Nombre: Silya Losarig
Edad: 142 años
Descripción física: Silya es rubia su cabello cae laciamente hasta mitad de la espalda, tiene una tez bastante pálida que le hace parecer que nunca ha trabajado en el campo ni caminado siquiera sobre él, por tanto muchas personas cuando la ven creen que es alguien importante. Sus ojos grandes y expresivos, son una mezcla entre el castaño y el dorado, que le hace destacar aún más. Su aspecto en general es de una muchacha bastante joven y frágil, a pesar de esto tiene una fuerza y velocidad sobre humana que la hace capaz de cosas bastante sorprendentes. Aunque lleve armas, no parece nada amenazante, más bien parece una chica sensata que nunca las usaría de verdad y que las tiene para no verse indefensa… grave error. Tiene una voz muy suave, dulce y tranquila que hace que cualquier cosa que diga, incluso un insulto, parezca bonito. Silya nunca alza la voz, ya que no considera agradable el gritar, por esto a veces es tan solo un murmullo que no se escucha realmente, pero de igual manera parece importante y te obliga a preguntar qué dijo. Ella tiene una sonrisa cálida y sincera que hace que cualquier cosa, por mala que sea parezca menos importante que antes, pero su mirada es tan expresiva que de vez en cuando refleja lo que tiene en su interior, y no siempre en tranquilidad y felicidad. Las alas de Silya son largas, bellas y totalmente blancas, aunque cuando mata a alguien o hace algo que luego le hace sentir culpable, sus salas se muestran en tonos grises claros. Éstas están todo el rato plegadas perfectamente sobre su espalda, sin que se noten en lo más mínimo, pero por si acaso siempre se pone capas que cubran su espalda.
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Descripción psicológica: Es una persona muy honesta consigo misma y con los demás, es bastante detallista. Silya transmite tranquilidad, calma y felicidad allá por donde va, ella se preocupa por todos los seres del planeta, y aunque no lo demuestre nunca quiere herir a nadie. Parece algo callada, pero ese silencio no es incómodo, tan solo le gusta el prescindir de tener que hablar tanto. A pesar de esto superficialmente aparenta ser una persona muy cálida, que es verdad muy en el fondo, pero entre la falsa y la real hay un estado en el que se muestra fría y desinteresada con aquellas personas que ha visto más de dos o tres veces, ya que no quiere cogerle cariño a seres tan efímeros como lo son los humanos o cualquier otro ser que habite allí. Silya tiene una cálida sonrisa para los que no conoce y para los que verdaderamente quiere, y da igual si la encuentras de mal humor, ella será amable y ayudará a lo que sea que necesites, eso sí, sino eres uno de sus objetivos. Ella es bastante solitaria, y no se da cuenta, porque protege a los que quiere sin involucrarse con ellos, incluso si ella tiene que salir herida no dudará ni un momento. Cuando no sabe que hay alguien a veces tiene una mirada triste en el rostro que muestra los restos de su pasado.
Historia: Ella era el ser más raro que habitaba en la tierra, hija de un ángel y una mujer mestiza mitad ángel mitad humana, Silya era tres cuartas partes de ángel, ella era el fruto del amor de sus padres, pero también era de la necesidad de un ángel que caminara por la tierra por tiempo indefinido, ya que los ángeles reales no podían pasar más de uno o dos años en la tierra seguidos y luego un periodo de algunos años hasta que volvían a poder pisar la tierra sin que esta los debilitara y los hiciera cambiar de bando y convertirse en un ángel caído que sí podían caminar por la tierra todo el tiempo. Ella se crió con su madre, feliz en un pequeño hogar en medio de ninguna parte, que tenía todo lo que necesitaban para vivir. Ambas eran felices juntas mientras Silya aprendía magia, pero pronto superó a su madre, ella tenía el nivel de casi un ángel, sin llegar a ser tan rápida ni fuerte. Aprendía rápido cualquier cosa que se le enseñara, desde leer hasta tirar con arco, pasando por multitud de disciplinas que no tardaba ni dos semanas en dominar a la perfección.
Silya también quería mucho a su padre que venía cada cinco años para quedarse uno o dos años con ellas, con él aprendió a volar, que fue lo que más le costó. También se convirtió en una guerrera fuerte, tanto en la espada como en la magia, lo que ella no sabía era que la estaban entrenando para que fuera una protectora del orden y por consiguiente una asesina de humanos y a veces demonios. Siendo todavía cría se enteró de los planes que tenían para ella y simplemente los asimiló como necesarios para que pudiera vivir tranquila, pero eso no pudo durar más tiempo, un grupo de demonios liderados por un ángel caído irrumpieron en su pequeño hogar… se habían enterado mediante el soplo de aquel ángel recientemente caído, de que allí vivía una mestiza con su marido, y su pequeña hija. Ese año su padre no estaba para protegerlas, era la primera vez que ella se encontraba con demonios, y no supo actuar con suficiente rapidez.
Fueron segundos, minutos u horas las que pasó mirando el cuerpo ensangrentado y cruelmente degollado de su madre, que tenía la mirada perdida dirigida hacia donde estaba ella. Los demonios la habían dejado vivir porque nunca se les pasó por la cabeza que ella fuera hija de un ángel original, pensaban que era hija de un humano e inofensiva con ese pequeño poder, sin embargo el ángel caído culpable de la muerte de su madre se había callado la verdad y le salvó la vida. Él sabía que por más que la hirieran y le doliera como a cualquier persona, ella sanaría, así que después de que los demonios se divirtieran un poco infligiéndole algunas heridas que le habrían causado la muerte si fuera casi humana, les ordenó retirarse, dejando a Silya sola en lo que había sido su antiguo hogar, junto con él cadáver de su preciosa madre a la que tanto había querido. Y allí se quedó llorando, sin comer ni beber durante días o quizás semanas, hasta que unos amigos de su padre la sacaron de allí en brazos y enterraron el cuerpo de su madre.
Ellos se quedaron con Silya durante dos años, ayudándole a recuperarse de aquel gran trauma sin mucho éxito, sus alas eran cada vez más grises debido a que se sentía responsable de la muerte de su madre y poco después de la caída de su padre, que debido a la tristeza de saber que el alma de su amada había sido llevada al infierno y a su sentimiento de culpabilidad se convirtió en un ángel caído, pero nunca se alió con los demonios, tan solo caminaba por la tierra como un ser sin motivo de existencia, esperando encontrar algo que le hiciera volver a ser quien era. Desde ese día, nunca más se volvió a encontrar con su hija a la cual parecía haber olvidado casi por completo.
Después de unos años, Silya se recuperó y empezó con que tenían en mente los “superiores”, hacía bastantes años que se había iniciado una guerra interminable entre humanos, y por culpa de eso había gran odio, asesinatos, venganzas y maldad, que alimentaban y volvían más poderosos a los demonios, al mismo tiempo, hacía más débiles a los ángeles reales. Por tanto, ella tenía que evitar el mayor número de casos malignos, adelantándose a los acontecimientos, matando así a personas que no habían cometido asesinato para que sus almas no se corrompieran o influyendo para que no ocurriera aquello por lo que estaba debía intervenir. Nunca discutía las órdenes que recibía, pero de repente un día dejó de recibir órdenes, la guerra incrementaba y estaba haciendo imposible a los ángeles comunicarse con ella, y no podían desvelar lo que tanto tiempo habían ocultado, que ellos existían.
Gustos:
+ Naturaleza
+ Música
+ Personas
+ Tranquilidad
+ Silencio
+ Viento
+ Volar
+ Usar su magia para el bien
+ Defender a todas las personas
+ Sinceridad
Disgustos:
+ Mentiras
+ Recordar cualquier cosa de su pasado
+ Demonios asesinos
+ Humanos corruptos
+ Gritos
+ Suciedad de las ciudades
+ Guerras
+ Cadáveres
Magia: Se irá añadiendo con forme vayan apareciendo
Extras:
Tiene multitud de poderes diferentes, que se irán desvelando poco a poco.
Aunque no lo admitiría Silya nunca aprendió a socializar, ni las ironías y sarcasmos, y esto a veces le dificulta el trabajo.
Por más edad que tenga, sigue teniendo un lado infantil que aparece algunas veces.
Tiene un arco y un carcaj lleno de flechas y un mandoble. El mandoble cualquiera que intentara cogerlo le sería imposible porque pesa algo así como una tonelada, fue fabricado especialmente para ella, ya que las otras espadas tenían tan poco peso para ella que salían disparadas a cualquier lugar, o se rompían con tan solo coger la empuñadura.
Ella nunca ha odiado a los demonios, ya que no todos son malvados, ni se alimentan de los pecados de los seres vivos. Por eso piensa que hay que mirar a cada demonio individualmente y no como raza.
Color de roleo:
f7e240