La Mazmorra Gris
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La Mazmorra Gris

Rol, Aventuras, Magia, Batallas, Romance, Fantasía, Rol


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Pandemonium - Capitulo I: Los pecados del padre

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Leidana
Lord Greyluck Drakenblack
6 participantes

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Lord Greyluck Drakenblack

Lord Greyluck Drakenblack

PANDEMONIUM
Capitulo 1: Los pecados del padre

Pandemonium - Capitulo I: Los pecados del padre 6510Pandemonium - Capitulo I: Los pecados del padre Avatar10Pandemonium - Capitulo I: Los pecados del padre Stephanie-Ava
Pandemonium - Capitulo I: Los pecados del padre Emma10Pandemonium - Capitulo I: Los pecados del padre Adriel11Pandemonium - Capitulo I: Los pecados del padre 593ef410
6 Jugadores activos:
Historia:



Última edición por Lord Greyluck Drakenblack el Jue Mayo 16, 2019 11:48 pm, editado 6 veces

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Leidana

Leidana

[ESCRIBIENDO]
Pandemonium - Capitulo I: Los pecados del padre Emma10
 (0)  (0) § (1)  (5)  (5) ϕ (2)

Emma Kristell:

Aspiró una fuerte bocanada de aire, y en un instante pasó del sueño a la vigilia.
Se incorporó bruscamente entre las sábanas y dirigió rápidamente el brazo derecho hacia la base de la cama para asirse a algo sólido en medio de aquel remolino interminable que tragaba su habitación. Y entonces cayó en la cuenta de que estaba sonando el teléfono. Maldijo para sus adentros, se restregó los ojos y encontró el aparato en el suelo, junto a la cama. Apagó la alarma y lo dejó sobre la mesilla. Se tumbó boca arriba, observando el impoluto cielorraso recién pintado. Tras dos días, aún se percibía el aroma a solvente en el aire. Exhaló un largo suspiro y, por un instante, Emma experimentó una oleada de angustia que se le anudó en el pecho, y una especie de miedo delicioso, muy distinto del pánico que la habría inundado durante una pesadilla. Se frotó los ojos, preguntándose qué clase de visión lamentable podría haberla hecho llorar entre sueños. Pero al tratar de recordar, sólo obtuvo imágenes difusas de la cena de la noche anterior, la cual había transcurrido de forma ordinaria, al igual que todas las que le habían antecedido.
Su familia no se caracterizaba por dar de qué hablar. No eran ni bulliciosos, ni extravagantes, ni mucho menos se jactaban de su posición económica. Vivían en una casa modesta que no era pequeña ni grande. Iban a la iglesia todos los domingos. Donaban bienes regularmente a caridad. Eran amables con sus vecinos. Y se movilizaban todos en conjunto como si de una manada se tratase. Eran unidos, muy unidos, quizás a veces demasiado para su gusto.
Desde pequeña, Emma había sido una muchacha solitaria. No jugaba como los demás niños de su edad. No hablaba hasta por los codos como los hijos de las amigas de su madre, ni se interesaba por las caricaturas de moda que transmitían constantemente en la tele. Pasaba horas en su cuarto, dibujando en los cuadernos que su nuevo padre a menudo le compraba, tarareando melodías irreconocibles y observando por la ventana de su cuarto que daba a la calle. Mientras los autos pasaban frente a ella, soñaba despierta con seres mágicos que venían a rescatarla y le llevaban lejos, muy lejos de aquel aburrido barrio donde jamás pasaba nada. Sus cuadernos estaban plagados de ellos y eran su pequeño secreto. Existirían siempre y cuando sólo ella lo supiera.
Se vistió y bajó a la cocina, topándose con el rostro sonriente y regordete de su madre mientras ésta apilaba hotcakes en un pequeño plato de forma tal que hasta Michael Grab hubiese envidiado su técnica.
- Buenos días, Mimi. ¿Qué tal has dormido?
Su madre la había llamado con el mismo apodo desde que tenía memoria. Era uno de tantos detalles insignificantes
 que le dejaban con la sensación de que jamás sería una adulta a sus ojos, y hacía que se molestase casi al instante.
- No me digas así. - respondió de forma áspera.



Última edición por Leidana el Mar Mayo 07, 2019 4:41 pm, editado 3 veces

Morgoth

Morgoth
Moldeador de mundos
Moldeador de mundos

Pandemonium - Capitulo I: Los pecados del padre Avatar10
 (5)  (4) § (0)  (1)  (1) ϕ (2)
Ficha:

El resonante sonido del despertador me extrajo de mis sueños.-Aiis-.Gimotee mientras hundía mi cabeza debajo de la almohada. Permanecí boca abajo en la cama, hasta que empecé a tantear con mi mano la superficie de la mesilla de noche, en busca del botón para apagar el maldito aparato. Al pulsarlo, el silencio reino al instante en mi alcoba. Me coloqué boca arriba y abrí los ojos. Los sentía un tanto irritados, como si hubiese dormido poco y nada. Cuando los restregué, sentí como mis dedos se humedecían.*¿Lágrimas?* *¿Pero qué...?* Estaba confundido y algo afligido. Sentía un gran nudo en el pecho que me dificultaba respirar con normalidad. Indage en mis recuerdos en busca de imágenes del sueño que había perturbado mi calma, sin obtener ningún resultado. A duras penas lograba recordar la noche anterior en el bar. Decidí no darle más vueltas al tema, ya que al fin y al cabo había sido un simple sueño. Observe de reojo la hora que marcaba el despertador.*7:30am*. Me senté con calma en mi cama y estire la espalda dejando escapar un bostezo. Sin prisa, me puse de pie para dirigirme al baño a lavarme la cara.

Aún algo fatigado, me dirijo a la cocina esquivando la mugre esparcida por el pasillo. Al abrir la heladera, la encuentro vacía, a excepción de unas dos latas de cerveza y una manzana. Era evidente que mi madre se había olvidado de realizar las compras. Tomo la manzana y le doy un mordisco *¿Dónde se habrá metido esta mujer?* Antes de realizar el segundo mordisco y cerrar el refrigerador, me percato de unos ronquidos provenientes del salón. Al asomar la cabeza por encima de la heladera, me encuentro con mi madre despatarrada en el sillón.*Tsk* Chasqueo la lengua y decido acercarme a ella, procurando no despertarla. *Se ve que a tenido una larga noche otra vez* Le sonreí mientras la cubría con una manta. 

Me echo un último vistazo en el espejo del dormitorio. Revuelvo un poco mi cabello y me coloco la chaqueta de cuero. Tomo de la mesilla de luz, la billetera, las llaves de la casa y de mi motocicleta y me dirijo a paso decidido a la salida del departamento. Al quitar el pestillo y girar la perilla escucho al encargado hablando con el vecino.*Tsk. Diablos* Abro lo justo y necesario la puerta, me deslizo por ella y la cierro con rapidez sin mirar atrás. 

-Ejem ejem. ¿Dónde se dirige con tanta prisa señor Greyson?- Dijo expectante el encargado del edificio. Di la vuelta para mirar en su dirección, esbozando una de mis sonrisas más falsas.

-Ooh Buenos días Señor Thompson-. Realizando una reverencia exagerada.-No lo había visto, tengo algo de prisa ahora. Asique si me disculpa...-.  Me doy la vuelta y comienzo a caminar a paso acelerado por el pasillo hasta bajar por las escaleras.

-Se que sabes que día es hoy. No te hagas el tonto conmigo jovenzuelo-. Dijo el viejo Thompson fastidiado realizando un gesto con el dedo índice en señal de desaprobación. Comienza a caminar detrás mio tratando de seguirme el paso.

-Oh no señor, no me hago el tonto. Solo que usted sabe... es difícil llegar con lo justo a fin de mes y más si el alquiler es caro para lo descuidado que esta el piso-. Digo en tono burlón mientras monto la motocicleta y me coloco el casco, mirando de reojo al anciano tuerto. 

-Mejor que cuides lo que dices niñato ya que yo mando aquí y puedo cuando quiera echarte a ti y a tu madre de patitas a la calle-. Rugió el viejo Thompson furioso, mientras agarraba fuerte la baranda de la balconada.

-Se, se. Lo que digas viejo-. Dije restandole importancia a sus amenazas. Antes de siquiera escuchar los insultos que tenia por decir el señor Thompson, encendí la motocicleta y acelere a toda velocidad para dirigirme al mercadillo mas cercano. El fuerte roce de la brisa contra mi cabello y el intenso rugido del motor comenzaron a producir en mi cuerpo el mayor de los éxtasis.



Última edición por Morgoth el Vie Ene 31, 2020 5:44 pm, editado 4 veces

Nana

Nana

Pandemonium - Capitulo I: Los pecados del padre Stephanie-Ava
(4) (0) § (1) (1) (4) ϕ (3)

Spoiler:

/Su casa/ - /Rumbo al trabajo/
~Sola~

Sentía una profunda angustia en su alma, quería gritar y no podía lograrlo, sus labios se encontraban firmemente sellados. Su cuerpo se removía inquieto debajo de las sábanas de su cama siendo presa de un extraño y muy vívido sueño. Finas gotas de sudor comenzaron a brotar en su frente humedeciendo su flequillo, le abrumaba el hecho de no poder encontrar escapatoria alguna. No sabía con exactitud cuantos minutos transcurrieron hasta que comenzó a escuchar levemente una conocida voz.

-Stephi..... Stephi....-

Comenzó a haber un terremoto, en el sueño su entorno se movía violentamente de un lado a otro en completo caos haciendo que su corazón comenzara a latir a un desbordante ritmo producto del pánico.

-¡STEPHANIE!-

Sus párpados se abrieron de golpe al son de un sobresalto. Tardó unos segundos en poder enforcar la vista, delante de ella se encontraba su hermano menor sujetándola por los hombros y luciendo un muy preocupado semblante. -Te escuché quejarte mucho... vine a despertarte- confesó soltando su agarre. -Ah... jaja- rió cansadamente la muchacha colocando sus manos en su rostro para refregarse los ojos, todo había sido un sueño... nada más que eso, y para su mala suerte no lograba recordar exactamente de que iba. -Gracias Michaell- le dijo suavemente para luego pasar sus manos por su rubio cabello despeinándose a sí misma un poco más. -De nada- le contesto confundido el muchacho paseando su verdosa mirada durante unos segundos por el rostro de su hermana como si intentara descifrar algo, luego de eso comenzó a dirigir sus pasos fuera de la oscura habitación -Me voy a la escuela.... mándame un mensaje si necesitas algo- le dijo. -No te preocupes por mi, que te vaya lindo en tus clases....- le respondió la jovencita con una cálida sonrisa pintada en sus labios.

Luego de que se fue su hermano la chica se permitió soltar un largo y quejoso suspiro volviendo a refregar su rostro con ambas manos, en el fondo se sentía algo derrotada por alguna razón. -Vamos Stephi... a recargar energías- se dijo en voz alta para darse ánimos y levantarse de un salto de la cama. Paseó su rosada mirada por el lugar. Su habitación, como siempre, se encontraba un tanto desordenada, con ropa tirada por doquier y sus objetos personales desperdigados sobre el escritorio de la PC. Caminó hasta la ventana y corrió las pesadas cortinas para dejar pasar una gran cantidad de luz... demasiada para su gusto... ¿Qué hora era?. Sintiendo una repentina preocupación miró en dirección al reloj para descubrir que... se le estaba haciendo tarde para ir a trabajar. -Ayyy no me jodas- maldijo a los cielos para comenzar a prepararse a toda velocidad.

Tras una corta ducha y vestirse velozmente salió de su pequeño hogar como un violento tornado en dirección a la parada del bus, para su tristeza no había podido desayunar. No podía permitirse llegar tarde, sobre todo cuando hacía no tanto tiempo había comenzado a trabajar en aquella linda cafetería, no era momento de arruinar las cosas.  

Ezequiel Paswualini



Pandemonium - Capitulo I: Los pecados del padre 593ef410
 (5)  (3) § (1)  (0)  (1) ϕ (3)

ficha:

Un movimiento fuerte y estruendoso, una sacudida como si fuera de un reflejo que se esta cayendo, Dante se sacudió por un muy mal sueño, abre los ojos con esfuerzo, conla cara pegada al escritorio, viendo a primera vista su baso de whisky a medio terminar, se percata de que se quedo dormido en el escritorio de su oficina... de nuevo. Se endereza, estira sus brazos y se trona el cuello por la posición incomoda. habré la caja de pizza que tiene a su costado *maldición... ni un bocado me sobro* se restriega los ojos con los dedos de su mano derecha * las pesadillas volvieron... * mientras mira con angustia la nada misma, todo esta oscuro, muy oscuro. se lleva la mano a la boca y larga su alentó para ver  que tan mal esta su olor, su cara se retuerce en un gesto de asco, vuelve a mirar a su baso a medio tomar, saca unas pastillas y se las traga con ayuda del whisky que le quedaba. Va al baño, se limpia la cara, y se cepilla los dientes, se queda un largo rato mirando el espejo, pensativo, una mirada seria. De repente escucha un sonido de la apertura de alguna puerta, el abre sus ojos y se pone a escuchar con presionen, *es la puerta a de la entrada... ¿quien carajos esta entrando a estas alturas de la noche?* rápidamente sale del baño y se posiciona detrás de la puerta a un costado, en la entrada de las oficinas, saca su pistola 9mm que tiene guardada en una funda debajo de su axila, atento, tranquilo se queda esperando. se habré poco a poco la puerta Dante, con un movimiento preciso, meticuloso y relampagueante se desliza por detrás de la puerta, agarra el brazo del sujeto y le apoya la pistola entre las cejas del individuo - AHHHHHHHHHHHH MIERDA NO DISPARES, SOY YO SOY YO!!! PUTA MADRE PORQUE MIERDA ME ESTAS APUNTANDO!!!- con una cara totalmente de miedo y haciendo fuerza deseando de que no jale el gatillo, -JON!por el amor de dios me hiciste pegar un susto...- Dante retira su arma y la enfunda, -¿Me podes explicar que carajos haces a estas horas de la noche acá pedazo de mocoso?- mientras se cruza de brazos, Jon con algo de pánico todavía y llevando su mano al pecho mientras en la otra sostenía unos papeles y carpetas -jefe... ¿que estas diciendo? so..son las 7:15 de la mañana... es a la hora que entro yo...-tratando de recuperar el aliento del susto, apenas termino de decir eso, Dante puso los ojos como platos y miro rápidamente su reloj de muñeca *MIERDA! solo quería descansar la vista 5 minutos* mientras se lleva la mano a la cara, Jon se endereza - señor... esta durmiendo muy mal últimamente, ese caso no lo deja descansar- con una cara de preocupacion moderada. Dante con un suspiro y mirando a los ojos del joven muchacho de pelo castaño - ojala fuera solo el "caso" Jon... bueno, yo ya me retiro entonces, decido tomarme este día, tengo hambre así que me voy a desayunar- mientras agarra su saco, sus guantes blancos y se coloca unos lentes negros. apoya la mano en el hombro de Jon -no me esperen hoy, mandales un saludo a las chicas cuando las veas-. se va caminando hacia la salida, se coloca sus guantes, agarra sus llaves y sale por la puerta.
Saliendo por la puerta del edificio, mira enfrente suyo y pone una mueca de "lo siento" -perdóname bebe... te deje plantada toda la noche... si lo se no debí dejarte sola, lo lamento mucho- mirando a su mustang gta del 67,el cual recibio como parte de pago una vez por un caso de investigación. acaricia su delicada pintura negra azabache pulida, sube a su auto clásico el cual la cosas que mas cuida en su vida, enciende el motor, se escucha el rugir del motor y Dante pone una cara orgasmica al escucharlo, *bueno, veamos que café esta abierto* *me rugen las tripas del hambre...¿donde estaba esa cafetería que andaba por aquí...?* y emprende camino hacia la cafetería mas cercana que encuentre. Mientras viaja, se pone a pensar en lo que va a hacer en el día *bueno, hoy debe ser jueves... así que tengo que ver a la mocosa de mi hermanita* haciendo una mueca de felicidad, el semáforo se pone en rojo y frena al lado de un joven montado en una motocicleta, con una chaqueta de cuero negra y pelo revoltoso también negro, lo mira de reojo y depuse sigue mirando en dirección a su camino, de verdad Dante tiene mucha hambre.

Lord Greyluck Drakenblack

Lord Greyluck Drakenblack

Pandemonium - Capitulo I: Los pecados del padre 6510
 (0)  (0) § (6)  (2)  (3) ϕ (3)

Greyluck - [Santino Angeleni | Mort'Zehrath ]

OFF: Era demasiado largo así que lo dividí en 2. Pero leeanlo.
ON: 
Bonus (Para oir antes o despues del post):
Intro - Sueño:
Mansion:



Última edición por Lord Greyluck Drakenblack el Jue Mayo 16, 2019 11:44 pm, editado 1 vez

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Azury

Azury

Pandemonium - Capitulo I: Los pecados del padre Adriel11
 (3)  (3) § (0)  (5)  (0) ϕ (2)

Adriel:
OFF:Perdonen si es cualquier cosa, estoy re oxidado

ON: No podía creerlo, otra noche sin dormir, pero también sin parar. Si bien no pude dormir ni una hora no estuve inactivo, mientras miraba el techo de mi habitación, aquellas visiones habían parecido inyectadas directo en mi psique. No podía hacer nada hasta que terminasen, al intentar moverme me sentía completamente clavado a mi cama, al intentar hablar mis palabras quedaban en mi mente, mas no salían, y al cerrar los ojos, o por dios. Cerrar los ojos era lo peor, todo se volvía mas real y mas vivido, yo estaba ahí, tengo miedo, no entiendo nada... Lagrimas comenzaron a caer desde mis ojos, pero no de tristeza ya que el miedo puro me estaba consumiendo. Cuando creí que ya estaba de vuelta en mi cuarto, una bestia que no tenia cuerpo comenzó a moverse entre mis piernas, cuando menos me lo espere me arranco de cuajo una pierna. 
-NOOOO!!!-Grite a la vez que despertaba y miraba mis piernas. Tai, mi gato atigrado estaba mordiéndome uno de mis pies -Tai, otra vez lo mismo? me asusto mucho cuando  me despertas así- Tai me miro y empezó a caminar hacia mi hasta que con un maullido casi inaudible y chupándome la pera me pedía mimos.
 *Otra vez sueño que no duermo y despierto mas cansado que cuando me acuesto en la cama* Harto de siempre lo mismo e ignorando completamente el desorden que ascendia dia a dia en mi cuarto, me duche rápido, solo para refrescarme, y me dispuse a hacer mi desayuno. Prepare el desayuno mas saludable que pude con las cosas que tenia en la heladera y alacena, justo antes de salir, ignore mi lado "saludable" y me comí unas tostadas con dulce de leche. Al terminar de cepillarme los dientes, agarre mi mochila, y fui directo a una plaza a unas cuadras de mi casa, apenas llegue me puse a entrenar, la gente que estaba cerca me miraba como si fuese alguien ridículo, pero para mi no existe nadie mas ridículo que aquel se frena por el pensamiento de los demás frente a lo que le gusta hacer. *El ejercicio nunca fue mi fuerte pero cada día intento dar lo mejor de mi*
El tiempo pasaba rápido y yo no me daba cuenta, otro dia mas que no buscaba clientes ni iba a estudiar, estaba cegado por seguir mejorando, probando algunos golpes contra los arboles, y entrenando distintos sectores de mi cuerpo en las barras del lugar, acompañado por el cantar de las cotorras y el verde que rebosaba en todo mi alrededor.

Nana

Nana

Pandemonium - Capitulo I: Los pecados del padre Stephanie-Ava
(4) (0) § (1) (1) (4) ϕ (3)

Spoiler:

/Rumbo al trabajo/ - /Cafetería/
~Sola / Clientes~

Soltó algún que otro bostezo mientras el autobús vibraba al ritmo de la marcha. Se sentía cómoda sobre aquel mugriento asiento que lentamente el sueño comenzó a invadir su mente, así fue como sin darse cuenta cerró sus parpados durante unos segundos... o al menos eso creyó ella. Se despertó de golpe cuando sintió un fuerte sacudón, el autobús había pisado un gran bache. La rubia totalmente desorientada observo velozmente hacia los lados -¿D-donde estoy?- se preguntó agitada sintiendo algunas burlescas miradas sobre ella. -Ayyy ¿Por qué?- chilló angustiada para ponerse de pié de un solo salto y tocar el timbre para bajarse. Estaba claro, se había pasado de su bajada... Por suerte no estaba tan lejos de su destino pero como se le estaba haciendo tarde tuvo que comenzar a trotar hasta la cafetería. Ella no era una chica especialmente atlética por lo que pronto comenzó a cansarse y sentir un punzante dolor en el bazo.

Tras atravesar unas cuantas calles llegó finalmente a destino. Atravesó como un feroz rayo la puerta trasera por dónde solían entrar los empleados e hizo acto de presencia. -Ll-llegué- dijo con la voz entrecortada por lo agitada que estaba mientras recargaba su cuerpo en el marco de una puerta. -Justo a tiempo- le dijo entre risitas una de sus compañeras, Rosita. Rosi era una moza al igual que ella, una chica sumamente simpática y bonita poseedora de una encantadora tez morena y un fabuloso afro mediano. -Voy a cambiarme- dijo Stephi apresurada para meterse dentro del pequeño vestidor que tenía algunas taquillas para guardar cosas -En mi taquilla hay desodorante por si quieres- le ofreció su compañera. Stephanie no la consideraba una amiga aún, no la conocía demasiado, pero dentro del ambiente laboral se podría decir que la morena era la más cercana a ella.

El uniforme de trabajo era bonito y cómodo, de colores cálidos y bastante profesional. Una camisa blanca de mangas cortas bordada con delicadas rayas color café y un moño anudado a su cuello y una falda corta negra hasta la rodilla lisa era la base, sobre esto iba el delantal color tierra a juego. Sus zapatos eran clásicos negros con un tacón muy pequeño para no perder la buena presencia y así mismo no entorpecer su trabajo. Una vez lista comenzó con la labor de ordenar el lugar y comenzar a calentar el café, poco después las puertas del establecimiento quedaron abiertas al público.

No por nada era una renombrada cafetería, el ambiente que se respiraba allí dentro era de suma paz, rápidamente en el aire se podía percibir el delicioso aroma de todas las delicatessen que servían además de que la decoración te invitaba a quedarte allí para siempre, totalmente acogedor. -Bienvenido, ¿En qué puedo servirle?- era su frase adornada con una sonrisa para cada cliente que le tocaba atender. Aproximadamente a las 9am, poco antes poco después, ingresó un hombre muy mayor acompañado de una mujer. El semblante de aquel señor no era de los mejores por lo que Stephi intentó hacer su mejor esfuerzo para hacer que se sintiera a gusto en el lugar, tomó el pedido y lo preparó lo más pronto que puedo. Café con crema, espuma, canela y un waffle con banana para él y pan tostado con mermelada y té para ella. Pero aquello no pareció tener un gran impacto, al parecer estaba luchando con algo interno y tal vez lo más prudente era no intentar intervenir en lo absoluto..... pero vamos... Stephi no era así, ella tenía que meter la mano dónde no la llamaban.

Notó que la comida que habían pedido era un tanto dulce, ¿Estaría bien llevarles algo de soda e intentar entablar una corta conversación para levantar un poco los ánimos?... oh si, parecía la mejor idea. Tomó una bandeja y colocó sobre esta dos vasos y una pequeña jarra con soda, colocó su mejor sonrisa y comenzó a caminar en dirección a la mesa del anciano. -Buen día, ¿Se encuentra todo bien?- les habló suavemente una vez al lado de ellos - ¿Puedo ofrecerles un poco de soda para apaciguar tanta dulzura?- preguntó divertida al mismo tiempo que sostenía la bandeja con una mano y con la otra intentaba sacar las cosas de ésta. No estaba segura si el destino le estaba jugando malas pasadas o si simplemente aquel no era un buen día para salir de casa, no puede explicarse como pero su muñeca cedió ante el peso de la bandeja haciendo que ésta se tambaleara y tirara las cosas. Los vasos rápidamente se estrellaron contra el suelo, por suerte había logrado agarrar la jarra con el líquido a tiempo pero no lo suficientemente rápido para evitar salpicar al pobre anciano un poco (un poco bastante). Inmediatamente en el rostro de la jovencita se pintó una expresión repleta de pánico -¡Cuanto lo siento!- dijo con la voz aguda completamente avergonzada. Dejó la bandeja en una mesa vecina y de su delantal sacó un trapo, -Realmente lo siento mucho- le dijo al hombre al tiempo que apoyaba la tela para ayudarlo a secarse.

Rol off: Supuse que Santino había ido a la misma cafetería dónde trabaja ella. Si no es así, dime y borro los últimos dos párrafos.

    

Morgoth

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Pandemonium - Capitulo I: Los pecados del padre Avatar10
 (5)  (4) § (0)  (1)  (1) ϕ (2)
Ficha:
Reproducir canción en el primer párrafo:

/Carretera/-/Supermercado/
-Solo-

Me dirigía en mi chopper a toda velocidad a algún supermercado que se encontrara abierto por la zona. Divise a lo lejos un atasco de tráfico, debido a que muchos se dirigían a sus respectivos trabajos a estas horas de la mañana. Me escabullí con agilidad entre los autos y zigzaguee entre ellos, haciendo denodados esfuerzos para no estrellarme contra alguno. Me adelante lo suficiente, dejando aquel embotellamiento detrás. Al llegar a un semáforo en rojo, frené en seco. Solté los manubrios y comencé a masajearme un poco las manos para evitar que se acalambraran. Escucho a lo lejos un auto acercarse en mi dirección. Al mirar de reojo veo que a mi lado frena un automóvil de un negro azabache, el cual se veía bastante bien cuidado. Deje escapar un silbido de admiración.*Un Ford Mustang del 67, interesante* Trate de no distraerme demasiado con ello y mirar al frente ya que de seguro el semáforo estaba por cambiar. Troné el lado derecho de mi cuello, luego el izquierdo, me acomode en mi asiento; y coloqué una vez más las manos sobre los manubrios. Mire con determinación la carretera mientras hacia rugir mi motocicleta. El semáforo se puso en verde. Acelere a toda velocidad recorriendo el pequeño tramo que me faltaba para llegar a mi destino. Al llegar, procure estacionar con cuidado y apagar mi motocicleta. Coloque el casco sobre el asiento y, por seguridad, me asegure de colocarle al vehículo, una cadena de acero con candado. Al finalizar, me encamine hacia la puerta del mercado.
Tome algunos insumos, o al menos los necesarios para sobrevivir una semana más. Al llegar a la caja y pagar, comenzó a rugir mi estómago. Tenía sentido que lo hiciera ya que había comido solo una manzana. Salí del establecimiento a paso acelerado y me dirigí a mi chopper. Quité la cadena de acero, y comencé a guardar las compras realizadas en el bolso trasero de la motocicleta. Cuando me puse de pie, mi barriga volvió a rugir. *Aghh…maldita sea. Debería comer algo para reponer energías, sino me costara mantenerme activo en el día*. Divise en la calle de enfrente una cafetería. *Mmmh…no sé si debería...*Me quede pensativo observando el lugar. *Pero…no es mala idea*. Estuve meditándolo por un buen rato, hasta que negué de manera repentina con la cabeza para quitarme aquella idea que había tenido. No tenía dinero como para gastarlo en caprichos del momento. Además, estaba corto de gastos. A la noche tendría que preguntar si podría recibir un adelanto de la paga, sino tendré complicaciones para pagar la renta, otra vez. Me subí a la motocicleta decidido y la encendí. Estaba por realizar marcha atrás cuando mi estómago sonó por tercera vez. *¡Bueno ya! Pero que sean solo un café con tostadas. Total, no le hará mal a nadie. Es mi dinero y puedo hacer lo que quiera con él*.
/Cafetería/
-Con desconocidos-
 
Al ingresar a la cafetería tuve que agachar un poco la cabeza para no chocarme con el marco superior de la puerta. Un delicioso aroma a comida llego a mi al instante. Se me hizo agua la boca. Me senté en una de las mesas que se encontraba en el rincón del lugar. Coloque los pies sobre la mesa y aguarde de brazos cruzados a que me atendieran. Al observar a mi alrededor con curiosidad, me asombre de la decoración y el orden de lugar...de seguro me arrancarían la cabeza con los precios. Siempre había visto esta cafetería desde afuera, pero jamás había tenido el tiempo para ingresar. 
Mientras esperaba a que me atendieran, note que solo había dos clientes en el lugar. Uno era un anciano de rostro severo, de unos… ¿90 años? No sé cuántos años tendría en verdad, pero se veía bastante mayor. Se encontraba sentado, acompañado de una mujer que vestía un uniforme de enfermera. Por un momento mi mirada se poso en la comida del viejo. Observe como de manera detenida, degustaba un bocado de un waffle con bananas. *Vaya...que envidia. Como me gustaría ser él en estos momentos*. El estruendoso sonido de vasos estrellándose contra el suelo causo que realice un pequeño sobresalto en mi silla. Mi mirada se desvió un instante del anciano.
-¡Cuanto lo siento!-Dijo una voz aguda con temor. Una persona de melena rubia y baja estatura, dejo a las apresuradas una bandeja vacía sobre una de las mesas. De su delantal saco un trapo con el cual comenzó a limpiar el líquido que había derramado sobre el viejo-Realmente lo siento mucho-Dijo preocupada. Aquella situación me parecía bastante cómica, no pude evitar dejar escapar una pequeña risa. Uno de los cabellos de aquella rubia se movió descubriendo así el rostro de la joven. Me quede por unos segundos atontado, observándola. Era bastante guapa. De repente rugió mi estomago reclamándome alimento lo antes posible. *Agh, atiendanme ya madlita sea que tengo hambre* Fruncí el ceño, tratando de aguantar los quejidos de mi vientre mientras miraba a través de una de las ventanas del lugar.
OFF: Así se vería mi motocicleta para que se den una idea.
Motocileta:



Última edición por Morgoth el Vie Ene 31, 2020 5:49 pm, editado 2 veces

10Pandemonium - Capitulo I: Los pecados del padre Empty Es probable que edite el contenido o lo pula Miér Mayo 15, 2019 3:22 am

Ezequiel Paswualini



Ezequiel Paswualini escribió:
Pandemonium - Capitulo I: Los pecados del padre 593ef410
 (5)  (3) § (1)  (0)  (1) ϕ (3)

ficha:
Leer mientras se escucha:
musica:

Dante esperando a que el semáforo se ponga en verde veía que había mucho transito donde estaba. El semáforo se puso en verde, el chico de la chopera negra avanzo deprisa evitando los autos los autos, dante suelta un largo suspiro - ¿Por que no tengo una moto...? - y cambia su cara a sorprendido y con voz de culpa - Ayyy perdón cariño, no quise decir eso-(refiriéndose al auto). *Va a ser un día muuuuy largo* con cara de desgana, después cambia su mueca a una mas seria, y enfadada *maldita pesadilla... ¿que querrá significar todo eso?*. El semáforo cambio varias veces de color, alternando entre verde amarillo y rojo, y viceversa, pero el trafico no avanzaba.
Después de un largo rato Dante logra escapar del embotellamiento, y dando un par de vueltas por la zona divisa una cafetería. -¡Perfecto! ¡al fin!,una condenada cafeteriii... ouhhhh... bueno... espero que...- al instante ve mientras se acerca con el auto, justo un automóvil que se va del estacionamiento en la vereda justo enfrente de este café, Dante piensa dos segundos - Bue, ya fue, tengo mucha hambre- con una mueca de desgano. El se adelanta y se posiciona para estacionar, pone marcha atrás metiendo la cola del auto en el espacio vació del cordón y justo otro auto mete la trompa,casi, CASI, por tocar la pintura del mustang. Dante con ira sale del auto, da un portazo, y con mucha rabia grita -¿¡QUE TE PASA PELOTUDO!?, ¿NO VES QUE ESTOY ESTACIONANDO YO?-. Del otro automóvil, sale un hombre algo obeso, falto de cabello en la corona de la cabeza, y un sobra de barba negra creciente, responde con mas rabia -¡TOMATELA TUERTO DE MIERDA,VOS Y TU AUTITO A PARA OTRO LUGAR QUE ESTABA YO ESTACIONANDO ACÁ!-. Dante se acerca a toda prisa para enfrentarlo, de un paso firme y seguro, con dos o tres pisadas llega al frente de la puerta del conductor. Con cara seria y de MUY pocos amigos Dante le dice con paciencia al señor - Mira... tomatelas que llegue yo primero, así que anda volando gordo prostatico, o lo hago yo- haciendo mucho énfasis en la ultima oración. El hombre casi pelado y obeso se acerca un poco mas y mirando para arriba, ya que dante es mas alto, y con tono soberbio -¿ vos y cuantos más cenicienta?- largando una carcajada mientras mira algo que esta detrás de la puerta del conductor. Dante enseguida supo, por las características de la persona, que de seguro estaba armado con un revolver de calibre alto, así que se adelanto, y mostró con sutileza lo que escondía debajo de su saco gris. En voz baja, tranquilo, dijo -La tengo mucho mas accesible que vos...ah y ademas, si me permites...- busca en su bolsillo trasero, y saca su tarjeta de detective privado,que es algo parecido como si fuera del FBI (pero no lo es) que le permite entrar a lugares donde no puede cualquier civil. Con mas tranquilidad continua - No me gustaría tener que comunicarle a las autoridades, por entrometerse en una investigación cuya gente involucrada es muy importante- suelta una mueca soberbia -¿nos entendemos no? señor del corsa,de patente "ATO 469"-. El hombre puso cara de susto se subió atolondradamente a su auto y siguió camino. Dante se quedo mirando hasta que se alejara aquel hombre y lo perdiera de vista.
Respiro profundo, se estiro un poco, bajo los niveles de adrenalina. Termino de estacionar su mustang, acaricio el capo del auto, y se adentro a la cafetería.


Con paso firme y raudo, con cara de tranquilidad, aunque muy molesto por la situación de hace un momento y que le rugían las tripas, Dante se directamente al mostrador. Ve a una joven mujer morena de pelo afro, se ve linda, pero no es su estilo. Con un tono neutro y mostrando una leve reverencia - Buenos días, quisiera pedir un café capuchino, con tres cucharadas de azúcar,no mejor que sean cuatro, dos tostadas con mermelada, unos huevos revueltos con panceta, dos medialunas,...- mientras va mirando todo lo que hay en el mostrador. Ordena algunas cartas que están sobre el mostrador, levanta una un instante y la vuelve a bajar -... y por ultimo un licuado de frutilla al agua, con hielo y mucha crema, ah y si puede échele un poco de crema al café si no es mucha molesta-, La mesare se queda boquiabierta mirándolo. la joven mirando detrás de el y volviéndolo a mirar - Señor... debería sentarse y ahí le pediremos su pedido, si no es mucha molestia...-. Dante se gira y mira el lugar en profundidad, rápidamente, como si de un escaneo se tratara,divisa a cuatro individuos. Primero, un anciano de edad muy avanzada, con rebundante elegancia al igual que lo empapado que estaba; Segundo, una enfermera, que lo acompaña al viejo en el desayuno, cara impactada; Tercero, *¿el mismo joven de la motocicleta?* ,Dante frunce el ceño, *¿de donde lo conozco?* , se ve bastante intimidarte, aunque mucho no le sorprendía, aunque si le extrañaba que un tipo así estuviese aquí; Cuarto, ve levantándose a una mujer de cabellos rubios, dante abre los ojos y su pulso se acelera, *NO... por favor dime que no es...*, la mujer se deja ver el rostro, es una muchacha de joven edad, esta roja como un tomate, delatando ser la causante de que el viejo hombre elegante este empapado *JA...que susto... bueno pobre chica espero que no la despidan por darle un baño "gassificante" al viejo ese*, sintió un gran alivio. No se tomo mas de cinco segundos hacer este chequeo, le agrada un poco que haya poca gente, se da vuelta y con una sonrisa sarcástica aparentando haber sido despistado -Ahhhh... discúlpeme señorita, lamento la desubicación, espero no haber sido de su desagrado- volviéndose a inclinar. Se endereza -Me sentare de inmediato-, la joven mesara del mostrador lo detiene con una pregunta -¿ Usted venia seguido por aquí?-, Dante se sorprende, la mira directamente - si... solía venir bastante- con cara de un disgusto ligero. -Usted no salia con Sasha?- con cara de duda la mesare. El con ahora si incomodidad -Si... por eso vine aquí...-. La mesare con pena - Lamento decirle que ya no trabaja mas acá...- poniendo una cara de "lo siento". El con una sonrisa amplia y sarcástica mostrando el disgusto- si...exactamente por eso estoy aquí...-, se da vuelta y busca donde sentase. Se sienta cerca del muchacho con cara de pocos amigos, y al igual que el, espera a ser atendido.  Lo mira de reojo, *de donde conozco a este muchacho...?*. Se saca los guantes y los deja prolijamente acomodados a su costado, pero no se saca el saco gris, cruza sus manos y las apoya en su boca. Espera ser atendido "pacientemente".

Lord Greyluck Drakenblack

Lord Greyluck Drakenblack

OFF: Eze te hago una corrección. Tu posteo no esta mal, pero trata de usar tiempos verbales mas ordenados. Te paso un ejemplo de como debería arrancar tu post anterior para que trates de corregirlo.



Correccion.:

https://lamazmorragris.foroargentina.net

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