiado fina que mostraba incluso antes de mojarse que cuando saliera del agua sería una vista de lo más hermosa. Cambié la mirada para que no se diera cuenta de que la estaba analizando con los ojos más atento que la planta del dibujo de antes. Me desvestí también quitándome la ropa que sería más pesada e incómoda para bucear, nos metimos en el agua casi cortándose nuestra respiración al sentir el frío del lago -Démonos prisa antes de que te conviertas en un cubito de hielo- bromeé al ver que le entraban escalofríos a medida que entraba.

Me zambullí por completo en el agua, estaba fría en comparación a cuando nos bañamos la última vez durante el verano en ese mismo lago, pero no era la sensación helada del mar por el que caí hacía poco más de un mes. Estuvimos un rato buscando y recogiendo la planta que buscaba por todo el lago, suficiente para que todos los niños tuvieran su planta, hasta que Wendy decidió que ya tenía frío decidiendo salir del lago. Yo me quedé rezagado pudiendo verla… había acertado al suponer que esa tela fina sería casi transparente cuando se mojara, y al pegarse a su cuerpo delineaba su figura que tan sexy era. Me sorprendió cuando se giró para decirme algo, me había descubierto mirándola… no quería que se sintiera incómoda, pero ya me había pillado y no se me ocurría algo para cambiar de tema.

Isaro:

Me reí al escuchar su broma, no pensaba llamar a nuestro hijo Isaro -Podríamos llamarlo Davor si es niño... si te gusta- No era el nombre más bonito, pero mi mejor amigo tenía ese nombre. Me gustaría saber que había sido de él, tal vez cruzó el mar como yo y llegó a este continente, o quizás se quedó por las cercanías y encontró una pareja a la que querer -Mi compañero de combate tenía ese nombre, sino recuerdo mal significaba "Valor"- Solíamos encontrarnos únicamente en el campo de batalla cuando teníamos que entretener a los humanos y en la enfermería cuando nos vendaban las heridas pues las armas que utilizábamos eran del mismo metal que los grilletes y no podíamos regenerarnos como con las armas normales. Davor me había dejado la mayoría de cicatrices como la que tenía en el hombro izquierdo, todas las de los costados y la del pecho... estábamos bastante igualados así que casi siempre nos ponían juntos, al final acabamos por llevarnos bien y saber de la vida del otro. Dejé que Scar pensara el nombre de la chica, pues los que me gustaban además del suyo eran de una de las criadas que me trató muy bien en el castillo y de la cazadora que aunque siempre me llamaba demonio repugnante no faltaba un día en que me trajera algo de comer y viera que tal estaba.

Me preocupó un poco que me comentara la posibilidad de aborto que existía, pero confié en que el bebé saldría a delante. Acepté resignado el esperar, quería decírselo a Silya y a Edahi, pero si Scar prefería mantenerlo en secreto un par de semanas no había nada más que hablar. Volví a animarme al sentir la zona en la que estaba creciendo el bebé me agaché después de unos segundos y le besé la barriga -Seguro que será fuerte- todavía no se podía escuchar nada pero en poco tiempo se debería de escuchar su veloz latir de corazón. Con una gran sonrisa me ofrecí a preparar la comida, debía de estar hambrienta y quería que comiera muy bien ahora que sabía que lo que le ocurría podría cuidarla y mimarla como se merecía.

Wendy:

El agua estaba realmente helada, no estaba congelada pero de cualquier forma comencé a temblar cuando esta cubrió parte de mi estómago, haciendome soltar un quejido lastimero por el contraste de temperatura, lo que me invitó a entrar lo más rápidamente posible para evitar pensar en la temperatura. Me reí cuando Edahi bromeó sobre convertirme en un cubito de hielo, no sabía cuanta razón tenía, casi me costaba moverme, pero habría sido mucho peor si hubiera estado sola. Decidida a no irme sin la planta, metí la cabeza en el agua, dispuesta a buscarla.Tardé bastante en encontrar algo, pero no era lo que buscaba, siendo Edahi quien finalmente logró hacerse con ellas. Me acerqué para comprobar que era la planta que buscaba, pero confiaba en que Edahi la encontraría sin problemas. Me escocían los ojos del agua del lago y tendría que ducharme al llegar, pero estaba completamente segura de que era esa. Salí del agua para secarme la cara, quitándome un poco la molesta sensación de escozor y me giré, tenía una duda desde hacía tiempo y ¿qué mejor momento que cuando Edahi estaba ya sin ropa? Asi no tendría que quitársela ni acabaría destrozada en su cambio de forma.
-Oye, Edahi -Noté por su mirada que estaba sorprendido, seguramente por que no hubiera huido lejos donde nos esperaba la toalla, pero lo cierto era que despues de ese rato ahí dentro apenas sentía el frío -¿Puedo ver tu otra forma? -Le pregunté, el interés me podía ya que aunque la había mencionado y Cain tamibén me había hablado de ella nunca la había logrado ver. Sonreí ampliamente cuando aceptó solo-por-que-se-lo-pedía-yo, metiendose bajo el agua, probablemente por lo mismo que Sessy se escondía para transformarse. Esperé impaciente sin saber qué esperar pero abriendo la boca con sorpresa cuando una cabeza de serpiente apareció del fondo del lago. Realmente no me esperaba que abriera dos imponentes alas que hicieron saltar el agua a mucha altura, por suerte sin llegar a mojarme. Me giré al verlo comenzar a moverse, girando a mi alrededor. Sentí como sus frías escamas me rozaban y no tardó en pararse frente a mi. Era increible tanto por su color como su tamaño, que por supuesto era similar al de Cain, era inesperado. Estiré la mano con suavidad hasta rozar las escamas que tenía al alcance, eran mucho más suaves de lo que esperaba, aunque eran brillantes y parecían hechas a partir de finas láminas de gemas.
-Eres como un dragón -Le dije sin poder salir de mi asombro, acariciando con suavidad los bordes de una de las pequeñas escamas que lo conformaban, se sentía tibio y agradable. Lo miré cuando mencionó telepaticamente que podía volar pero no escupir fuego, parecía realmente orgulloso de ser quien era y de como era. Sonreí y le di un beso donde alcancé -Creo que prefiero este tipo de dragones -Murmuré antes de sonrojarme y huir para vestirme. Era una tonta y tenía que olvidarme de eso, solo había sido un estúpido sueño, era mejor pensar en la comida de ese dia.

Scar:

Apoyé la cabeza en el pecho de Isaro, que no dejaba de sonreír, estaba bastante más tranquila ahora que sabía que no tendría que pelear por nada y él estaría a mi lado. Isaro me contó que tenía un nombre para chico, de un compañero suyo de hacía mucho, mucho tiempo y la verdad era que no tenía ningún problema en dejarle escoger, pues a cambio me dejo elegir el de niña. No tenía nada pensado a decir verdad y no me gustaría escoger un nombre de alguien a quien quería pues los nombres que podía elegir eran de personas vivas y prefería no hacerlo asi. Lo pensé un momento, pero mi cabeza estaba aún saturada por el intento de contarle la verdad con un cuento. Quise dejarlo para más tarde, quizás para la noche cuando estuviese más tranquila a solas con él en nuestra habitación.
-Quería decírselo a Wendy -Le dije, dándole un beso en la mejilla, sabiendo por su gesto de resignación que lo de no contárselo a nadie iba a ser difícil para él -Esta vez te toca a ti, yo ya se lo he dicho a alguien -Estaba segura de que preferiría habérselo dicho a Silya en vez de a Wendy, pero me sentía un poco incómoda por pensar que Cain podría enterarse, ya que aunque lo consideraba un buen amigo me era complicado hablar con él de ciertas cosas, por esta razón no le comenté que ella lo sabía, quizás un uno de los días próximos lo haría, aunque prefería que llegasen primero al pueblo. Le di un beso y le pedí si podía ir a buscar a nuestra amiga al lago, donde había ido en busca de unas plantas acuáticas, para invitarla a comer con nosotros, mientras yo recogía un poco el estropicio que había montado mientras escribía y me frustraba.

Edahi:

Sonreí cuando escuché sus palabras, no se había dado cuenta de cómo la había estado mirando y ahora me pedía que me transformara -Solo por que tú me lo pides- comenté con sinceridad, ya que podía contar con los dedos de una mano las personas a las que les dejé ver mi forma. Me sumergí en el agua unos segundos para transformarme, apareciendo de nuevo delante de Wendy que me miraba con cara de asombro. Disfruté de ver lo sorprendida que estaba, así que desplegué mis alas para que las viera y la rodeé serpenteando a su alrededor, rozándola cuando podía. Mis escamas rojas, las alas y los verdes ojos intensos parecieron ser lo que más llamó su atención "Puedo volar como un dragón, pero no echo fuego por la boca" Le aseguré mentalmente, en aquel cuerpo no podía hablar por que no tenía cuerdas vocales, lo único que podía hacer era soltar un chillido agudo muy molesto y sonoro que ni a mí me agradaba.

En ese cuerpo me era mucho más difícil poner un muro en mi mente para que no entraran los pensamientos de otras personas a mi cabeza… esa era una de las razones de que no usara esa forma nunca, pues si había mucha gente escuchar todos esos pensamientos me hacía creer que enloquecía, pero en ese momento estábamos los dos solos y agradecí haber aceptado su petición porque un recuerdo muy claro cruzó su cabeza antes de esforzarse por pensar en la cena. Yo me volví a transformar tocándome la zona del cuello donde me había besado, me sonrojé un poco sabiendo que Wendy era demasiado despistada como para descubrir lo mucho que la observaba y cuánto me gustaba. Salí del agua con normalidad sin sentir especial frescor, después de transformarme mi sangre se volvía más fría y por tanto no sentía que me estuviera congelando.

Me puse una toalla para irme secando empezando a pensar que quizás no tendría un momento tan bueno con ella como para poderle decir lo que quería, le había dicho a Jack que no tenía prisa, sin embargo había algo en mi interior que me decía "Ahora o nunca" y me ayudó a decidirme a declararme… si soñaba conmigo al menos tendría alguna oportunidad -Wen…- no tardé en maldecir en mi cabeza al escuchar a alguien acercarse al lago. Era Isaro, tenía una gran sonrisa y tenía escrito por toda la cara que quería contar las buenas noticias -Ya las sé- comenté cuando me miró sin saber si debía o no contarlas, seguramente Scar le había dicho de decirlo solo a pocas personas como Wendy hasta que el embarazo estuviera más avanzado… y como él es tan honrado no dudó en cumplir lo que ella le pidió. Seguramente no habría dicho nada si veía que yo no tenía idea de que podía ser -Scar está embarazada. Era por eso que actuaba tan extraña, no estaba enferma- sus ojos brillaban con un resplandor único, la idea de ser padre lo llenaba de energía.

Wendy:

Mientras me vestía, escuché como el agua se movía al salir Edahi del interior del lago. Ya que aún no se me había tranquilizado el corazón, no me giré a mirarlo al principio, pero sí lo hice cuando me pareció que estaba secandose. Me vestí rápidamente y me puse la ropa de abrigo que llevaba puesta antes de entrar al agua. Esperé un poco, pero Edahi parecía querer decirme algo. Me giré, esperando oir algo agradable, pero tan solo me avisaba de que Isaro estaba acercandose. Parecía increíblemente feliz y sus ojos brillaban, apenas me dio tiempo a preguntar qué ocurría cuando me soltó una noticia bomba que me dejó congelada durante un momento.
-¡Eso es genial! -Dije, acercandome a darle la enhorabuena, aunque tenía mis dudas en cuanto a que a Scar le hiciera tanta ilusión como a él, ya que siempre había odiado a los niños. Ya que me invitaban a comer, incluí a Edahi, caminando algo más deprisa que ellos para poder saltar a abrazar a una muy sorprendida Scar que se sonrojó mucho al oir lo que le decía.
-Esperaba poder decirselo mientras cenabamos -Murmuró completamente roja, haciendo que me riese -Pero bueno... supongo que es justo... yo se lo he dicho a Silya sin ti -Admitió, sonriendole. Tenía que admitir que el humor de Scar era mucho mejor que de habitual, parecía encantada con la idea de ser madre aunque un par de meses antes había gritado a los pequeños demonios gemelos por mojarla.

Scar:

Mi corazón se volvió loco cuando Wendy me felicitó nada más abrir la puerta. Le respondí al abrazo y, pese a que tenía otra idea en mente para contarselo, supe que Isaro no lo había hecho con mala intención y le conté que Silya lo sabía para que viese que no ocurría nada. vi que Edahi también estaba con ellos, realmente habría preferido que él no lo supiera, pero no se podía hacer nada ya, de todas formas seguía siendo parte de la enorme familia de Isaro. Intenté que la conversación no girase todo el rato entorno a mi tripa y al bebé, aunque si hablamos un poco sobre nombres y demás. Wendy se ofreció a ayudarnos con la habitación cuando nos decidieramos a modificarla, pero les pedí que esperasen un poco a que se me notase bastante más, prefería que nadie tuviera ninguna razón para cambiar la forma en que me miraban. Estuvimos hablando un rato y me acabé por quedar domrida enel hombro de Isaro tal como me llevaba pasando esos días.