Proyecto Amon: Libertad [Cerrado]

Recuerdo del primer mensaje :

De nuevo, un dia cualquiera, hora de experimentos. La droga que os suministran enseguida os hace efecto y sois transportados semiinconscientes. Notais el traqueteo de la camilla, ya acostumbrados a él. Quizás entrais en una, dos o ninguna otra habitación. Pero algo ha cambiado.
No os ponen en la fría camilla de metal a la que siempre os atan, esta vez es diferente. Esta oscuro y no corre el aire. No se oyen voces, ni huele a desinfectante.

Black, el experimento C·2·M-036, salta fuera de su celda nada más la puerta se abre, agresiva, molesta y deshorientada... ¿Dónde está?

Manasá, conocida entre sus cuidadores como C·3·R-002, ya recuperada del sedante, se despierta con el ruido de apertura de su caja. La luz del sol ilumina el pequeño claro que tiene delante, muy diferente al diminuto habitat donde vive. Duda si salir, pero el aire frio de su encierro ha bajado la temperatura de su cuerpo, no puede retrasarlo mucho mas y sabe que debe ir al sol.

La siguiente en abrirse fue la de M·2·M-012, cariñosamente llamada Agnes, aunque de ella no salió nada pues el efecto de su calmante era algo mas fuerte por un error. No tardaria en despertarse en cualquier caso.

Tras esta, la cuervo Claire, M·3·A-018, fue liberada. Sus ojos escudriñaban a los demás experimentos un segundo antes de poner las patas fuera de su carcel. Ya podía estirar las alas.

Solo quedaba una enorme caja cerrada. En la puerta se podia leer M·1·I-030. Se escuchó un click y esta se abrió. La oscuridad de dentro mostraba que doce ojos miraban el exterior con curiosidad. Las seis cabezas empezaron a pensar cada una por su lado, pero todas a la vez. Salir... o no salir... ¿Qué iban a encontrar allí?

Cuando no todos habían salido de sus respectivas cajas, una pequeña liebre cruzó corriendo hacia ellos. Parecía huir de algo y, dos segundos despues, un enorme tigre se abria paso por la vegetación encorriendo al pequeño animalito. No le costó mucho cazarlo y abrió sus fauces. Iba a devorarlo.

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Punto de partida, el claro que hay a la entrada.

Mapa:

CUPOS
Kairi --- Claire --- Cuervo
Kairi --- Yue --- Lémur de cola anillada
Clea --- Black --- Lobo
Mehy --- Manasá --- Boa constrictor
Nana --- Agnes --- Pantera
Azury --- "Azmodiel" o Az, Mo, Di , El, Am y De --- Ciempiés
Kirtash --- Kareth --- Zorro rojo
Pandora --- Eva --- Leopardo
Kuvuka --- Jax --- Lobo

Leidana --- Madeleine --- Chacal negro
Leidana --- Shawn --- Aguila Harpia
Adamaris --- Riku --- Tigre
Adamaris --- Ikuru --- Liebre común
Adamaris --- Taiyo --- Lémur de cola anillada

Spoiler:

/Refugio/
~Con todos los presentes~

Luego de haber ayudado a Maddie y de que esta le hiciera notar a la jóven pantera acerca del nuevo aroma que poseía Manasá, ella frunció una vez más el ceño y sin darle mayor importancia a aquel tema decidió seguir al resto del grupo hacia el refugio.

Al llegar varios pudieron notar lo mismo... había algo diferente en el lugar. Era como si las hojas que ocultaban la entrada misteriosamente ya no estaban en la misma posición, además de que el olor a aquellos humanos que portaban impolutas batas se encontraba esparcido por todas partes... ellos habían entrado. Black fue la valiente que retiró las hojas para dejar al descubierto dicho lugar, luego de eso, en posición de alerta el resto avanzó en sus pasos.

Grande fue la sorpresa de Agnes al ver aquel gigante árbol navideño colocado en medio de la cuerva. Estaba adornado por cientos de lucesitas brillantes, bolas de colores y a su alrededor descanzaban infinidad de regalos, todos de diferentes tamaños. Aquel panorama era tan bello y nostálgico, parecía que irradiaba paz con cada segundo que transcurría, pero aún así... había algo bastante raro en todo ello ¿Por qué lo habían puesto? ¿A caso era una trampa?. Los ambarinos ojos de la muchacha se pasearon curiosos y cautelosos por todos los alrededores, casi esperando lo peor... pero nada sucedió.

Intercambiando una breve mirada con la persona más cercana, quién para su sorpresa fue Eva, decidió aventurarse a ser la primera en inspeccionar los regalos. Cada uno estaba envuelto con papeles de diferentes colores y motivos, además de poseer una notita con el nombre de cada uno. -Hay uno para cada uno- notificó con una voz suave, casi sin poder creer lo que veía y lo fácil que lucía todo. Pero así era... tan solo se trataban de meros regalos. Buscó con la mirada aquel que tuviese su nombre, y allí lo encontró, rodeado de otros más pequeños, ya que el de ella era de un tamaño mayor que del resto. Lo tomó entre sus manos y con sumo cuidado comenzó a razgar la cubierta.

Un suspiro de asombro escapó por entre sus labios y sus ojos brillaron al obervar el regalo, era un caballete de pintura. -Esto... no puede ser- murmuró en voz baja para sí misma. ¿Qué clase de cruel broma era esa? Pasó con cuidado la yema de sus dedos por sobre aquel blanco lienzo y la desgastada madera del caballete... no era nuevo, pero aquello no importaba, ante su mirada el objeto seguía siendo hermoso, más que nada porque una imponente pantera había sido grabada en uno de los laterales. Una pequeña risa escapó de su boca, no habia motivos para reír, pero tal vez, aquello había salido de puros nervios o porque realmente no podia creer lo que le estaban haciendo.

La estaban destruyendo por dentro.

Y aquello quedó confirmado cuando se atrevió a abrir la carta que acompañaba dicho regalo. Venía de parte de su hermano menor que venía acompañada de algunas fotografías. En ella se podía leer (con una caligrafia no muy bonita a decir verdad) lo siguiente.


¿¡MUERTA!? ¡SU HERMANO CREIA QUE ESTABA MUERTA!.... pero aquello sería mejor que estar en la situación que se encontraba actualmente. Las lágrimas anegaron sus ojos y la rabia se apodero de su mente. Sus manos comenzaron a temblar con ligereza arrugando el papel que aún sostenía -Esto es mentira. Esto es una maldita farsa- se dijo así misma para comenzar a romper el papel en miles de trocitos mientras de fondo podía escuchar el caos ocasionado por un muy enojado tigre pelirrojo. Una vez la carta hecha añicos lo siguiente que tomó fueron las fotografias, y cuando estuvo a punto de romperlas de la misma manera... se dió cuenta de que no pudo hacerlo. Los ojos se su madre en aquel papel casi le traspasaban el alma, por no decir que el ver a su hermanita más crecida le hizo trizas el corazón.

Ahogó un triste quejido y acunó las fotografias en su pecho sin importarle un ápice el hecho de que alguien la viera en ese lamentable estado. Con el corazón roto e ideas horribles atravezándole la mente.

~°~°~°~°~°~°~°~°~°~

Spoiler:

/Refugio/
~Con todos los presentes~

Sin entender mucho lo que sucedía a su alrededor ya que era nueva en aquel lugar, Tessa tan solo se limitó a seguir y observar desde una prudencial distancia al resto. Cuando llegaron al dichoso lugar y descubrió con asombro el gran árbol luminoso que se encontraba en medio de la habitación, no lo dudó ni un segundo y se lanzó a los coloridos regalos esperando encontrar el suyo. Tomo cajitas que no eran de ella, las agitó en el aire con curiosidad esperando escuchar aquel divertido golpetear de algún objeto en el interior para luego finalmente volver a dejarla en su lugar, luego de hacer eso varias veces, por fin encontró el suyo, que a decir verdad, ¡Era un regalo bastante grande! -¡Yayyy!- exclamó con alegría pintando en su rostro una gran e infantil sonrisa.

Usó sus uñas y sus afilados dientes para romper el empapelado rojo que tenía un chistoso estampado con caras de ratoncitos usando bufandas a rayas. ¿Y a qué no saben que había dentro? ¡Había un grandioso! ¡Espectacular! ¡Inimaginable!.... ¡UN!.... ¡UN GRAN!.... -¿Qué diablos es esto?- no tenía la menor idea de que era ese cuadrado aparato metálico. Con sus rojizos orbes buscó alguna pista que pudiese darle la respuesta a su incógnita, y allí, bajo sus pies había una carta. Una que al parecer se había caido cuando ella abrió salvajemente su regalo. Lo tomó entre sus manos y leyó lo siguiente:


¡OH! -¡Ya me acuerdo!- ¿Cómo había sido capaz Tessa de olvidar tan espectacular objeto? ¡El proyetor de estellas! -¡YASSS!- chilló alegremente, aunque pronto ese chillido se convirtió en uno de puro terror cuando escuchó el estrepitoso sonido que hizo el arbol luminoso al ser estrellado contra una pared. ¿El culpable? El tigre peilrrojo, quién obviamente, luciendo como todo un criminal se apresuró en abandonar la escena del "asesinato navideño". Tessa arrugó la nariz, sacó la lengua y musitó un muy enojado -Idiota- para luego volver a posar su atención sobre el interesante juguete que le habían dado.

Black:

Algunos de los chicos parecían emocionados por sus regalos, otros enfadados. Yo no era de ninguno de los dos, no me emocionaba que me dieran un regalo, pero tampoco me enfadaba, al fin y al cabo, era un regalo. Cogí un pequeño paquete que ponía mi nombre y lo abrí, dentro tenía una carta y una foto de un grupo de lobos, cachorros y adultos, descansando junto a un río… Me gustó esa imagen, pero lo que me sorprendió de esta, fue que la imagen se movía. La guardé para no perderla, y me puse a leer la carta:

"Pequeña White...
Sé que ese nombre nunca te gustó, pero no importa. No sabía qué regalarte, ya que la carne se pudriría hasta que llegase, pero me decidí por esto. Es una manada de lobos que encontraron en los Pirineos hace unas semanas. Seguro que en ellos encontrarás un refugio, una familia y un grupo en que refugiarte. O, al menos, un remanso de paz al que escaparte en los momentos más duros.
Fdo. Peter"

Nunca pensé que el tío Peter fuese tan iluso, lo único que hacía con esa imagen era que me dieran ganas de ir a verlos por mí misma. Aun que a decir verdad, ver a toda la manada junta me trajo nostalgia de los buenos ratos que pasaba con mis compañeras de olor.

Miré a Agnes que también había abierto su regalo y estaba cerca de mí, pero su regalo le había afectado fuertemente, parecía muy enfadada y triste, iba a romper las fotos, pero se detuvo y las acunó mientras ella parecía encogerse, mi instinto me dicto una orden y yo simplemente la cumplí, me acerqué a ella y la abracé fuertemente, sabía que no le gustaba estas cosas, pero quizás la necesitara más de lo que le gustaría admitir –Te juro, por mi vida y por mi alma, que te sacaré de aquí o moriré intentándolo - le susurré al oído para que solo ella lo escuchara. Agnes era una gran persona y no se merecía el sufrimiento que tenía en el corazón. Tras poco rato me separé de ella y me levanté, sabía que si la abrazaba mucho rato se enfadaría conmigo. Así que miré hacia el exterior de la cueva, pensaba ir a por Riku que también había perdido los estribos  destrozando el árbol y saliendo de la cueva, con sus heridas no podría ir muy lejos, además de que era más fácil seguir su olor.
 
Pero Shawn torpemente cayó sobre mí sin yo esperarme lo, amortigüé su caída, me miró de cerca, en ese momento pude notar su olor, nunca me había acercado demasiado a él, pero al verlo tan de cerca, pude notar que su cabello negro con mechones grises se parecía al de una de mis compañeras fallecidas incluso su actitud torpe y sincera era similar a la de ella, tanto que recordaba una situación similar, el primer día que la conocí. Tartamudeó disculpándose pero no se separó, parecía incapaz de moverse o no quería. Empecé a reírme –Que torpe eres- le comenté mientras sonreía para relajar el ambiente –Anda levántate y quítate lo que tienes en la cara, que tenemos que ir a buscar a Riku- le dije, la obligación de una alfa no era mandar, sino intentar que todos se sientan a gusto y que se lleven aceptablemente bien entre ellos.

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OFF: xD es navidad, así que no me voy a enfadar, además, aunque Black no lo admita la carta le tocó la fibra sensible.

Spoiler:

El aceptó el ir hacia allí, me daba pena el pobre Faun, -Oye, te voy a darlos nombres de las personas más destacables de este grupo- no era una pregunta, sino más bien una afirmación.

Por si quieres leer las descripciones según Kareth:

Mientras que le describía llegamos a la cueva, pude ver que había regalos para todos, algunos ya habían abierto sus regalos, yo cogí el mío, era pequeño, los regalos de menor tamaño siempre eran los mejores, pero no lo abrí, lo que hubiera ahí me pertenecía solo a mí, y no quería compartirlo con nadie más, así que me dirigí a la entrada de la cueva y miré a Faun con cara de *También tienes regalo*pero si quería conseguirlo yo no se lo iba a proporcionar, para ello tendría que entrar en la cueva.


Al rato Riku perdió la cordura, muy malo era lo que le tenían que haber hecho fuera de aquí, aunque también es cierto que perdió a dos seres queridos en un solo día. Salió corriendo como Tigre y sin pensar en nada ni nadie, salí detrás de él en mi forma de zorro, cuando llegué Riku todavía estaba desquitándose con un árbol, me volví a transformar, estaba jadeando, perseguir a un tigre nunca fue una de mis ideas de una navidad normal, pero era más rápido en forma de zorro que en forma humana, si no me hubiera transformado lo habría perdido. Cuando volvió en sí, no pareció percibirme pues este murmuraba para sí mismo pero yo estaba suficientemente cerca como para oírlo –Tranquilo, encontraremos una solucio…-pero yo dejé de prestarle atención cuando me di cuenta que el árbol, no era un árbol… estaba hecho de cables. Eso era un gran beneficio, me daba una idea de cómo utilizarlos, pero todavía era pronto para llevar a cabo mi hipótesis, primero tenía que estar seguro de ciertas cosas.

Spoiler:

Por fin el día había llegado, iba a entrar en aquel extraño proyecto, que aunque no sabía nada de él, encontraba una gran oportunidad de librar a otros, ya que al parecer había varias especies allí. Caminé junto a los científicos, nunca era agresivo, ni desobediente, por lo que no era necesario usar la anestesia conmigo para transportarme de un lugar a otro. Tras una breve despedida con aquellos con los que me había llevado mejor, le di un fuerte apretón de manos al único científico que verdaderamente había llegado a caerme bien, fue gracias a él que mejoré tras el incidente y conseguí entrar en este proyecto. 

Abrieron muy poco la puerta para no hacer ruido, pues al no ser una caja podía colarme más fácilmente. Al entrar cerraron la puerta tras de mí, pero eso tan solo me dio tranquilidad, no la expresé en mi cara debido a que ya sabía las reglas y que había cámaras por casi todos los lugares. Estiré mis alas que había tenido bien plegadas sobre mi espalda para no molestar a los hombres que estaban a mi alrededor, y las dejé caer tranquilamente, mientras caminaba por la zona averiguando sitios. Era muy curioso aquel lugar, además de grande claro está, lo extraño era no haberme encontrado con nadie, quizás estuvieran cerca sin yo saberlo. Recordé que los búho casi no desprendían olor, así que empecé a pensar que quizás todavía no me habían visto, olido, ni escuchado. Paseé durante un rato, observando todo lo que podía ya que cuando me encontraran tendría que presentarme y por ello perdiendo el tiempo. 

Un ruido fuerte me desconectó de mis pensamientos, y me dirigí hacia el ruido, allí encontré a dos chicos pelirrojos, uno de ellos herido, no sabía lo que estaban haciendo allí, pero recordé la descripción y el único nombre que me habían dado, diciéndome que él era el que más tiempo llevaba en ese proyecto de las personas actuales. Me acerqué sigilosamente hasta estar casi al lado de el chico herido -Tu debes ser Riku he oído hablar de ti... encantado de conocerte- Le dije amablemente, no sabía que estaba pasando, pero el ambiente estaba tenso,y no parecía ser el mejor momento para presentarse así que renuncié a ello y no dije nada más. Pensé en irme, pero algo llamó mi atención, el árbol... estaba relleno de cables. Parecía que nada más venir aquí la cosa ya se ponía interesante.


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OFF: Yaay! por fin mi personaje nuevo! mi chico adorable a llegado <3

[Riku] [rol-off: colocare la ficha cando pueda, ahora no la tengo xD]
Todos parecían sorprendidos de mi repentino ataque de ira, pero para mi era algo más normal, ya que allí dentro no tenia formas de desahogarme del estres, la tristeza o el enfado.
Sonreí con suavidad a Kareth, que parecía fijarse en ese momento en el interior de los árboles. Aun me sabía la boca a cobre y sangre, una mezcla un tanto desagradable. 
Tras él, un plumifero peluche blanco se posó en el suelo junto a nosotros. Ni su cara ni su olor me sonaba, pero si su especie y forma. Era el chico que vi una vez de lejos hablando con un cientifico. No me importaba, Jax tambien era un perro de los cientificos y no parecía mala persona. 
-Si, soy Riku... ¿te conozco? -Pregunté, pero de igual forma que con Kareth, el árbol llamó más su atención. No dije nada más, pues en ese momento Maddie me trajo agua dentro de una hoja. Por la mirada que le echaba al nuevo, parecía incomoda. Cogí la hoja y me limpié la boca de sangre y trozos de corteza.

-Gracias... pero prefiero no hablar de ello -Dije levantandome para acercarme al árbol.
-Todo aqui es informatico, controlan el clima, la hora del día incluso la temperatura o el color de las flores, no deberia sorprenderos -Les expliqué, metiendo la mano entre los cables para sacar los que contenian la fibra óptica y mientras lo hacía, la corteza comenzó a regenerarse por sí sola. Estaban cubriendo sus huellas, como siempre.

Spoiler:

Unos minutos después de emprender la marcha me di cuenta de que debía haberle dejado a alguien más fuerte que yo ayudar a nuestro amigo Riku.
Cuando llegamos a la cueva algunos depredadores parecían alerta aunque al final entramos todos, el interior estaba decorado como si fuera navidad.
Siempre me habían gustado estas fechas, con su ambiente pacífico y de  altruismo, la nieve, las calles decoradas con luces, pasear por ellas con un abrigo calentito y una bufanda... recordaba todo aquello y un lejano sentimiento de comodidad, de cariño aunque todo se fue al traste cuando me fije en lo graciosas y bonitas que eran esas bolas que brillaban al sol.
Me acerque y cogí 3 bolitas. Después la guarde en uno de mis bolsillo, no tenía idea desde cuando me fascinaban las cosas brillantes... Entonces repare en que todo el mundo estaba abriendo regalos.   Me acerque a los pocos que estaban sin abrir y busque uno con mi nombre.
-¿solo uno? Me tienen aquí trabajando de mono de feria 24/7 y no se estiran ni un poquito en los regalos- Comente para mí misma mientras lo cogía y despegaba el papel con cuidado. Dentro de aquel festivo envoltorio había un libro, que desprendía un olor extraño pero a la vez reconocible a kilómetros que  hizo volver a la sensación que había tenido antes de entrar a la cueva.
Salí de aquel agujero con mi regalo para verlo a solas, entonces escuche un golpe tremendo por lo que puse mala cara y vi a Riku salir disparado de la cueva, seguido después por Kareth y por último de la chacal.
"no le han traído lo que quería" bromee para mí y busque de donde venia el olor. Encontré las gominolas sin mirar el resto del libro , me senté en el suelo y comencé a comerlas mientras miraba las primeras páginas.
Al principio apenas me fije, como si fuera un comic que no me interesaba pero entonces vi una foto de una niña , de melena negra..
-¡Soy yo! - grite sin querer para volver precipitadamente a la primera pagina y mirar esa imagen de dos personas adultas con esa niña . Eran mis padres ... vi todas las imágenes otra vez y aunque no me acordaba demasiado de lo que sucedía una llama se encendió dentro de mí. Entonces un papel doblado se resbalo de entro dos páginas. Lo abrí y lo leí lentamente, cada palabra que contenía ese papel era una chispa que iba juntándose con la anterior, avivando las ganas que ya tenía de salir de allí. Me levante de un salto.
- Tenemos que salir de aquí, ya.- " mi familia está sufriendo por mi culpa" añadí en mi mente. Entonces me di cuenta de algo, volví a entrar en la cueva de golpe. Vi un poco el panorama y repare en  Agnes . Parecía bastante triste , mi mente razono que  por su reacción si la carta era la mitad de lo emotiva que la mía era una creada como yo y por lo tanto  también querría salir de allí además con el beneficio de que no  me traicionaría contando la información a los científicos. " Contra menos sepan que sabemos mejor, igual piensan que la transformación ha dejado de lado nuestro lado lógico..." Asentí yo sola.
-Acabo de darme cuenta de algo Agnes... si estábamos en la supuestamente única puerta , ¿ Como han entrado los científicos a dejar el árbol sin que los viéramos? - Le susurre una vez me había puesto a su altura.
-Debe haber otra entrada y quizá una salida de emergencia, algún conducto de ventilación... no deberíamos divulgar esta información a los 4 vientos, si los científicos piensan que solo sabemos de la existencia de una puerta no pondrán mas vigilancia en las otras y será más sencillo escapar. Díselo solo en quien confíes o como yo contigo, que veas que daría cualquier cosa por salir.- Le sonreí y me levante. Espere a que Shawn se levantara y me acerque a hablar con el . Como si fuera una conversación casual, pero realmente quería averiguar si estaba dispuesto a salir de allí y no decir nada a los científicos... Me había protegido y confiaba en el, pero esta información afectaba a todos , de muchas y diferentes maneras.
-¿qué te han regalado? Mira a mí un álbum y gominolas ¿quieres?- le pregunte, ofreciéndole una y poniéndola rozando sus labios.

Spoiler:

Poco después apareció una chica, parecía tenerme en el punto de mira, parecía por sus orejas y por su cola, un canino, no estaba seguro de cual. Pero eso no me importaba, lo único que me incomodaba era aquella mirada suya, como si me considerase peligroso. Ignoré su mirada como si no la notase, y atendí a lo que decía Riku afirmó que él era Riku y preguntó si nos conocíamos -No, no he tenido el placer de conocerte anteriormente... Mi nombre es Ethan, un búho nival- Me presenté, no sabía si estaba bien decir con la raza que te habían mezclado, o no estaba correctamente visto.

Riku nos explicó que todo allí estaba controlado por ordenador incluso los árboles -No deberías levantarte... estas herido...-Le comenté preocupado, no quería que se le abrieran las heridas, podría hacerse mucho daño. Mi cara era como un reflejo de mis pensamientos, y mi preocupación era evidente incluso cuando lo acababa de conocer. -Creo que quizás deba ir a presentarme a los demás, más tarde- comenté casi para mí mismo, no quería marcharme de allí, no hasta que viera con mis propios ojos que el chico estaría bien, sin mi ayuda.


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Black:

Shawn se volvió a disculpar, y me preguntó si estaba herida, a lo que yo negué con la cabeza, parecía muy avergonzado, además de auto llamarse estúpido -Yo no creo que seas estúpido- le dije mientras agarraba su mano para levantarme. Cuando fui a mirarle no encontré su mirada, parecía estar rojo, como si la vergüenza tuviera un color propio. Todavía estaba cerca suya así que le toqué el pelo y luego se lo sacudí con cariño-A decir verdad me recuerdas a una amiga mía- admití con algo de tristeza, no le iba a decir que esta estaba muerta, ni que por ello no era capaz de molestarme con él. Pero si era instintivo quizás notara ambas frases que no pronuncié. Claire vino y se puso a hablar con Shawn, yo dejé de prestar atención y me marché para buscar a los demás.


Mientras me guiaba por mi olfato, empecé a pensar en Jax, tenía una conversación pendiente con él... Y aunque nunca admitiría que me atraía en cierta manera su olor, sí era verdad que me llamaba la atención su forma de ser y de comportarse. Así que decidí que cuando lo viera, hablaría con él. Llegué antes de lo esperado, había bastante gente allí, mirando un árbol al que yo no le veía nada, también vi al lado de Riku un chico pájaro nuevo, pero no había oído ni olido cuando llegó. Maddie estaba cerca de Riku al igual que Kareth, pero parecía como si me hubiera perdido algo importante. Giré la cabeza hacia Maddie y le pregunté con las orejas "¿Qué ocurre? ¿Quién es?" y luego me acerqué a Riku -¿Estás bien? ¿Necesitas algo?¿- No había sido muy amable cuando estuvo aquí al principio, ya que yo estaba a la defensiva, pero ahora estaba calmada y me encontraba en un territorio que ya no me era tan hostil.


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OFF: He respondido también con Ethan para que luego no tenga el pobre que hablar con todos a la vez.

[Riku] [lo se, lo se... soy una vaga...]
Todos parecian alertados de mi comportamiento repentinamente agresivo y sorprendidos de lo que se hallaba  en el interior de la corteza de aquel arbol. Black, el chico zorro, Agnes, Ethan... todos miraban el árbol con curiosidad, pero, antes de poder tocar la fibra, la corteza empezó a hacerme daño y tuve que sacar la mano.
-Si.. estoy bien -Me levanté ya sin problemas -Estba algo drogado al entrar... mis heridas se curaran... antes de eso... volvamos dentro, si seguimos aqui entraran a apartarnos -Los empujé a todos dentro.
-Como os he dicho, tanto los árboles, como el techo y todo esta formado por electronica avanzada. Según he podido averiguar en estos años, solo la tierra, rocas y agua son reales. Por eso aqui dentro no hay camaras, no tendrian corriente -Les expliqué, sentandome a un lado... algunas heridas escocian... pero las ignoré, no quería pensar en el dolor fisico o mental.
-Veo muchas cosas... ¿que os han traido?

Spoiler:

 Cuando Shawn agarro mi mano pensé que escupiría la deliciosa gominola que con tanto amor había preparado mi preciosa madre pero no tuvo la menor oportunidad así que deje pasar esa cara de pena que había amenazado con aparecer.
La saboreo unos segundos sin soltar mi mano , espere pacientemente . Tenía que preguntarle unas cosas sobre si le gustaría salir de allí pero había demasiada gente quizá si.. entonces beso mi mano y como si me hubiera leído la mente o le hubiera desagradado el sabor de esta la soltó y salió corriendo.
Me di un lametazo en la mano y comprobé que no sabía mal, entonces me di cuenta de que igual le daba vergüenza interactuar con mujeres. Sonreí divertida ahora iba a molestarlo mas todavia, se le acabaría quitando, o por lo menos el ser molestado por cierta cuervo que yo conocía. Iba a salir a por él cuando entro Riku a la cueva explicando algo sobre que no tendrían corriente.
Espere a que se sentara y me acerque, me senté junto a él y le sonreí.
-¿mejor? - le pregunte de forma amistosa - he estado pensando en algunas cosas que quizá tú puedas iluminar con tu tiempo de experiencia aquí metido- mire al resto- pero me gustaría que fuera en privado - Los científicos no nos dejarían allí metidos con zonas sin electricidad y sin un espía.
- Estaré fuera , cuando tengas ganas de aguantarme búscame ¡oh! toma... será la ultima que regale pero creo que necesitas algo dulce en el día de hoy .- abrí mi libro saque otra gominola y se la di, solo me quedaban 3 no iba a regalar ni media más. Después de eso salí fuera en busca de Shawn , pero cuando el sol me dio decidí estirar mis alas y volar un rato antes de incordiar a nadie más.

Deje que mis pies se levantaran del suelo mientras agarraba mi libro con fuerza, quizá había algún árbol con un agujero donde dejarlo... sobrevolé el recinto unos largos minutos con calma disfrutando esa libertad que los confinados a la tierra no entendían y de paso fijándome en cualquier bulto, o si existía alguna anomalía en la cúpula, quizá una salida de aire...

Spoiler:

Divertido, divertido, aburrido, así se sucedían los días. Casi todos me parecían sosos, desaboridos y preocupados por algo que realmente no tiene importancia... solo dejaban pasar los días hacia su muerte sin hacer nada que realmente les gustara o les hiciera reír. Metidos en un bucle de depresión y amargura. 
Se salvaban dos o tres contados, la única que llamo tanto mi atención como la de mi otro yo fue una especie de ratoncita que tenia mas energía que el resto. Por la fiesta de adoración a nuestra persona nos dieron un set de travesura, o eso ponía, también que era inofensivo. Pero mezclando esto y lo otro conseguimos polvos pica pica que acabaron en la zona donde la ratoncita dormía. 
La verdad que era un genio o mi otro yo era el genio y al estar conectados por consiguiente yo también lo era... Si algo así seria yo ese día era el guapo, y el el listo. Fuera como fuere bombetas de sonido , una bomba de humo , polvos pica pica, un tinte de color blanco y un aparato con pitidos agudos... Tessa , Claire, riku... y alguno mas que otro fueron nuestros objetivos. Aunque he de admitir que lo de Claire fue uno de los mejores, nos enteramos de que odiaba el blanco y de la noche a la mañana sus alas pasaron de negro a blanco.. nos reímos durante días de su cara... 
La ratoncita tardo en ayudarnos a llevar alguna divertida accion a cabo, no era de nuestro mundo  pero tampoco me importaba que rondara a nuestro alrededor aunque a Taiyo si, Yue siempre había sido mas amistoso... 
Ahora trabajábamos en un nuevo ungüento completamente natural urticante y en otro oloroso cuando se secaba ... y daba igual que te ducharas...
-Yue~~ - dije a mi otro yo- necesitamos mas plantas de esas feas que machacaste ayer... yo digo de poner en la zona de las letrinas el ungüento urticante... - Asentí- tanto en los arboles como en cualquier superficie que se deje- mire a Tessa que estaba con nosotros.- pero no digas nada. 

Spoiler:

 Mi vuelo aquel día resulto como siempre liberador, no solía volar hasta estar tan cansada y en parte me daba miedo que se me agarrotaran las alas y caerme estampada contra el suelo, pero seguro que Shawn me salvaba antes de que me hiciera una tortilla. 
Mi incesante batir de alas me llevo mas arriba de lo que lo había hecho nunca, un poco mas, un poquito mas, resonaba en mi cabeza . Nunca había llegado a tocar el techo y cuando llegue , para mi sorpresa, una pequeña ventana estaba abierta. Sin mucha esperanza saque mi brazo por la  rendija que dejaba esa abertura y pude notar que la cubierta de alrededor estaba mojada. Mi corazón dejo de palpitar de la sorpresa o quizá iba tan rápido que no lo notaba. Eso era el exterior estaba segura, no no podía ser que tuviera tan poca seguridad , era una trampa. Estire mi brazo mas y mas un interruptor , una palanca , buscaba algo.
-si tan solo fuera mas pequeña- murmure para mi , ni en mi forma cuervo podría pasar, si supiera como tomarla. Tanto quise pasar mi brazo a la parte exterior que al querer recuperarlo tuve que dar un tirón haciendo que se me rasgara la piel y se me entumeciera el brazo.
No era una salida, al menos de momento... pero era un comienzo. Agotada y con la adrenalina de el momento llegando a su mínimo tuve que bajar a sentarme, con la vista fija en aquella salida... Unos minutos después un chasquido hizo que girara levemente la cabeza para ver como una pared ejerce de puerta. Esta vez si que había hecho que me diera un infarto, sobretodo cuando vi a unos científicos entrar por allí. No me moví, no respire y probablemente ni la sangre llegaba a mis pómulos ahora pálidos. 
No son científicos normales... pensaba que todos eran humanos pero también los hay como nosotros, orejas, plumas, colas , garras... tenían un espía dentro, seguro. Arreglan algo sin mucha prisa y teclean algo que si tuviera vista de águila y no de cuervo quizá llegara a distinguir , pero nada, salen y la pared se convierte de nuevo en pared. 
Unos segundos después sin atreverme a mover ni a respirar conseguí girar mi cabeza para encontrarme a Shawn, al principio me dieron ganas de gritar de la sopesa pero por su cara pude darme cuenta de que había visto lo mismo que yo. 
Era mi primer aliado... Riku seria otro, seguro... y quizá Agnes.. esta valiosa información no se podía compartir a la ligera. Era hora de hacer un comité de huida! una secta! ... sin suicidios, ni promesas de sangre con sangre...
Después de eso Shawn no parecía tener muy claro lo que ocurría, supuse que el había sido criado aquí y no mutado, pero aun así no quise preguntarle. Por algún motivo me parecía mala educación. Le explique por encima lo que sucedía y si me preguntaba mas detalles sobre el exterior me emocionaba contándole lo que recordaba con ilusión dejando de lado la tristeza o nostalgia. En ese tiempo también termine casi todos mis dulces, solo me quedaban dos, uno para el día que emprendiéramos la misión y el segundo para cuando estuviéramos fuera... o para regalar un ultimo bocadito dulce en caso de que alguien sacrificara su huida por el resto de la secta. 
Uno de esos días me fije en que había un plumifero nuevo... blanco.. demasiado blanco, y no del blanco brillante que a mi me gustaba. Al ser un ave como Shawn o yo intente ser amigable con el, siempre que lo viera venir y no se acercara demasiado, a decir verdad era con el único que guardaba las distancias y si aparecía de golpe y no lo veía venir me escondía detrás del ser u objeto mas cercano, usándolo de barrera. 
A parte de eso también observamos el comportamiento del resto, tanto desde el aire como desde la tierra , charlas "insignificantes" con uno... hacerte la dormida cerca de dos personas que hablan para enterarte de algo.. nadie parecía un espía pero nadie estaba a salvo. 
Cuando me levante aquella mañana... medio día.. decidí que aquel era el día. ¡Teníamos que formar el comando huida!
Busque a mi primer y mas fiable cómplice que no tarde en encontrar , estaba volando y en cuanto aterrizo lo llame.
-Shawn! Shawn!- llame su atención y me acerque al trote hasta lanzarme en sus brazos, como hacia casualmente para que me cogiera.- Quiero hablar contigo... a solas.. lejos.. - dije mientras me alejaba un paso mirando en la dirección donde habíamos descubierto el gran secreto. 
Una vez allí me cruce de brazos.

- Creo que ya hemos reflexionado bastante- asentí animada.- Pienso que no debemos contárselo a todos al menos en principio, un puñado de compañeros tienen una actitud extraña, ademas de parecer estar demasiado apegados a este sitio. Y pienso que deberíamos añadir gente a nuestra cruzada... Habia pensado en Agnes y Riku siempre que estos no se lo digan a nadie... - me quede pensativa- Si hay una puerta puede haber mas y quizá deberíamos engañar a los lemures para que nos hicieran algo corrosivo... explosivo.. una palanca, un algo que podamos usar para abrir la puerta. Me lo deben por lo que me hicieron del tinte y los polvos pica pica. - sentencie y lo mire esperando su respuesta. 

Jax:

El conejo de debatia desesperado bajo mis garras, me incline sobre su niveo pescuezo y acabe rapidamente con su sufrimiento, sintiendo como la sangre se escurria entre mis dientes, el extasiante caliz con el que culminaba de nutrir mi avido instinto, aplacandolo para evitar cualquier efecto que pudieran ejercer sobre mi conducta. Si, ese era yo, el obediente y leal can que habian abandonado hace quien sabe cuanto sin ninguna clase de explicacion o motivo...
-No veas esto Coco-
Adverti en tono ironico al oso de peluche que habia dejado descando junto a un arbol cercano, mientras preparaba a mi presa para ser devorada. Di una rapida mirada a mi alrededor para cerciorarme de que Tessa no estuviera cerca, no me agradaba que la niña viera mi lado carnivoro, pero no habia señales de ella ni su aroma, por lo que me dedique a almorzar.
-Muy bien amigo, hora de volver-
Dije mientras me incorporaba y aseguraba a peluche a mi cinturon, avanzando sin apuro entre los arboles hasta el refugio, llevaba mucho tiempo fuera y no queria que Eva se terminara comiendo a Tessa...sonrei involuntariamente al pensar en mis amigas, realmente, durante este tiempo habia aprendido a apreciar a aquellos que eran como yo...quizas aun mas que aquellos normales que me habian cuidado de pequeño.
Al llegar me sente en la comoda esquina que usaba como cama...la mayoria de las noches. Si bien habia vencido mi habito de dormir solo, aun en ocasiones necesitaba dejarme guiar al los pies del sueño por la solitaria compañia de la luna. Al no ver a ninguno de mis amigos mas cercanos en la cueva, me deje hipnotizar por las llamas que danzaban en la hoguera al centro de la cueva, rascando involuntariamente la peluda cabeza de mi inanimado compañero, guardian de los recuerdos de una infancia que a mi me habian sido velados.

Spoiler:

Había pasado el tiempo, yo por fin pude abrir mi regalo a solas, nunca imaginé que verdaderamente me gustara el regalo que me enviaban los humanos, pero habían acertado con aquella carta que mantuve en secreto. Pasaban los días y cada vez noto el ambiente más extraño, pero mientras tanto me divierto charlando con Faun y teniendo alguna que otra conversación con los demás no me llevaba mal con nadie en especial, bueno a excepción de aquellos dos traviesos. Uno de esos días me incorporé a uno de los recorridos de Black y así pasear por un rato con una compañía bastante útil. Estuvimos hablando de cosas mundanas como el principio de cuando llegamos aquí o las comidas tan extrañas que veíamos comer a las presas. Pero entre tema y tema un olor me llamó la atención, cuando miré hacia Black pude notar que ella también había olido eso. Yo intercambié unas miradas silenciosas con Black para luego transformarme en zorro completo y poder oler mucho mejor, fui trotando mientras olfateaba el suelo cada vez era más intenso el olor... hasta que una suave brisa me rozó tras unas rocas. Me volví a transformar el mi forma normal y nos pusimos a buscar, al final encontramos una pequeña grieta, olía a lluvia y a hierba, miré atónito a Black, no sabía si era el estar tanto tiempo allí que tenía visiones o de verdad habíamos encontrado un fallo en el sistema de los humanos -Es... Es esto... ¿Real?- Ya sabía que mi pregunta podía parecer muy estúpida pero necesitaba saber si me estaba volviendo loco o es que de verdad estábamos más cerca de la libertad.

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OFF Libre de morir !!!

Bosque/ Sola, hasta que...


Aquella noche la había pasado particularmente inquieta, yendo de un lado a otro del domo, olfateando, vigilando los movimientos de los demás, acallando los instintos que amenazaban con nublar mi juicio, esperando pacientemente. Era ya el quinto día que evitaba a los otros individuos, saltándome la asquerosa comida que, pretendían, nos saciase. El problema no era el sabor, no, realmente se estaban esforzando. El problema era la ansiedad y aquella sed insaciable, esa voz que me susurraba al oído…

Mátalos…

Cubrí mis orejas hasta achatarlas totalmente contra mi cabeza. No quería oírlas, ya no quería oírlas de nuevo, no quería causarles daño... Aquello era mentira, sí quería. Quería sentir sus huesos frágiles astillándose entre mis fauces, mientras la sangre aún tibia se escurre entre mis colmillos y su tierna carne se desgarra sin esfuerzo alguno, haciéndose pedazos a través de mi esófago. Si… Los veía. Desde esa distancia y tan absortos en su estúpida broma, no podrían notarme. El paso silencioso que llevaba me volvía casi imperceptible. Los científicos no me detendrían, no los había visto en días... Era mi oportunidad.
Un hilo de saliva resbalaba por mi lengua hambrienta, casi podía sentir su sabor recorriéndola. El sabor más delicioso que jamás hubiese imaginado a escasos metros, un solo salto de distancia, una mordida letal al cuello, un solo paso hacia el manjar que ansiaba desde hace tiempo. A sólo un salto que di sin vacilar. Aquella rata era mía.


OFF: Corre, Nani.

Black:

Pasan los días y cosas extrañas acompañaban al tiempo, no quería causar pánico, ni desconfianza entre ellos, por lo que no dije de lo que sentía, simplemente seguí mis rutinas y le preste mucha atención a los que habían parecido más afectado, sobre todo Agnes y Maddie, y les echaba una vista a todos de vez en cuando, quería ser de utilidad si ellos me necesitaban quería que supieran que estaría allí, incluso aprendí a estar cerca de las presas, sin siquiera mirarlos fijamente, no podía admitir que esto fuera tan malo, pues me había ayudado a controlar muchísimo mis instintos de caza. Pero seguía siendo reacia a quedarme allí, aquel no era mi lugar ni el de mi manada, debíamos salir y vivir felices sin sucios experimentos, ni extraños monstruos acechándonos para torturarnos.

Volví a hacer lo de siempre, me levanté temprano y ofrecí a los despiertos que me acompañaran a dar un paseo. No solían venir, alguna vez que otra alguien me acompañaba por el mero hecho de andar, otras veces para hablar después de tiempo sin comunicarnos. Pero hoy Kareth parecía tener ganas de andar pues me acompañó en mi paseo, durante todo el rato estuvimos hablando de cosas sin importancia, a mi me gustaba relajarme y dejar de pensar por ciertos momentos que era un ser que había nacido para ser el experimento de otro ser. Y estas charlas ayudaban mucho pues parecía que estuviéramos en cualquier otro lugar. Un olor nos llamó la atención, giré mi cabeza en busca de Kareth, el también lo había olido, intercambió unas miradas conmigo, no sabíamos si las cámaras estaban mirando así que era la mejor forma de que no nos descubrieran, yo asentí a lo que decía, para luego verlo transformado en zorro. Lo seguí mientras él olfateaba como un perro, aguantaba la risa pues se podía enfadar si le decía que parecía un perro olfateando.

Notaba como poco a poco el olor era más intenso, hasta que se transformó de nuevo, yo me acerqué al último lugar donde su hocico había estado, era verdad, se olía la lluvia y la hierba fresca desde fuera. Buscamos cerca y encontramos una grieta. Kareth me miró sorprendido y me preguntó si eso era real, yo estaba tan feliz y tan emocionada que no pude articular palabra, así que simplemente asentí con mucha fuerza, pocos segundos después cuando ya pude hablar lo miré con mi cara brillante por la posibilidad de poder escapar, no sabía por qué pero tenía la sensación de de Kareth tampoco tenía muchas ganas de quedarse allí -Tenemos que avisar a los demás, en especial a aquellos que quieran salir de aquí- comenté emocionada mientras me ponía rumbo de vuelta a la cueva principal. Ya quedaba menos para salir de allí, ya quedaba menos para ser libres.

Jax:

El murmullo de la leña siendo lenamente devorada por la lumbre se adueño de mis pensamientos, guiandolos de la mano hasta la calma de la inconciencia. Hacia años que no lograba conciliar el sueño con tanta facilidad, comenzaba a darme cuenta que finalmente comenzaba a estar en paz con mi lado animal, y con las atrocidades que habia cometido en su nombre. En la aceptacion de mis nuevos compañeros podia distinguir un camino hacia la redencion, y en sus cualidades ver un reflejo de las mias, sintiendome menos solitario en mi condicion de "monstruo".
Su aroma me desperto y me incorpore algo sobresaltado, acostumbrabamos a salir a cazar juntos, pero hasta ahora nunca nadie habia estado en mi "cuarto", y menos aun cuando estaba durmiendo.
-Eva, que-
Comence a decir, hasta que distingui a mi peluche moviendose entre sus filosas garras
-Oye...cuid...no vayas a...-
Balbuceaba nervioso temiendo la demembracion del recuerdo de mi infancia, pero entonces algo me distrajo, filtrandose a travez de mis fauces para robar mi total atencion...miedo...y estaba mezclado con un aroma que conocia muy bien
-Tessa-
Me lance a la carrera empleando toda la capacidad de mis musculos para llegar a donde estaba mi amiga, sabia que, fuera lo que fuera, se encontraba en peligro.

Bosque/ Cazando a Tessa


La criatura chillaba despavorida… Olía su miedo y desesperación, me temía y eso me excitaba aún más. Cuando la atrapase, jugaría un momento con ella antes de despedazarla. Sí… eso haría.
La perseguí a través del bosque. Sus piernas delgadas eran rápidas, pero mis cuatro patas lo eran más. A pesar de eso se las ingeniaba para escapar ágilmente de mis garras y, aunque mis fauces se cerraron muy cerca varias veces -arrancando jirones de su ropa-, no pude evitar que hallara un escondite.
La madera seca del tronco sequebraba fácilmente bajo mis poderosas garras. Escarbaba eufóricamente en aquel agujero y las astillas se clavaban entre mis dedos y en mis encías, se mezclaban con el sabor de mi propia sangre y el aroma enceguecedor de la suya. Casi la tenía.
Mi labor dejó al descubierto su pequeña cola. La tomé y la arrastré hacia afuera del agujero mientras oía sus chillidos exasperados. No podía esperar más… y, de repente,algo llamó mi atención.Un rastro, podía sentirlo en el aire y en la tierra, se acercaba a toda velocidad.

Matalos…

La pequeña criatura se resbaló de mi boca, pero llegué a sujetarla bajo mi pata derecha. Mi lomo se irguió involuntariamente y dejé al descubierto los afilados colmillos. Nada se interpondría ésta vez…
Nada.


OFF: Mas o menos lo que ven de Maddie es algo así:

Spoiler: